Suplementos | Desde niña, Carmina Ortega supo que su misión en la vida era rescatar canes La loca de los perros Desde niña, Carmina Ortega supo que su misión en la vida era rescatar canes de la calle, pero no imaginó que un día un perro la salvaría a ella y a su hijo Por: EL INFORMADOR 24 de agosto de 2014 - 00:45 hs Carmina Ortega es parte de Animal Fest, organización que promueve la adopción y esterilización animal. / GUADALAJARA, JALISCO (24/AGO/2014).- A los 12 años su mamá le dijo que estaba loca. Pero esa locura no brotó de la nada, sino de su misma sangre. Es una herencia que su progenitora también llevaba consigo y se la contagió. Que la niña Carmina Ortega Bernal haya rescatado a un perro callejero —el primero de miles— de una construcción fue consecuencia de que la señora hacía lo mismo, pero hasta con animales de granja. El perro, de nombre Chibum, no duró mucho tiempo con la niña Carmina, la Loca de los Perros, porque tuvo que regalárselo a un empleado de su abuelo. Sólo con el acuerdo de que cuidara de él. Así fue. Chibum murió ocho años después por causas naturales. Para seguir con el rescate de perros, la única condición que su madre le impuso fue que mientras viviera bajo su techo sólo metería un can a la vez. Semana tras semana había uno nuevo arrebatado de las manos de la incertidumbre con la que viven en la urbe. Pasaron uno, dos, tres y más años hasta que la Loca de los Perros encontró un protocolo para salvaguardar la salud de los caninos. Paso uno: llevarlo al veterinario. Paso dos: un baño medicado que mate toda pulga y garrapata. Paso tres: corte de pelo para eliminar rastas. Paso cuatro: llevarlo a una pensión o casa puente. Paso cinco: publicitar su adopción. **** Los perros vagabundos tienen la fortuna de tener alguien que vea por ellos. Incluso antes de que la reciente creación de la Ley de Protección y Cuidado de Animales fuera promulgada ya existían asociaciones que velaban por la vida y derechos de los caninos. La Loca de los Perros junto a otros “locos” crearon una asociación civil llamada Animal Fest que tiene como objetivo “promover la adopción y esterilización animal”, organiza conciertos, congrega a miles en las calles para paseos multitudinarios y en Facebook suman más de 10 mil seguidores. “Nosotros no publicamos contenidos amarillistas”, explica Carmina. “No queremos colgar videos de perros sufriendo. Queremos ser propositivos y que la gente vea que todo lo que nos donan —croquetas, camisas, paliacates, las vacunas para algún rescatado— es expuesto al público”. Aunque recientemente esa política se quebrantó. Animal Fest publicó el video que el diputado Gildardo Guerrero expuso en las redes. En el audiovisual se puede mirar a un hombre tirando un pit bull por la ventana, luego rebotar en la reja de la casa y azotar en el piso. El escándalo llegó a la opinión pública y a las autoridades, quienes detuvieron a Eduardo Vélez —el villano del video— y luego de unos días lo soltaron porque supuestamente no hubo un denunciante. Vélez, ya en libertad, salió con un machete a las calles y amenazó a sus vecinos por delatarlo. La vecina denunciante es respaldada por Animal Fest y por las autoridades, que después de soltar al asesino, le mandaron una patrulla para su vigilancia y salvaguardia de su integridad. Ahora Eduardo Vélez es buscado de nueva cuenta por la justicia y dejó dos perros pit bull huérfanos. La hembra es ciega, el otro lo cuida y le sirve de lazarillo. La asociación los rescató y buscan acomodarlos en algún hogar. *** Luego de 20 años en el negocio, a la Loca de los Perros le ha tocado ver de todo. Hasta perros violados. Pero también existen las historias melosas. Las que acercan más a amantes y no amantes de los caninos con los animales. Cuando Carmina se separó de su primer esposo, su hijo, Hugo, comenzó a tener un tic nervioso en el rostro: cerraba el ojo y movía el hombro. Un doctor en la ciudad le dio medicinas para epilépticos, pero no se curó. Tuvo que viajar a la Ciudad de México para que un neurólogo le diera una segunda impresión. La receta fue clara: flores de bach para la ansiedad y la responsabilidad de un perro en casa. La Loca había dejado en “standby” su pasión por el rescate canino. El motivo era que sus bebés podían contraer alguna enfermedad. Durante seis años su locura se contuvo, pero al momento de ver que Hugo, su “cachorro” mayor, dejó de cerrar su ojo y mover el hombro por los nervios, Carmina regresó a las andadas. La Loca estaba de vuelta buscando perros vagabundos. Una vez sí me la manché, confiesa. Iba por periférico y vio un perro en medio del chapopote, perdido y sin rumbo. Frenó su carro. Abrió la puerta, lo tomó y se lo llevó. Atrás de su coche: una fila de automovilistas enfurecidos. A un costado: decenas de mentadas de madre pasaban a 60 por hora. *** Que le llamen locura a lo que ella se dedica. Carmina decidió tomar una causa bien perra en su vida. Pero también entiende que primero están las personas y luego los animales. Antes que la responsabilidad por los caninos que rescata, está su familia y sus seres queridos. Para la rescatista canina, locura es contradecir sus cánones conservadores y anti-tatuajes, por ejemplo. Locura es acompañar a sus amigos a una tienda de tatuajes para ver cómo se rayan el cuerpo y salir del local con dos marcas de huellas caricaturescas de tinta en la piel de su muñeca izquierda que la acompañarán en su misión de vida. Carmina ha visto enloquecer a otros por rescatistas. Con conocimiento de causa dice que el día que se desequilibre de verdad, que no pueda separar su vida de persona con la de su causa, cuando viva como un perro, ese día estará realmente loca. Temas Tapatío Perro Animales Lee También ¿Qué pasa si duermo con mi perro todos los días? Policía del Estado asegura predio con Tigre de Bengala en Villa Hidalgo Aseguran aves en peligro de extinción tras cateo en finca de Tonalá Zoológico de Guadalajara: ¿Qué días tendrá entradas a 1 peso? Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones