El limón es una de las frutas más utilizadas en la cocina y en remedios caseros gracias a su sabor refrescante y a sus propiedades nutricionales, ya que es una fuente rica en vitamina C, antioxidantes y minerales. Sin embargo, a pesar de sus múltiples beneficios, no todas las personas pueden consumirlo sin riesgo. Existen ciertos grupos que deben limitar o evitar su ingesta debido a posibles efectos adversos en la salud.El alto nivel de acidez del limón puede agravar molestias en quienes padecen gastritis, úlceras, reflujo gastroesofágico o colitis. En estos casos, el jugo de limón puede irritar la mucosa gástrica, provocar dolor abdominal, acidez y sensación de ardor en el estómago o la garganta.El ácido cítrico presente en el limón desgasta progresivamente el esmalte dental, favoreciendo la aparición de sensibilidad, dolor y hasta caries si no se cuida la higiene bucal. Por ello, los odontólogos recomiendan evitar consumirlo de forma directa y en exceso, especialmente en personas que ya sufren desgaste dental.Quienes padecen insuficiencia renal o cálculos renales de tipo oxálico deben tener precaución. El limón contiene oxalatos, compuestos que pueden favorecer la formación de piedras en el riñón si se consumen en exceso. Aunque en algunos casos los cítricos ayudan a prevenir ciertos tipos de cálculos, no todos los pacientes reaccionan igual, por lo que se recomienda consultar a un especialista.Aunque es poco frecuente, existen personas con alergia a frutas cítricas como el limón, la naranja o la toronja. En estos casos, el consumo puede generar síntomas como enrojecimiento en la piel, picazón, hinchazón de labios o lengua, e incluso dificultad para respirar.Algunos estudios señalan que ciertos alimentos ácidos y cítricos pueden actuar como desencadenantes de migrañas en individuos sensibles. Si una persona identifica que el limón agrava sus episodios, lo recomendable es reducir o eliminar su consumo.El limón es un aliado natural para la salud, pero no es apto para todos. Quienes sufren problemas digestivos, dentales, renales, alergias o migrañas deben consumirlo con moderación o evitarlo según indicación médica. Como en cualquier alimento, lo más importante es escuchar al cuerpo y consultar a un profesional de la salud antes de incorporarlo en grandes cantidades a la dieta.BB