La Fórmula 1, máxima categoría del automovilismo, está redefiniendo el concepto de justicia deportiva al integrar la tecnología no solo como una herramienta de asistencia, sino como un motor de cambio legal y procedimental. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha ido más allá de la simple revisión de video, implementando Inteligencia Artificial y una histórica reforma que permitirá a sus Comisarios anular sus propias decisiones, marcando la vanguardia en la búsqueda de la equidad.La base de esta precisión radica en la vasta cantidad de datos que maneja la categoría. Los monoplazas de F1 generan cientos de gigabytes de telemetría por carrera, información vital (ángulo de dirección, presión de frenos, posición del acelerador) que la FIA utiliza para comprender la dinámica exacta de cualquier incidente.Sobre esta base de datos, la FIA ya utiliza la Visión por Computadora e Inteligencia Artificial (IA) para resolver una de las controversias más recurrentes: los límites de pista. La IA procesa automáticamente los frames de video en tiempo real, identificando con rapidez y consistencia si un vehículo ha abandonado los límites. Este sistema alivia la carga del Centro de Operaciones Remotas (ROC), haciendo las sanciones más rápidas y menos subjetivas que en otros deportes.Sin embargo, el cambio más significativo, con vistas a la temporada 2026, es la reforma al Código Deportivo Internacional. Históricamente, solo los equipos podían solicitar la revisión de una sanción si aportaban un "nuevo elemento significativo".Con la nueva normativa, los propios Comisarios de la FIA tendrán la autoridad de iniciar la revisión y corrección de sus fallos si descubren evidencia crucial que no estaba disponible en el momento de la decisión inicial. Este es un cambio de paradigma: la FIA asume el rol de autocorrectora. La tecnología de video y datos funciona como el testigo infalible, permitiendo que la justicia prevalezca incluso días después de la bandera a cuadros, acabando con las polémicas que han definido campeonatos en el pasado.A diferencia de otros grandes deportes, donde la tecnología actúa como un asistente bajo el control final del humano, la Fórmula 1 está integrando la tecnología en el corazón de su sistema legal. Mientras sistemas como el VAR en el futbol o el Ojo de Halcón en el tenis sirven para asistir al árbitro en jugadas específicas, la F1 utiliza la IA para automatizar decisiones objetivas. Al reescribir su código para permitir la autocorrección basada en datos a partir de 2026, la FIA no solo busca mejorar la consistencia, sino garantizar que la precisión tecnológica se traduzca en una justicia final y absoluta.SV