El Julio Verne volverá a elevar la órbita de la Estación Espacial

MOSCÚ, RUSIA.- "La corrección de la órbita, que será elevada en unos cuatro kilómetros, se efectuará con ayuda de los propulsores de la nave europea, acoplada a la Estación Espacial", dijo un representante de la ESA a la agencia Interfax.

El funcionario recordó que la corrección se realiza para colocar la EEI en una órbita que garantice condiciones óptimas para el enganche de las naves rusas Progress M-65 y Soyuz TMA-13, que serán lanzadas en septiembre y octubre próximo, respectivamente.

La altura de órbita promedio de la EEI, actualmente tripulada por los rusos Serguéi Vólkov y Oleg Kononenko y el estadounidense Greg Chamitoff, habitualmente oscila entre los 360 y 330 kilómetros.

La plataforma pierde entre 100 y 150 metros de altura cada día a causa de la gravitación terrestre, la actividad solar y otros factores, por lo que tres o cuatro veces al año se realizan correcciones de su órbita con ayuda de los motores de las naves de carga.

El primer carguero europeo fue lanzado el pasado 9 de marzo desde el cosmódromo de Kurú, en la Guayana Francesa, y se acopló a la EEI el 3 de abril, con una carga de equipamiento científico, alimentos, agua y oxígeno para los tripulantes de la plataforma orbital.

Julio Verne debía ser desenganchado de la estación este mes de agosto, pero los centros de control de vuelos ruso y europeo prolongaron su estancia hasta septiembre tras calcular la cantidad del combustible que resta, superior a lo estimado anteriormente.

Al desengancharse de la EEI y hundirse en el océano, el carguero europeo liberará a la plataforma orbital de hasta 6.400 kilogramos de basura y equipos científicos obsoletos.

El carguero ruso Progress M-65 será lanzado hacia la EEI desde el cosmódromo kazajo de Baikonur el 10 de septiembre, y el 12 de octubre tomará vuelo la nave Soyuz TMA-13, que llevará a la plataforma orbital a su próxima tripulación.

En la Soyuz viajarán a la EEI el cosmonauta ruso Yuri Lonchakov y el astronauta norteamericano Mike Fink, así como el próximo turista espacial, Richard Garriott.

El turista espacial, creador de juegos informáticos e hijo del ex astronauta estadounidense Owen Garriott, ha tenido que desembolsar 30 millones de dólares para hacer realidad su sueño de viajar al cosmos.

Durante los nueve días que permanecerá en el espacio, Garriott tiene intención de realizar experimentos científicos, como el estudio de la cristalización de las proteínas en condiciones de ingravidez.