La versión eléctrica del Countryman hace su mejor esfuerzo por mantener la diversión que se logra con las de gasolina. Tiene un interior único, emite sonidos de películas o videos juegos, te permite incluso jugar esos juegos, tiene buen arranque y potencia. El tema es que todo eso resulta insuficiente.Claro que por fuera hay una parrilla que recuerda la época en la que MINI no era solo una marca, era también un adjetivo. Hoy, con 4.4 metros de largo total y, en el caso de este auto que probamos ahora, dos toneladas de peso, resulta ser todo menos un mini auto.Cuatro personas viajarán cómodas y hay hasta espacio para equipaje, con 450 litros en la cajuela, detrás del respaldo de la segunda fila. En el puesto del conductor, uno no se siente a sus anchas, pero va bien. El volante es muy grueso y la dirección que controla resulta, digamos, indecisa entre ser dura en manejo y muy ligera en maniobras. Suena adecuado, pero se siente raro.Toda la información del auto se encuentra en la pantalla circular central y no es precisamente sencillo operar cosas simples, como el aire acondicionado. Pero sí puedes conectar un control de videojuegos por Bluetooth y divertirte estando estacionado.Si conectas tu teléfono, sea IOS o Android, verás que solo un cuadrado central en esa pantalla está disponible para esto. Afortunadamente hay botones, aunque sean digitales, como para girar y encender el auto o ajustar y cerrar las ventilas del aire acondicionado.El manejo es bueno y la aceleración, como era de esperarse en un eléctrico, rápida. Cuando pisamos el acelerador con más determinación, el auto emite un sonido como el de las naves espaciales de los Supersónicos. Obviamente la gran mayoría de los que pueden pagar un millón de pesos por uno de estos, se acuerdan de esas caricaturas.El auto es estable, relativamente cómodo y, como agradable sorpresa en un MINI, no presentó ruidos interiores, incluso cuando ya tenía más de 9 mil kilómetros rodados.El tema es la autonomía, que oficialmente es de poco más de 400 kilómetros, lo que limita su capacidad de salir a carretera, justo uno de los lugares donde uno más quiere jugar con un MINI.Sí, el Countryman SE es semejante a un MINI, pero no lo es realmente. Es solo un auto eléctrico más, con poca autonomía, que no nos deja olvidar que pesa dos toneladas y que su velocidad máxima -pecado mayor- está limitada a 180 km/h. En MINI, como en muchas otras marcas, la diversión va ligada a la combustión interna.