Vocación urbana

GUADALAJARA, JALISCO (17/OCT/2015).- Apariencia, imagen, equipo. De esto se trata la más reciente de las versiones de la pickup de tamaño completo de Ram, la Laramie Limited. Su intención es conquistar a los que les gustan lo que ofrece la Longhorn, pero prefieren un aspecto menos rural.

Resultó perfecto que el evento se hiciera en la frontera entre México y Estados Unidos, más precisamente en Tijuana y Ensenada. Porque la Ram Limited es un poco de cada país, una mezcla de gustos y aptitudes, diseñada para satisfacer al que no necesita una pickup como vehículo de uso personal, pero la quiere y puede pagar por ella. Ya sin las filigranas de la Longhorn; sin el doble tono de la pintura exterior de aquélla; sin la cara de hecha para el rancho que tiene su hermana de la que usa todos los “fierros”.

Todo empieza, claro, por fuera. Al frente hay una nueva parrilla con elementos verticales y diagonales, por supuesto cromados con alto brillo, como manda el segmento. En el centro ya no está el famoso carnero, que dejó lugar a un enorme logotipo con las tres letras del nombre de la marca. Bueno, parece grande cuando miras la Limited por primera vez, pero cuando la ves pasar y percibes el mismo logotipo en la tapa de la batea, te das cuenta del verdadero significado de la palabra enorme. Queda claro que FCA (Fiat Chrysler Automóviles) quiere recordar a todos que Ram es una marca, no una división de camionetas dentro de Dodge, como solía ser en un pasado nada distante.

El ambiente de lujo interior es impecable. Los terminados son los mejores de su categoría, con piel de muy buena calidad; madera de brillo exquisito; una gran consola central con porta-vasos y espacio para guardar prácticamente lo que sea.

En la parte baja del centro del tablero hay una toma de corriente de 115V. Arriba una pantalla de ocho pulgadas, táctil, que usa el buen sistema U-Connect. Obviamente hay más lujos como el aire acondicionado digital de doble zona con salida posterior; quemacocos sencillo sobre las cabezas de los ocupantes de la primera fila de asientos; bolsas de aire frontales, laterales y de cortina; una perilla para que controlemos la caja automática de ocho velocidades, lo que ahorra mucho espacio; doble guantera; navegación por GPS, entre otros. Todo muy bien, pero dos cosas se extrañan y mucho. La primera es al menos un par más de entradas USB, ya que una sola es muy poco hoy en día. Otra: agarraderas laterales en el techo, para confort general.

Conducción superior

Lo mejor de la Ram Limited es su manejo. La suspensión trasera con resortes en lugar de muelles se encarga de ofrecer un nivel de suavidad y estabilidad que no se encuentra en ninguna de sus rivales. Curiosamente el antes imbatible motor de cámara de combustión hemisférica, el famoso Hemi, ya no es rey de la potencia. Enemigos como las Chevrolet Cheyenne High Country y GMC Sierra, con su motor V8 de 6.2 litros, además de la Lobo Platinum con su V6 bi-turbo de 3.7 litros, dejan atrás a la Ram Limited que sufre por su exceso de peso. Que nadie se equivoque, ésta no es una camioneta lenta, todo lo contrario. Pise fuerte el acelerador y la respuesta será firme, sólida e inmediata, pero la Ram ya no es la líder en este aspecto, aunque lo sigue siendo en manejo, confort, terminados, suavidad y tecnología.

¿A qué nos referimos con tecnología? Primero la caja de ocho velocidades que la Ford, pese a su turbo y el magnífico V6 que tiene 10 libras-pie de torque a más que esta Ram, aún no posee. Luego, la suspensión de altura ajustable que facilita la vida cuando nos encontramos en un terreno difícil de vencer, como lo comprobamos en las hermosas montañas que rodean el valle de Guadalupe, en la reconocida región vinícola de Ensenada, en Baja California. En la más baja la Ram muestra su intimidad con las curvas, mucho mayor que la que tienen la Ford y las GM. Este conjunto aunado a la capacidad del motor de desconectar hasta 4 cilindros, hace que la Ram compense un poco su peso excesivo y pueda, cuando conducida con cuidado, llegar a un nivel de consumo de combustible que en ciudad puede ser de sorprendentes 6 km/litro.

El que vive en zonas urbanas, disfruta una pickup con mucho poder, altura, espacio y lujo, ya no tiene que sentirse apenado por la tal vez excesiva inclinación de la Longhorn hacia los gustos más adecuados a los ranchos que a las urbes. Con la Laramie Limited, lo único que tiene que hacer es verificar si su cuenta bancaria está robusta lo suficiente como para permitirle hacer un cheque por 771 mil 900 pesos. Luego, será solo disfrutarla como lo hicimos en un par de días tan magníficos como esta camioneta.

EL INFORMADOR/ SERGIO OLIVEIRA