La Casa ITESO Clavigero fue la sede de la ceremonia de entrega del Premio Enrique Nafarrate Mejía. Otorgado por la Asociación de Egresados de Arquitectura del ITESO, en esta edición 2019 el reconocimiento fue para el arquitecto Gabriel Casillas Moreno, arquitecto egresado de la universidad jesuita, además de profesor de la misma y arquitecto que se desempeñó en los sectores público y privado. Gabriel falleció poco después de haberse anunciado como ganador.El jurado que dictaminó a Casillas Moreno como receptor del premio fue compuesto por los arquitectos Enrique Nafarrate Mejía (miembro vitalicio del jurado), Jorge Tejeda, Ignacio Castiello, Álvaro Amezcua, Rafael Plascencia, Laura Elena Barba, Álvaro Morales y Fernando Fernández. El premio incluye una presea diseñada por Jorge Tejeda. En la sesión, Alejandro Ramírez Gasca fue el encargado de dar lectura a una semblanza biográfica sobre el homenajeado, preparada por Sofía Casillas, hija de Gabriel.Tapatío nacido en 1944, Gabriel Casillas fue miembro de la primera generación de arquitectura del ITESO, colaborador en un principio de Fernando González Gortázar para después incursionar en la arquitectura con su despacho propio. En la función pública, fueron varios los hitos que tuvo en su carrera: fue director de Estudios Especiales en el Departamento de Planeación y Urbanización, director del Instituto Promotor de la Vivienda, entre otros cargos más, en el gobierno de Jalisco, director de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Puerto Vallarta, además de varios cargos en el Ayuntamiento de Guadalajara. Entre sus gestiones estuvo la conservación del patrimonio, la planeación urbana y revivir el Centro de Guadalajara.Con más de medio siglo de actividad en la disciplina, Gabriel cosechó amistades a partir del contacto con sus colegas, desde los inicios al estudiar la carrera. En la celebración a su memoria en la Casa ITESO Clavigero se dieron cita muchos de estos amigos y colegas, quienes brindaron palabras en su recuerdo.Fernando Fernández, uno de los primeros en tomar la voz, comentó que por instrucciones de Gabriel en la velada se bebería tequila, con un caballito diseñado ex profeso para la noche. Fernando Evocó las charlas con el arquitecto; además, destacó la labor de Gabriel como fundador de la Procuraduría de Desarrollo Urbano del Estado, la primera en México. Por su parte, Álvaro Morales resaltó su relación con el arquitecto como un gran maestro, “con todo lo que implica esta palabra”. Afirmó también que durante su etapa en la docencia dejó una marca en las nuevas generaciones.Hacia el final de la velada las intervenciones de Felipe y Mito Covarrubias cautivaron a los asistentes, con humor y buenos recuerdos que se remontaron hasta el curso propedéutico de arquitectura. Felipe detalló varias historias personales con Gabriel Casillas, como uno de sus últimos encuentros en el que le pidió que se hiciera cargo del diseño de los caballitos con los que se brindó esa noche. Finalmente, Mito Covarrubias pidió que se bajaran las luces del lugar, para compartir una proyección de fotografías mientras leía y compartía reflexiones sobre el arquitecto.
