William Goldman, el sabio guionista de Hollywood que ganó premios Oscar por "Butch Cassidy" y "Todos los hombres del presidente" y acuñó la frase "nadie sabe nada" para resumir el misterio detrás de un éxito de taquilla, falleció a los 87 años de edad.La hija de Goldman, Jenny, dijo que su padre murió la mañana del viernes en Nueva York de complicaciones de cáncer de colon y neumonía. "Mucho de lo que escribió expresa cómo era él y cuál era su esencia", dijo, y agregó que las últimas semanas, mientras Goldman estaba enfermo, fueron una muestra de cuánta gente lo consideró familia.Goldman, quien también convirtió sus novelas "Marathon Man" , "Magic" y "The Princess Bride" en películas exitosas, claramente sabía mejor que la mayoría qué quería la audiencia. No solo fue un exitoso guionista de cine sino un importante doctor de guiones, título de la industria para un escritor que no aparece en los créditos pero que es traído para asesorar y mejorar guiones débiles existentes.Además hizo historia política con la frase "sigue el rastro del dinero" en su guion de "Todos los hombres del presidente", adaptado del libro sobre el escándalo político de Watergate de los reporteros del Washington Post Bob Woodward y Carl Bernstein. El filme fue protagonizado por Robert Redford como Woodward y Dustin Hoffman como Bernstein. Parado en la oscuridad Hal Holbrook, el misterioso hombre apodado Garganta Profunda que ayudó a los reporteros a conseguir evidencia, les dio un consejo: "sigue el rastro del dinero". La frase fue tan citada que pocos se percataron de que nunca se había dicho en la vida real.El guionista y cineasta Aaron Sorkin lo consideraba un mentor."Era el decano de los guionistas estadounidenses y generaciones de cineastas continuarán siguiendo las huellas que dejó", dijo Sorkin en un comunicado. "Escribió tantas películas inolvidables, tantas novelas estruendosas y obras de no ficción, y aunque siempre desearé que haya escrito una más, estaré agradecido por lo que nos dejó".Goldman inició su carrera de escritor tras terminar una maestría en inglés en la Universidad de Columbia en 1956. Cansado del ámbito académico, rechazó la oportunidad de hacer un Ph.D. y en vez optó por escribir, en tan slo 10 días, la novela "The Temple of Gold" que Knopf le publicó.Escribió otras novelas como "Soldier in the Rain", que se convirtió en una película protagonizada por Steve McQueen (titulada en español "Dos sargentos"). Y coescribió una obra de teatro y un musical con su hermano mayor, James, pero ambas fracasaron en Broadway.James Goldman más tarde escribirió la obra histórica "The Lion in Winter", que luego llevó al cine en un filme que le mereció el Oscar al mejor guion adaptado en 1968.William Goldman llegó a ser guionista por accidente luego que el actor Cliff Robertson leyó uno de sus libros, "No Way to Treat a Lady", y pensó que merecía ser llevado al cine. Tras contratar al joven escritor para que creara un guion basado en un cuento corto, Goldman corrió a comprar un libro sobre escritura de guiones. Robertson rechazó el guion, pero le consiguió trabajo para escribir un thriller británico. Después de eso adaptó su novela "Harper" para un filme de 1966 en el que Paul Newman hizo de investigador privado.Alcanzó el éxito en 1969 con "Butch Cassidy", protagonizada por Newman y Redford. Basada en las hazañas de la pandilla de ladrones de la vida real "Hoyo en la Pared ", la cinta dio inicio a su larga sociedad con Redford, que también apareció en "The Hot Rock", "The Great Waldo Pepper" e "Indecent Proposal".Otras películas notables de Goldman fueron "The Stepford Wives", ''A Bridge Too Far" y "Misery". Esta última, adaptada de una novela de suspenso de Stephen King, le mereció a Kathy Bates el Oscar a la mejor actriz en 1990.En 1961 Goldman se casó con Ilene Jones, una fotógrafa con la que tuvo dos hijas: Jenny y Susanna. La pareja se divorció en 1991.Nacido en Chicago el 12 de agosto de 1931, Goldman creció en el suburbio de Highland Park. Se graduó de Oberlin College en 1952 y sirvió dos años en el ejército estadounidense.Pese a todo su éxito como guionista, siempre se consideró a sí mismo un novelista y no veía sus guiones como grandes logros artísticos. "Un guion es un trozo de carpintería", dijo una vez. "Y excepto en el caso de Ingmar Bergman, no es un arte, es un oficio".AC