Jueves, 25 de Abril 2024

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- “Debates vemos…” (I)

Por: Jaime García Elías

- “Debates vemos…” (I)

- “Debates vemos…” (I)

De la misma manera como “Caras vemos, corazones no sabemos”, vale decir que “Debates vemos…, elecciones no sabemos”.

-II-

Las encuestas de los próximos días dirán en qué medida el debate del domingo pasado entre los cinco aspirantes a la Presidencia de la República para las próximas elecciones, modificó las estimaciones previas al mismo. Vale subrayar, en todo caso, a sabiendas de que aún están pendientes otros dos episodios, que las evaluaciones de estos ejercicios no necesariamente se reflejan con fidelidad en el resultado de los comicios.

Los debates, de cualquier manera, aportan elementos de juicio para que los potenciales electores emitan un sufragio reflexivo: tan responsable como debería serlo si cada ciudadano pensara que el suyo sería el voto decisivo de la contienda.

Materialmente imposible como resulta que todos los potenciales electores acudan a todos los mítines o escuchen todos los discursos y entrevistas, o que, al menos, se enteren de las principales propuestas que en ellos se presentan, debates como el del domingo pasado permiten tener un boceto del talante de los aspirantes a gobernar este país durante los próximos seis años.

Entre los hilos que quedaron sueltos en el debate dominical está la amnistía a los delincuentes en gran escala. Al aseverar que “amnistía no es impunidad”, López Obrador, autor de la propuesta, lejos de aclarar, enturbió aún más las cosas. Amnistía significa “perdón colectivo de delitos políticos, otorgado por ley o decreto”; si ese perdón se hace extensivo a delitos del orden común -asesinatos, secuestros, robos, extorsiones, tráfico de estupefacientes, lavado de dinero, etc.-, el efecto es, al final de cuentas, la remisión de la pena prevista por la ley; es decir, la impunidad.

Por lo que hace a la designación de un consejo de notables -o como quiera denominarse- que buscaría los mecanismos para el propuesto diálogo del Gobierno con los delincuentes, ese organismo estaría invadiendo funciones de la Procuraduría de Justicia o del Congreso. Y en cuanto a la invitación que se hará al Papa Francisco para integrarse al mismo, en el muy improbable caso de que el pontífice accediera, su participación, por simbólica que se limitara a ser, sería violatoria de la Constitución.

-III-

Como sería violatoria de la Constitución, por cierto, la propuesta de Jaime Calderón, de “mocharle la mano al que robe en el servicio público”: lo que invita a considerar que quien le puso el apodo de “Bronco” (tosco, áspero) se quedó corto: “Bárbaro”, y gracias.
 

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