A lo largo del tiempo se han escuchado cientos de historias donde los canes ayudan y protegen a sus amos e inclusive a sus congéneres. En China un nuevo caso de este tipo surgió cuando un perro se negó a abandonar el cadáver de su compañero al ser atropellado. Pese a las extremas condiciones climáticas en la región donde la temperatura alcazaba -16°C por las noches, el pequeño can permaneció recostado junto a su amigo durante un largo periodo de tiempo. Cuando un ciudadano decidió mover el cadáver y sepultarlo al pie de un árbol, el sobreviviente lo acompañó hasta el último momento. El hecho fue grabado por varias personas que transitaban por el lugar y una recopilación de ello fue subida a YouTube. EL INFORMADOR / PEDRO GARCÍA