Otra vez EL INFORMADOR tuvo que lidiar con la ausencia del Tricolor en una Copa del Mundo.Y es que el equipo azteca tenía para entonces la mala costumbre de estar en un Mundial y en otro no, a partir de México 1970. Para Italia 1990 no clasificó porque ni siquiera pudo participar en las eliminatorias. Dos años antes el futbol nacional pasó la gran vergüenza de su historia al ser marginado de toda competencia oficial de la FIFA, por alterar las edades de varios futbolistas en una fase previa para un Mundial Juvenil.El 8 de junio de 1990 la portada de deportes de este diario no se anda con rodeos; el Mundial está por comenzar y el sentimiento, pese a la ausencia del Tri, es unánime: “El mundo hoy, un balón de futbol”. Ahí se da cuenta además del duelo inaugural entre el campeón Argentina y Camerún, equipo que sería una de las grandes sorpresas en la historia de la Copa del Mundo.De hecho, las noticias de los africanos empezaron pronto y al día siguiente esta casa editorial da cuenta de la victoria de los cameruneses sobre el campeón en el primer duelo de un evento atípico.Roger Milla, el atacante camerunés, robó protagonismo a las grandes estrellas del momento, que vieron cómo el africano marcó cuatro goles en el certamen y guio a su escuadra nacional hasta los Cuartos de Final del evento, tras ser primero de su grupo y eliminar a Colombia en Octavos.También fue en Italia 90 donde Argentina venció a Brasil con una sola llegada, luego de ser arrinconados en su portería sin que los amazónicos supieran anotar. “Diego Maradona hizo una jugada genial en todo el partido, y Argentina eliminó a Brasil”, dice la crónica de EL INFORMADOR del 25 de junio.Los campeones siguieron su camino en el evento a tropezones, pero sin dejar de avanzar. Habían calificado en tercer lugar a Octavos de Final donde dieron cuenta de los brasileños, para después recurrir a un ilustre desconocido, su arquero Sergio Goycochea, quien fue vital para eliminar a Yugoslavia y luego a Italia en Cuartos y Semifinales. Una foto del arquero de la albiceleste recostando hacia su izquierda para detener el disparo de Aldo Serena, fue la foto principal de la portada de este diario el 4 de julio.Así, Argentina se volvió el equipo más odiado en una Final donde de manera insólita los italianos volcaron su apoyo a Alemania. Los germanos se coronaron gracias al penalti más polémico en la historia de la Copa del Mundo, sancionado por el representante del arbitraje mexicano, Edgardo Codesal. Maradona, frustrado, se volvió puro llanto, pero EL INFORMADOR no se anduvo con cortapisas: “Resultó decepcionante la Final del Mundial”, sentencia en una cabeza de su portada.En 1988 el famoso caso de los “cachirules” dejó a todos los equipos nacionales sin la posibilidad de jugar durante dos años en cualquier competencia oficial, lo cual le impidió participar en las eliminatorias para el Mundial de Italia 1990.El viernes 1 de julio de 1988, EL INFORMADOR cabeceó y a la vez sentenció: “Vergonzoso castigo al futbol mexicano”. La sanción es consecuencia de la alteración de cinco registros de nacimiento de jugadores mexicanos, que participaron en partidos clasificatorios al Mundial Juvenil de Arabia.Al día siguiente, esta casa editorial da cuenta de que el directivo Rafael Lebrija encontró un culpable del “cachirulazo”: la prensa.
