Sólo para unos cuantos

El que esperaba una camioneta compacta de Toyota, tiene en este momento una oportunidad de hacerse de una. Pero necesitará actuar rápidamente porque la Rush será vendida como una edición limitada. ¿Vale la pena? Veamos.

Cuando cambió la RAV-4 en 2006, para dejar de ser la “cute ute” (algo así como la “camionetita mona”) y transformarse en un vehículo de dimensiones mucho más generosas, muchos quedaron sin opción. Al menos dentro de la marca Toyota. De alguna manera, éstos esperaban un producto que la sustituyera y la Rush parecía ser ese vehículo. Pero no lo fue. Después de haber confirmado su arribo a finales del año pasado, incluso entrenado su fuerza de ventas y servicio y de haber importado 680 unidades, Toyota puso reversa al proyecto. El motivo fue el precio. Si la Rush fuera ser vendida hoy al público como un vehículo de la línea regular de Toyota, costaría 235 mil pesos. Muy arriba de lo que el mercado soportaría. Y demasiado cerca de la Rav-4, que es un vehículo superior en todos los aspectos.

Para desplazar a las 680 unidades que ya estaban en México, la marca la ofreció a los trabajadores de la empresa, incluyendo aquellos que laboran en sus distribuidores. Logró vender 400. Las 280 restantes están siendo ofrecidas al público, pero sin anuncios, sólo por la fuerza del “boca a boca”, hecha por cada uno de sus distribuidores.

La Rush es una camioneta que usa como base una carrocería tipo monocasco reforzado. La tracción es trasera, pero en algunos países se vende con fuerza en las cuatro ruedas. Por su tamaño, la Rush sería una competidora directa de la Ford EcoSport. Sobre ésta, tiene ventajas como los terminados interiores de una calidad infinitamente superior, pero tiene la desventaja de no contar con frenos con ABS, mientras que la Ford sí cuenta con una versión con el sistema, aunque cuesta más.

El diseño de la Rush es agradable. Se ve moderna, alta y compacta. Llama la atención en la calle y la gente quiere saber si ya está a la venta, cuánto cuesta, etcétera. Los faros son grandes y la parrilla algo chica. Los costados son limpios y en la trasera se destaca la llanta de refacción con cubierta.

El interior es lo mejor de la Rush. Amplio, bien diseñado, excelentemente terminado y muy ergonómico, uno se siente a gusto en cualquiera de sus plazas, excepto, claro, si van tres personas y no dos en el asiento trasero. La visibilidad de buena y la posición de manejo muy cómoda. El equipo es adecuado y cuenta con doble bolsa de aire frontal; estéreo con CD y entrada auxiliar; cristales, espejos y seguros con accionamiento eléctrico y aire acondicionado.

La cajuela tiene buen tamaño y ofrece 380 litros de capacidad, que pude aumentar a casi 800 litros con el respaldo de los asientos traseros abatidos, lo que deja un gran piso plano, muy útil.

El manejo de la Rush es algo duro. La suspensión es rígida y esto le quita algo del confort que uno obtiene gracias a su buen espacio interior. La dirección es buena, relativamente rápida y suave. En ciudad, donde la Rush más a gusto se encuentra, su tamaño le proporciona una gran agilidad y facilidad de estacionamiento, lo que es ayudado por la excelente maniobrabilidad y el reducido diámetro de giro.

El motor es derivado de la máquina del Yaris y resulta chico, a pesar de que su torque fue incrementado para responder mejor al peso de la Rush. La aceleración es lenta y la máquina resulta algo ruidosa cuando le pisamos más fuerte. Esto es comprensible, porque queremos una mejor respuesta y al exigirle más, éste reclama un poco. Para llegar a los 100 km/h, fueron necesarios 14.8 segundos y, al no contar con frenos ABS, no le hicimos la prueba de frenado para no dañar sus neumáticos.

En carretera hay que estar consciente de sus limitaciones de poder y a su elevada altura. Al no contar con ABS, tampoco tiene mecanismos electrónicos de ayuda de estabilidad y esto puede transformar en arriesgado cualquier intento de conducción más espirituosa. El parco poder de la máquina ayuda a que sea difícil excederse en los límites. Subir pendientes prolongadas debe ser hecho con mucha paciencia. En algunos casos, es hasta recomendable apagar el aire acondicionado.
Quienes la compren estarán adquiriendo un vehículo muy exclusivo, pero esto tiene un precio. En la hora de comprar la Rush, hay también que firmar un contrato en el que el cliente reconoce que se trata de una edición limitada y que esto implicará un servicio más lento en los talleres de sus distribuidores, tanto para reparaciones como para reposición de refacciones.

¿Hubiera funcionado la Rush en México? Tal vez sí, en función de la fuerte atracción que las camionetas aún ejercen sobre el público nacional. Pero hay motivos lógicos para pensar que el que la compre, sólo lo hará por esto. O, en este caso, por la oportunidad única de tener un vehículo exclusivo por tan solo 184,900 pesos. Pero si la razón habla con más fuerza que la emoción, un Corolla LE con precio de 188 mil pesos, que incluye ABS y tiene más motor, seguridad y equipo, resulta una elección mucho más lógica. Toyota de México, pues, nos parece que tuvo razón en no traer la Rush.

Sergio Oliveira

Ficha Técnica

Toyota Rush

Motor: Frontal longitudinal; cuatro cilindros en línea; 1.5 litros de desplazamiento; DOHC; 16 válvulas; inyección de combustible secuencial multipunto; Potencia- 107 cv a 6,000 rpm. Torque- 104 libras-pie a 4,400 rpm.

Tracción: Trasera.

Transmisión: Manual de cinco velocidades (5+R).

Suspensión: Delantera- Independiente, de tipo McPherson, con resortes helicoidales y barra estabilizadota. Trasera- Eje rígido, con resortes helicoidales.

Frenos: Delanteros de discos ventilados, posteriores de tambor.

Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.

Dimensiones y capacidades:

Largo/ Ancho/ Alto (mm)

4,095/ 1,695/ 1,740

Distancia entre ejes: 2,580 mm

Peso- 1,265 kilogramos.

Tanque- 50 litros.

Cajuela- 373 litros.

Precio: 184,600 pesos