El mercado ha mostrado que las plataformas pueden ser compartidas, pero los diseños no. Nos complace que Lincoln esté cada día caminando más en la dirección correcta, como podemos ver con la nueva MKX 2016, que se percibe única como debe de ser. Es también muy agradable a la mayoría de los ojos. La parrilla de cola de ballena, los costados elegantes y con líneas de carácter que le confieren solidez y movimiento se suman a una parte trasera de formas fluidas y actuales.En el interior encontraremos muy buen espacio para cuatro personas con todo confort y lujo. Un tercer pasajero posterior impondrá cierta incomodidad, lo que es normal en casi todos los vehículos. La visibilidad es buena, pero sería mejor con pilares delanteros más delgados, pero este es otro punto común hoy en día.Los terminados son buenos. La madera que adorna el tablero y las puertas es real; la piel del forro de los asientos también lo es y de buena calidad; la parte superior del tablero está forrada con plástico adecuado para su categoría y precio, acojinado como debe de ser. Sólo el plástico que cubre la consola central alrededor de la pantalla, desentona con la calidad del resto de la MKX. Rígido, gris (por el color y lo insulso que resulta), barato, no es lo que uno espera de una marca Premium, pero sigue presente en casi todos los Lincoln. También nos hubiera gustado más que el SYNC 3 hubiera logrado llegar a tiempo para la MKX 2016, pero no fue así. Por fortuna cuenta con el buen sistema de audio Rebel y con cámaras trasera y delantera de triple ángulo, que sumadas dan vista de 360 grados alrededor de la camioneta.Hay muy buen espacio en la cajuela y la tapa de ésta se puede abrirse desde un botón en el tablero, desde el control remoto o simplemente poniendo un pie debajo de la defensa trasera cuando se trae en llave en la bolsa. Muy útil para cuando necesitas poner algo ahí pero traes las manos ocupadas. Una sugerencia es que se pudiera cerrar de la misma manera.EcoBoostEl motor de la MKX 2016 es un V6 de 2.7 litros con 355 caballos de fuerza y 380 libras-pie de torque. Muy buen motor, que se siente poderoso todo el tiempo tanto en ciudad como en carretera. En el dinamómetro la potencia real en las ruedas fue mucho menor, de sólo 227 HP, pero el torque, lo que realmente importa en la hora de acelerar, fue excelente, de 330 libras-pie. Más allá de los números, la sensación que es lo que realmente importa, siempre fue muy placentera.La caja es automática de seis velocidades y usa botones en el tablero para hacer los cambios. Se comporta con la suavidad que uno espera de un Lincoln. La quinta y sexta son “overdrive” lo que significa que los rebases se lograrán mejor usando la cuarta velocidad. Quinta y sexta ayudan a ahorrar combustible y darle aún más confort a los pasajeros de la nueva MKX.La suspensión tiene también un muy buen ajuste entre confort y estabilidad. En manejo urbano pasa por las imperfecciones sin que éstas incomoden a los ocupantes. El aislamiento acústico de la cabina es excelente. De hecho, ni siquiera el motor se escucha en la mayor parte del tiempo. El refinamiento que falta en algunos terminados, es magnífico en la marcha y en los sonidos.Por 785 mil pesos, la versión única de la MKX ofrece buen espacio, potencia, equipo y silencio. En el ruidoso mundo que nos rodea, resulta un oasis de tranquilidad, un spa en movimiento, una terapia de tranquilidad para cuando salimos del trabajo. Incluso puede ser una buen dosis de diversión cuando queremos tomar la carreta un fin de semana para disfrutar el paisaje y el manejo de un auto sólido, bien hecho, lujoso, elegante y bonito como lo es este crossover, o camioneta, como le definirá la mayoría.