Rose McGowan decidió darle un giro profundo a su vida desde hace tiempo y parte de esa reconstrucción fue renunciar a vivir en Estados Unidos y mudarse, de forma permanente según ella, a nuestro país, siendo Tulum el lugar que flechó su corazón.La actriz, a quien muchos recuerdan por haber intervenido en la serie de televisión “Embrujadas” y luego se convirtió en uno de los rostros más notorios del movimiento #MeToo en redes sociales, dio a conocer en una entrevista para un portal de YouTube que ya realizó los trámites correspondientes para poder residir de forma permanente en suelo mexicano.Según lo relató al programa en línea “The Dab Roast”, “acabo de recibir la tarjeta que certifica mi residencia permanente en México. Me siento muy agradecida tras haberla obtenido, ya que esta tierra es realmente mágica y sanadora”, y agregó que es en la Península de Yucatán donde ha encontrado la oportunidad que buscaba para comenzar una nueva vida.La figura, una de las primeras en acusar de abuso al productor de cine Harvey Weinstein, reconoció el pasado mes de junio de 2020 -cuando ya se encontraba afincada en nuestro país-, que ya había encontrado la paz que tanto buscaba, especialmente tras el escándalo mediático y sentir que su carrera se encontraba estancada.“Esa sensación de paz ha llegado finalmente. Esa persona (Weinstein) ya no puede herirme, aunque ha destrozado tantas vidas. Gracias a Dios que el jurado pudo analizar el caso sin verse cegado por toda la basura mediática que había alrededor.Además de la paz, otro motivo que encontró para venir McGowan es el económico, y aseguró que jamás volverá a vivir de manera permanente en los Estados Unidos, aunque eso no significa que esté pensando en renunciar a la ciudadanía.“Sabía que las cosas se pondrían muy mal en Estados Unidos y tuve un momento para decidir dónde quería estar. Mi contrato de arrendamiento estaba en Nueva York, preferí venir a México, donde puedo vivir por un tercio del precio y en mejores condiciones”. Agregó que tratarse una fractura en el brazo en California le había costado 10 mil dólares, mientras que en México fue de 250 dólares.JL
