Los avances de la 'tecnología vestible'

GUADALAJARA, JALISCO (22/JUL/2015).- Desde tiempos casi inmemorables es que la tecnología ha estado presente en la humanidad. Desde lo más sencillo hasta lo mas complicado. "El primer 'wearable' en existir fue la armadura medieval", comenta Uriel Ramírez en el escenario Venus del Campus Party Jalisco.  
 
El ponente dio un paso por los 'wearables' más destacados de los últimos años. Es así que recordó aquel reloj lanzado en la página de apoyo Kickstarter que consistía en un accesorio con pantalla de tinta inteligente, gadget que daría paso a los ahora conocidos Motorola 360 o Apple Watch.
 
También recordó los ahora desparecidos Google Glass que tal vez se revelaron antes de su tiempo. Analizó y concluyó que tal vez este accesorio se adelantó a su tiempo y por ello su éxito no fue el esperado.
 
Pero qué son exactamente los 'wearables'. Con Google Glass puestos, el desarrollador Android aclara de una manera muy sencilla que un 'wearable' no es nada más y nada menos que tecnología que se puede vestir y esta tecnología no precisamente es aquello que podemos ver en la actualidad sino elementos que existen entre nosotros desde tiempos casi inmemorables.
 
En la conferencia "¿Qué hemos aprendido de los 'wearables'?" Uriel Ramírez detalló que cualquier 'wearable' es un elemento que se puede vestir, que tiene un contexto para su uso correcto y que en el este contexto puede proveer información puntual.
 
Es por ello que los 'wearables' más destacados son aquellos que pueden servir como accesorios. Como parte de esta "tecnología vestible" tenemos a algunos de los más exitosos como los relojes, gafas e incluso la tela misma.
 
Ante esto, señaló que hemos aprendido que la era de los 'wearables' está en pleno apogeo y que incluso este es el momento perfecto para invertir en 'wearables'. Además aclaró que aún falta mucho por descubrir y que este tipo de tecnología avanzará al grado de poder vestirla en prendas. Por esto es que mostró un prototipo de tela que reacciona ante la fricción de las manos.
 
EL INFORMADOR / JONATHAN ALCARAZ