Suplementos | Hay gente que está segura de que controla con la mente a su perro Quién no hace nada Hay gente que está segura de que controla con la mente a su perro Por: EL INFORMADOR 23 de agosto de 2015 - 05:32 hs Las personas salen con su perro a la calle, sin ninguna clase de correa o arnés para dirigirlo. EL INFORMADOR / A. Hinojosa GUADALAJARA, JALISCO (23/AGO/2015).- No hace nada”. Eso dijo el lánguido amo de un gran danés, moteado y del tamaño aproximado de un basquetbolista estadounidense, segundos antes de que su bestia se lanzara encima de un servidor y su perro, que paseábamos sin deberla ni temerla por una avenida a unas pocas cuadras de nuestro domicilio. “No hace nada”, aseguró también la dueña de un pitbull pinto que tenía la misma apacible actitud que un porrista de Atlas cuando su equipo es goleado, es decir, babeaba y echaba tarascadas al aire. Y que, lógicamente, lo siguiente que hizo fue lanzarse sobre nosotros. Ah, pero qué confianza tienen algunos para soltar una frase tan sosegada y falsa como “No hace nada”. Hay gente que está segura de que controla con la mente a su perro. Sale con él a la calle, sin ninguna clase de correa o arnés para dirigirlo y lo mira trotar por ahí, lo contempla ensuciar jardines ajenos y treparse en hombros asustados y arrojarse como un caimán sobre canes más civilizados. A esa calaña de sujetos les parece que su perro es un angelito y cualquier muestra de inconformidad ante los dislates del chucho es tomada como señal de que es uno intolerante. Poco importa que los reglamentos municipales prevean que cada perro que salga de su casa debe hacerlo convenientemente enjaezado con un correaje (y que el amo debe llevar una bolsa para los desperdicios… Otra de tantas disposiciones que no son sino letra muerta). Poco importa que, con frecuencia alarmante, el presunto control mental del dueño sobre su bestia no sea sino un mito que se derrumba cuando el animal huele algo que lo emociona lo suficiente como para incitarlo a pegar carrera. El tipo más seguro del mundo se resquebraja en ese momento, mientras el perro se pierde en el horizonte. Luego, claro, tapiza de cartelitos los postes cercanos a su hogar e incordia a sus contactos en las redes sociales para que circulen la foto de su mascota evadida. “No entiendo cómo fue que Peluchito salió disparado como conejo, ignorándome completamente, si siempre regresaba al primer chiflido”, dicen los muy genios. Eso por no mencionar a los que se salen a la calle seguidos por un can inquieto que porfía en bajarse de las aceras y cruzar la calle sin precauciones y termina sus días bajo las ruedas de un automóvil, porque el dueño es un tonto que piensa que la obligación de los conductores (a los que la irrupción del perro en su campo visual toma por completa sorpresa) es suplir su negligencia. Hace cuatro años que tengo un sabueso en casa. Es una gran bestia. Lo paseo todos los días y he procurado que no se comporte como un lobo con sus semejantes ni con los míos. Cada día me cruzo con decenas de personas que han optado por la misma actitud. Y, a la vez, inevitablemente, también con muchas otras que consideran que los perros son juguetes y no hay responsabilidad alguna en poseerlos. Gente que se escuda en la espiritualidad y el pensamiento mágico para declarar: “Mi Nene es casi una persona, ponerle correa sería como ultrajar su alma libre”. Y lo que consigue es que Nene le coma el medio kilo de jamón a una viejita que sale de la tienda o, mucho peor, que se una a las filas interminables de perros perdidos por imbecilidad de su dueño. O que le pegue un mordisco, así sea juguetón, a un inocente, escudado en la ineptitud de su dueño. Los que a veces no hacemos nada, señoras y señores, somos nosotros. Temas Tapatío Antonio Ortuño Lee También Chivas Femenil, a una victoria de asegurar su lugar en Liguilla KIVA Inversión inmobiliaria integral presenta Atriva, esencia viva Sociales: Nice de México celebra su 29 aniversario El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones