Cinco décadas de trayectoria musical recibirán un homenaje por parte del conjunto de Nuevo León, Rush Monterrey Tribute (RMT), fundado por Alejandro Figueroa, Claudio Rangel y Teófilo González, una banda que desde 1987 está unida por su gusto por el grupo de rock Rush y por ello le harán un tributo espectacular que tendrá como sede la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas, este próximo 3 de septiembre a las 20:30 horas.Así, Rush Monterrey Tribute es una puesta en escena, que se puede comparar con otros tributos globales como Brit Floyd, Rumours of Fleetwood Mac o Salve a la Reina: Tributo a Queen; aunque aclaran que su show es único en América Latina, pues brinda una experiencia nostálgica, su objetivo es recrear un “Happening experience”, para emular lo que conlleva un show de Rush en vivo. Para el baterista de la banda, Alex Figueroa, “elegir a Rush no es difícil, creo que en el rock progresivo, la banda no ha recibido el reconocimiento que merece, porque necesitamos valorar su legado y nuestra agrupación, hace 25 años, pensó en ese tributo y, ahora que se retiran ellos, tomamos un poco más de fuerza y debimos elegir entre una larga lista de tracks, pero también la producción del show es muy escénica”.En estos términos, dice el baterista, la opinión general es que Rush “es un ícono” y, como tal, “sus integrantes (Neil Peart, Geddy Lee y Alex Lifeson, sobre todo) reconocidos como grandes figuras de la música, virtuosos, lo que los convierte en una banda a quien vale la pena hacer un homenaje, porque se trata de un grupo admirable”. Fue en 1996 cuando en un concierto nace la idea de formar RMT, por parte de Figueroa, para rendir un tributo musical mexicano a la mítica banda admirada y su primer show en Monterrey fue en 1999; cuenta Figueroa que “hace unos 25 años éramos una banda de covers, por entonces Rush aún hacía giras y nosotros buscábamos ir a verlos y pensamos en el proyecto, que tomó fuerza con el lamentable deceso de Peart, pero nosotros, después de ir a sus conciertos más de 40 veces creo que pudimos absorber toda la esencia que presentaron”.La preparación, de este modo, refiere el músico, “demandó mucha precisión al ejecutar, de manera que se genera una ‘experiencia’ capaz de transportar al espectador a la atmósfera de un concierto de Rush; esto porque, al día de hoy, incluimos la misma batería, la plataforma que gira, la marimba eléctrica, los bajos de Geddy y las guitarras (algunas fueron tocadas por Lifeson). Aparte de que eso es como apreciar ‘reliquias’, llama la atención visualmente también porque el arte escénico lo tenemos por igual, lo de ‘Time Machine’, escenografías, juegos de luces y con las pantallas detrás, se soporta la producción visual, donde se cristalizan visiones de la música. Y la cereza del pastel: un ensamble de violines de siete piezas (en la segunda parte del show), que hace todo más emotivo”. Por otra parte, relata el baterista, “la pandemia nos permitió experimentar con los streaming y likes, y la cantidad de nuestros seguidores aumentó exponencialmente (incluso a nivel internacional), gracias a lo cual se escogieron las ciudades para esta gira, que han respondido de forma excelente y creo que en Guadalajara no será la excepción”.En palabras de Figueroa, en un principio “nuestra pubertad musical nos llevaba a no saber en qué nos metíamos, pero al final creo que ese ímpetu nos llevó a especializarnos, es como hacer una maestría de 25 años para tocar solamente a Rush. No seremos los mejores, pero es un orgullo que otros músicos profesionales nos han felicitado, y quedan satisfechos con el nivel”.Por otra parte, el músico piensa que muchos van a los conciertos “con morbo, con una lupa y perfil de sinodal musical; fui a ver a Rush 42 veces y sé que no pasa nada con pequeños errores que no significan mucho para un concierto. Lo que yo disfruto es que la gente sale contenta y transforma esa personalidad en disfrute, su desconfianza en satisfacción; eso es lo que sustenta el compromiso que tenemos”. CT
