Miércoles, 20 de Noviembre 2024
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La psicología explica por qué hay personas que NO pueden dormir con ruido o luz

Algunas personas tienen un sistema nervioso más reactivo, lo que significa que son más susceptibles a estímulos externos como ruidos y luces

Por: Brenda Barragán

La incapacidad para dormir en entornos ruidosos o iluminados no es simplemente una cuestión de preferencia; es un fenómeno psicológico complejo que involucra la sensibilidad sensorial, el estrés, la cognición y los hábitos.  UNSPLASH/Sander Sammy

La incapacidad para dormir en entornos ruidosos o iluminados no es simplemente una cuestión de preferencia; es un fenómeno psicológico complejo que involucra la sensibilidad sensorial, el estrés, la cognición y los hábitos. UNSPLASH/Sander Sammy

El sueño es un proceso vital que permite a nuestro cuerpo y mente recuperarse. Sin embargo, hay quienes enfrentan dificultades para dormir en entornos ruidosos o con una iluminación excesiva. Según la psicología, esta problemática puede atribuirse a una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales.

Sensibilidad sensorial

Una de las razones más destacadas es la sensibilidad sensorial. Algunas personas tienen un sistema nervioso más reactivo, lo que significa que son más susceptibles a estímulos externos como ruidos y luces. Según estudios, estas personas pueden experimentar un aumento en la actividad cerebral ante ruidos o cambios de luz, dificultando su capacidad para relajarse y conciliar el sueño.

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Condiciones de ansiedad y estrés

El estrés y la ansiedad juegan un papel crucial en la calidad del sueño. Aquellos que sufren de ansiedad tienden a estar en un estado de alerta constante, lo que les hace más propensos a despertarse por ruidos o cambios en su entorno. La psicología sugiere que el estado emocional puede influir en cómo percibimos los estímulos externos, haciendo que los ruidos comunes se conviertan en distracciones significativas.

Cognición y atención

La manera en que procesamos la información también influye en nuestra capacidad para dormir. Las personas con un enfoque cognitivo más alto pueden tener dificultades para ignorar ruidos o luces, ya que su atención se centra en estos estímulos, interrumpiendo el ciclo del sueño. Esta lucha constante por mantener la atención en el entorno puede llevar a un estado de hiperalerta, dificultando aún más el sueño.

Hábito y adaptación

La falta de adaptación a ambientes ruidosos o iluminados puede ser otro factor determinante. Aquellos que están acostumbrados a dormir en entornos tranquilos pueden tener más dificultades para ajustarse a nuevas condiciones. La psicología del sueño sugiere que la rutina y los hábitos de sueño son esenciales; un cambio en el entorno puede alterar este patrón, llevando a problemas para conciliar el sueño.

Impacto en la salud

Las consecuencias de no poder dormir adecuadamente en entornos ruidosos o iluminados pueden ser significativas. La privación del sueño está asociada con una serie de problemas de salud mental y física, incluyendo ansiedad, depresión y trastornos metabólicos. La falta de sueño reparador puede agravar estas condiciones, creando un ciclo difícil de romper.

La incapacidad para dormir en entornos ruidosos o iluminados no es simplemente una cuestión de preferencia; es un fenómeno psicológico complejo que involucra la sensibilidad sensorial, el estrés, la cognición y los hábitos. Comprender estos factores puede ayudar a desarrollar estrategias para mejorar la calidad del sueño, como crear un ambiente propicio para dormir, practicar técnicas de relajación y, en algunos casos, buscar apoyo profesional. Al final, un sueño reparador es esencial para el bienestar general y la salud mental.

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