Sábado, 21 de Junio 2025
Tecnología | La máquina de circulación extracorpórea o máquina corazón-pulmón asume las funciones del corazón

Los bisturís se reinventan para sanar corazones

Los trastornos cardiovasculares y las enfermedades coronarias constituyen la primera causa de muerte adulta en el mundo

Por: SUN

CARACAS, VENEZUELA.- Los trastornos cardiovasculares y las enfermedades coronarias constituyen la primera causa de muerte adulta en el mundo. Alexis Bello, director del Hospital de Clínicas Caracas, asegura que las cardiopatías acaban con 12 millones de vidas al año.

Afortunadamente, los avances tecnológicos en la cirugía cardiovascular tienen como misión disminuir la tasa de mortalidad por los efectos de estas patologías. No existe duda en que el principal problema cardiovascular es la enfermedad coronaria. Las obstrucciones arteriales por consumo de colesterol o por la formación de un coágulo sanguíneo afectan alrededor de 25% de la población mundial.

La enfermedad coronaria desencadena males peores como la angina de pecho un dolor intenso en la cavidad torácica, la arritmia que genera irregularidades en el ritmo natural del corazón y el infarto. Estos males representan la principal causa de muerte en el continente americano. En la cura de esta condición se centra la mayoría de los esfuerzos de la cirugía cardiovascular.

Tan sólo en el año 2006, se realizaron alrededor de 525 mil bypass coronarios y sustituciones valvulares en Estados Unidos. Modernización y alternativas. La cirugía de bypass aortocoronario se practica desde 1967. Consiste en tomar un fragmento de una vena de la pierna o una arteria del pecho para sortear una sección de una arteria coronaria dañada. De esta manera, se crea una nueva ruta por la que puede fluir la sangre.

Alfonso Benedetti, experto en cirugía cardiovascular, explica que la cirugía de bypass coronario no contó con toda la certeza de los expertos en la materia, es decir, fue de la que más dudaron, pero es la que ha aportado mejores resultados. La cirugía de bypass corona rio ha mejorado su técnica gracias a los avances tecnológicos.

Uno de estos avances se ve re flejado en la máquina de circulación extracorpórea o máquina corazón-pulmón, cuya misión es asumir las funciones del corazón durante la intervención quirúrgica. La máquina bombea y oxigena la sangre y luego la devuelve a los órganos principales, permitiendo que los cirujanos operen con mayor precisión, ya que el corazón no se está moviendo.

Benedetti explica que se pue de realizar la misma intervención cardiaca sin detener el corazón. Asegura que desde los años 80 se mantiene un debate sobre cuál procedimiento es mejor; sin embargo, sólo 25% o 30% de los cirujanos realizan la cirugía de bypass coronario sin máquina de circulación extracorpórea. Aunque la cirugía sin detener el corazón es más sencilla y menos invasiva, sólo son candidatos aquellos pacientes cuyas obstrucciones puedan sortearse a través de una pequeña incisión y tienen bajos riesgos de sufrir complicaciones.

Otra técnica para tratar el aporte deficiente de sangre al corazón por una arteria obstruida es la revascularización transmiocárdica con láser, que consiste en crear pequeños canales en el músculo cardíaco con la acción del láser para que la sangre pase directamente al órgano desde alguna de sus cavidades. Éste método resulta menos invasivo que la cirugía de corazón abierto, requiere una incisión minúscula y, por realizarse mientras el corazón late, no es necesaria la utilización de una máquina de circulación extracorpórea.

Los expertos aseguran que éste es un procedimiento al que se debe acudir como último recurso, ya que la cirugía de bypass coronario resulta más efectiva. Los pacientes que se hayan sometido en repetidas oportunidades a intervenciones de bypass coronario son buenos candidatos para esta técnica con láser. Ateroma, enemigo derrotable.

La principal causa de la enfermedad arterial coronaria es la arteriosclerosis; ésta se origina cuando se daña la capa que reviste el interior de la arteria, produciendo una sustancia cérea llamada placa dentro de las arterias que irrigan el corazón. Existen dos tipos de placa: dura y blanda. La mayoría de los ataques cardiacos son producidos por la placa blanda. Un método percutáneo para tratar la placa que obstruye las arterias es la angioplastia con balón, que consiste en utilizar un catéter con un pequeño globo o balón en la punta, el cual es inflado en el lugar de la obstrucción de la arteria para comprimir la placa contra la pared arterial.

El tiempo de recuperación de este procedimiento es más corto que el del bypass coronario, aunque 35% de los pacientes corre el riesgo de sufrir obstrucciones adicionales en la zona tratada en los meses siguientes a la intervención. Este método es comúnmen te reforzado con la colocación de un stent, una malla metálica que se coloca alrededor del catéter con el globo; cuando éste se infla, la malla metálica se adhiere a la pared arterial y se mantiene ahí una vez retirado el catéter.

El uso del stent disminuye en 15% la reincidencia de acumulación de placa en la zona tratada con angioplastia. De la angioplastia se derivan otras técnicas más radicales, como lo son la aterectomía, en la cual un catéter con cuchillas rotatorias corta la placa de las paredes de las arterias. La ablación láser, por su parte, utiliza un catéter con un haz de fibra óptica que quema la placa y abre la arteria para la libre circulación sanguínea. Una salida a tiempo.

Un aneurisma es una dilatación en forma de bolsa en las paredes de los vasos sanguíneos. Éste se produce cuando las paredes de los conductos tienen alguna debilidad y la continua presión sanguínea hace que se forme una ampolla. Según Benedetti, estas deformaciones son asintomáticas en 90% de los casos, pero la ruptura del aneurisma producirá una hemorragia, que en 50% de los casos lleva a la muerte.

Sin embargo, una cirugía para la reparación del aneurisma promete ser exitosa en 98%. Un método para tratar los aneurismas es la cirugía abierta o convencional, en la cual se abre el aneurisma y se sustituye el segmento ampollado por una prótesis sintética. El tiempo de recuperación de esta cirugía no sobrepasa la semana, pero el paciente deberá limitar el consumo de grasa y colesterol durante el resto de su vida.

Una técnica no quirúrgica para tratar los aneurismas fue creada por los cardiólogos del Instituto del Corazón de Texas. Por medio de un catéter, se introduce un stent-graf en la arteria dañada que servirá de barrera entre la pared arterial y el flujo de sangre. Aunque esta técnica no elimina el aneurisma, evita que se rompa o crezca en un alto porcentaje de los casos. El tiempo de recuperación tras este procedimiento no excede las 24 horas, y el paciente podrá estar despierto mientras se le practica. Benedetti argumenta que los pronósticos de efectividad postratamiento de ambos métodos son excelentes.

Pacientes intervenidos hace 25 años se encuentran hoy en perfectas condiciones, comentó. Un puente a la vida. La función de las válvulas cardiacas es mantener el flujo unidireccional de la sangre, al abrir o cerrar sus puertas, llamadas valvas. En las valvas se pueden desarrollar condiciones de tratamiento quirúrgico como lo son la estenosis, que ocurre cuando las valvas no se abren lo suficiente como para que fluya la cantidad de sangre necesaria, y la regurgitación, que es una imposibilidad de las valvas de cerrarse completamente, produciendo un escape de sangre.

Entre las operaciones quirúrgicas para tratar estas condiciones se encuentra la sustitución de la válvula por una válvula biológica, hecha de tejido animal o humano, o por una válvula mecánica, hecha de plástico o metal.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones