Suplementos | Replantamos el árbol de la calle por quinta vez Un árbol en la calle Replantamos el árbol de la calle por quinta vez. Su sede es una jardinera bastante amplia a la vuelta de la casa Por: EL INFORMADOR 21 de febrero de 2016 - 00:25 hs Replantamos el árbol por quinta vez. Esta ciudad no tiene remedio. EL INFORMADOR / ARCHIVO GUADLAJARA, JALISCO (21/FEB/2016).- Replantamos el árbol de la calle por quinta vez. Su sede es una jardinera bastante amplia a la vuelta de la casa. Uno difícilmente pensaría que estar allí resultaría riesgoso. Pero lo es. Cinco caídas en menos de tres meses. La primera fue, posiblemente, accidental. En la calle juegan de cuando en cuando algunos niños (aunque la costumbre se va perdiendo, salvo al interior de los maléficos cotos) y algún balonazo lo mandó al suelo. Salió con todo y raíz y hubo que recolocarlo. La segunda fue culpa de la negligencia de un ciclista (aunque son unas de las principales víctimas de nuestra inveterada condición de cavernícolas viales, no todos los ciclistas son ángeles), que intentó rebasar a unos peatones encima de la banqueta (cuando debería haber circulado solamente por la calle) y tumbó el arbolito otra vez. Al menos, hay que reconocerle, el tipo se bajó de la bicicleta e hizo unos intentos tibios de arreglar el desperfecto. Como no pudo hacerlo bien (o tenía demasiada prisa para seguir intentándolo) dejó el árbol a medio enterrar. Con un poco de paciencia extra quedó listo. La tercera caída estuvo a punto de acabar con la historia. Un automóvil decidió que la calle no era suficiente y era necesario estacionarse trepando las dos llantas del costado derecho a la banqueta. Se llevó por delante al árbol una vez más. El golpe debe haber sido mucho mayor que los anteriores, porque parte de las raíces se desprendieron. El jardinero a quien le ofrecimos 50 pesos para que lo replantara dejó muy claro que a lo mejor brotaban más raíces, sí, pero quizá el destino estaba echado y la planta se secaría. Cobró otros 30 pesos por añadirle un abono que, presuntamente, ayudaría a que eso fuera menos probable. A la mañana siguiente resultó que el abono mágico atraía poderosamente el olfato de los perros y que, durante la noche, algunos de ellos se las habían ingeniado para cavar y comérselo. El pobre árbol había sido sacado de su lugar por cuarta vez. He dedicado varias tardes a repensar el problema y no he sido capaz de resolverlo. ¿Por qué el abono entusiasmó de esa manera a los canes? ¿Y si no era abono, qué rayos puso el jardinero ahí? ¿Frijoles refritos? ¿Carne en su jugo? Misterio. Pese a ese pasado tumultuoso, el árbol pasó casi todo el año anterior en santa paz. Consiguió enraizar y hasta echar algunas ramas. Ha crecido el doble de su tamaño original, lo que nos ha dejado cierto espacio para la esperanza. Asegurarse de que tenga agua en secas, que no se emplague en lluvias y no sea devorado por hormigas o gusanos quemadores en toda ocasión es un trabajo arduo. Como no tenemos la experiencia y la sabiduría de los expertos, lo miramos crecer con escepticismo. No hay nada que dure para siempre. La única pregunta es en cuál momento algo terminará. Los motivos pueden ser múltiples. La quinta caída lo demuestra. Una vecina, anciana y dulce, decidió que un árbol en sus alrededores resultaba alarmante. Si llegaba a crecer, en unos 20 años las hojas que caigan de sus ramas serán numerosas y si soplan vientos huracanados y las hacen cruzar la calle, será un fastidio barrerlas. ¿Cuál es la mejor solución? Pues sacar al árbol, ayudada por los amables mozos del camión de la basura. Menos mal que le caímos en la movida. Ante el amago de que llamaríamos al Ayuntamiento (los muchachos del camión de la basura huyeron cuando comenzamos tomar fotos), la mujer aceptó la derrota. Replantamos el árbol por quinta vez. Esta ciudad no tiene remedio. Temas Tapatío Antonio Ortuño Lee También KIVA Inversión inmobiliaria integral presenta Atriva, esencia viva Sociales: Nice de México celebra su 29 aniversario El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Sociales: Torneo de golf “Por más sonrisas” Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones