Sábado, 20 de Abril 2024

Líder indiscutible, aspecto de campeón

Dos puntos son lo único que separa al Real Madrid de su trigésimo cuarto título de LaLiga; los merengues suman 9 victorias en los 9 encuentros que se han disputado tras el receso por la pandemia

Por: EFE

Una victoria o dos empates es lo único que necesita el Real Madrid para proclamarse campeón. TWITTER/@realmadrid

Una victoria o dos empates es lo único que necesita el Real Madrid para proclamarse campeón. TWITTER/@realmadrid

Dos puntos le bastan ya para ser campeón de la Liga al Real Madrid, que ya siente el título casi suyo, lanzado por un momento imponente desde la reanudación del torneo, ganador de cada uno de los nueve duelos disputados desde entonces, resolutivo en cada compromiso y un líder irrebatible, cuyo último triunfo lo construyó en cuarto de hora en Granada (1-2) y lo retuvo en el tramo final con Thibaut Courtois y Sergio Ramos.

Una victoria o dos empates. Nada más le separan ya de su trigésimo cuarto título de la Liga, pero también el primero desde 2017 o apenas el tercero en esta década. La primera ocasión es en el estadio Alfredo Di Stéfano de Valdebebas con el Villarreal, este jueves. La última, el domingo en Leganés. Si el Barça pierde, ni siquiera necesitará eso.

Hasta tal margen de error tiene el Real Madrid, que en cuarto de hora había golpeado dos veces en Granada, con dos goles de Ferland Mendy y Karim Benzema. Luego sufrió, por el gol de Darwin Machís y la reacción de su rival. Pero ganó. Otra vez. Porque, por ejemplo, tiene a Thibaut Courtois y a Sergio Ramos, que privó a su rival del 2-2 casi bajo la línea.

Su última derrota data del 8 de marzo. Después, ha devorado todos los puntos con una ambición inagotable, pero también con contundencia defensiva (nada más ha recibido tres goles en ese tramo) para tomar la cima y afianzarla con una expresiva firmeza. Nueve victorias: 27 de 27 puntos.

Las matemáticas aún sostienen que hay Liga. El resto de perspectivas, no tanto. Al momento imparable del Real Madrid sólo surge una oposición renqueante hasta que no se demuestre lo contrario, porque el Barcelona venció en Valladolid, pero sufrió como ya es habitual, siempre al filo de la decepción. Ya no tiene rotundidad, sólo la muestra de vez en cuando, como por ejemplo hace dos jornadas en Villarreal. Pero tiene recursos. En el Nuevo Zorilla fue Arturo Vidal, a pase de Lionel Messi. Aún necesita mucho más para creer en la Liga: no sólo ganar él -a Osasuna en casa y Alavés fuera-, sino que el líder no lo haga ninguna vez.

JL

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