Viernes, 19 de Abril 2024

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Alfaro juega a los dados con la pandemia

Por: Jonathan Lomelí

Alfaro juega a los dados con la pandemia

Alfaro juega a los dados con la pandemia

Los estadios están de vuelta: reabren al 25% este mes. También se realizará el Abierto de Tenis de Zapopan. Se amplía el aforo en tiendas departamentales a 750 personas (en el supuesto de que alguien las cuente). Las carreras deportivas podrán realizarse hasta con 300 personas. Y los bares de hoteles abren hasta la una de la mañana.

¿Por qué ahora? El fundamento epidemiológico de la Mesa de Salud para es desconocido e hipotético. Al menos los cierres estaban fundamentados en el aumento de defunciones por el virus. Pero si esa lógica aplicó para confinarnos, no se replica para regresar a las actividades masivas. Este lunes Salud Jalisco reportó 61 muertes por COVID-19 para sumar 10 mil 447.

De ninguna manera podríamos asegurar que es una decisión equivocada. Pero de la misma forma, resulta imposible justificar que es una decisión correcta. El asunto es que nunca, desde el inicio de la pandemia, nos explicaron la base técnica para la toma de decisiones.

¿Cada cuándo se reúne la Mesa de Salud? ¿Existen minutas de trabajo? ¿Son públicas? ¿Quiénes la integran de manera fija? ¿Seguimos o no el semáforo epidemiológico de la Federación?

La realidad es que durante la pandemia la toma de decisiones se han hecho al margen de lo público. ¿Están obligados los gobiernos a justificar sus decisiones? Es deseable pues nuestros gobernantes tampoco gozan de la confianza ciudadana, el bien más escaso en las democracias de hoy. O en otras palabras, la credibilidad del político como tomador de decisiones está en crisis. Hoy más que nunca explicar, respaldar y comunicar claramente alivian la tensión social. Y puede ser un mecanismo para apaciguar la sed crítica de una prensa ávida de escándalos y en medio de una crisis también de credibilidad.

La decisión de reabrir, más que una decisión epidemiológica, parece política y anímica. Estamos a un mes del inicio de las campañas electorales y el 13 de marzo cumplimos un año en Jalisco del primer confinamiento.

La reapertura es una buena noticia para los sectores económicos y deportivos. Quizá injusta para otros sectores como el cultural y artístico. Que el bar de un hotel sea una preocupación del gobierno es igual de inexplicable que la cancelación (anunciada junto con las medidas de reapertura) de un concierto de la banda Cuisillos. O que la prohibición del regreso a clases, el último bastión del confinamiento.

En otras palabras, el regreso de actividades masivas, aunque con protocolos, no es una claudicación ante la pandemia. Sólo una renuncia a que los muertos cuenten más allá del conteo diario.

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