Del Guadalajara de temporadas recientes, cuyos dirigentes respondieron al desafío de convertirlo en protagonista -no simple extra- de la Liga por obra y gracia de los golpes de chequera que le permitieron ser prácticamente una selección nacional (Pereira, Alanís, “Gallito” Vázquez, Pineda, Pizarro, “Gullit” Peña, Brizuela y Pulido, entre otros, eran presencias casi obligadas en el “Tri”), queda poco. Las circunstancias en que las “Chivas” aligeraron la nómina -provocando, de paso, la ira de sus más recalcitrantes seguidores- son de sobra conocidas…Ahora bien: el domingo quedó plenamente comprobado el resultado práctico del boicot al que convocaron, en su momento, los fanáticos desencantados porque el plantel, lejos de reforzarse, se debilitó: fracaso absoluto.La presencia de simpatizantes del “Rebaño Sagrado”, para “jugar” a su favor en el Estadio Azteca, y la celebración del empate con sabor a victoria con que se resolvió el “Clásico”, fue un plebiscito en que quedó de manifiesto, como dice la canción, “Que un viejo amor / ni se olvida ni se deja; / un viejo amor / de nuestra alma sí se aleja, / pero nunca dice adiós…”.* En términos objetivos hay que decir que el resultado -enriquecido por la emotividad del penalti de último minuto en que Gudiño pasó, sin transición, de virtual villano al rol de El Muchacho de la Película- no modifica sustancialmente la posición del Guadalajara, que lleva las de cal y las de arena (los números son elocuentes) equitativamente repartidas en la temporada.Si el popular equipo clasificará a la “Liguilla” es, hoy en día, una incógnita; un buen deseo, en el mejor de los casos. Si los jugadores a los que la “vox populi” otorgó el domingo el rango de héroes serán figuras como las que vestían la camiseta rojiblanca la última vez que el Guadalajara fue campeón, por lo consiguiente.* Por ahora, el fracaso de haber quedado fuera de la Copa -del que se habló in extenso la semana pasada, tras la derrota ante los “Pumas” en su propia cancha- quedó en el olvido. Los exámenes venideros los enfrentarán a sinodales que parecen, en general, a modo para conseguir la nota aprobatoria: por orden de aparición, “Pumas” (nuevamente), Lobos-BUAP, Morelia, Puebla, León y “Tigres”.El boleto para la “Liguilla” -el verdadero campeonato, recuérdese-, en teoría, está al alcance. Quedarse afuera tendría que interpretarse, sin atenuantes, como otro fracaso.
