Jeff Koons, el arte pop de grandes dimensiones

GUADALAJARA, JALISCO (03/MAY/2015).- Jeff Koons (1955) es un artista contemporáneo estadounidense. Desde sus comienzos en el arte mostró un estilo particular que cautivó coleccionistas y galeristas, aunque en un inicio tuvo detractores.

En febrero de este año el Louvre de París canceló una exposición suya en la que se exhibirían obras escultóricas de gran formato. El motivo que se argumentó fue la falta de presupuesto para pagar los costos de la muestra.

Sin embargo, fue el Centro Pompidou el espacio museográfico que acogió la muestra, y al concluir ésta se convirtió en la exhibición de un artista vivo más visitada en la historia del museo, al contabilizar 650 mil 045 entradas, según informó la institución el pasado 28 de abril.

La media diaria de la primera gran exhibición de Koons organizada en Europa, abierta a finales del pasado noviembre, rozó los cinco mil  visitantes, y las 17 primeras jornadas contabilizó 112 mil 844 entradas, precisó el Pompidou en un comunicado.

Después de París, la exposición viajará al Museo Gugenheim de Bilbao, del 9 de junio al 27 de septiembre próximos, donde ya se hacen los preparativos pertinentes para recibir la retrospectiva.

Según Gonzalo Ortega, curador del Museo Marco de Monterrey, la obra de Jeff Koons causó revuelo en los años setenta y ochenta, sobre todo al conmocionar los puntos de vista que no consideran al arte pop como gran arte: “Hoy por hoy es una institución, nadie duda de su cualidad artística. Los que creen en el gran arte, obviamente, se llegaron a estresar un poco con su propuesta, pero hoy no hay duda de su calidad y de su validez”.

Parte de las obras que lo han llevado a la fama son recreaciones de globos inflables con figuras de animales, acero inoxidable con fino acabado reflejante. Algunas de sus obras han sido catalogadas como kitsch: entre sus temas hace referencia a la cultura de masas, los íconos culturales como Michael Jackson o su ex pareja, la artista y actriz de porno Ilona Staller, conocida como “La Cicciolina”. Con las obras en donde refiere a su ex pareja y otras piezas, Koons aprovecha para hablar en su arte del sexo y las pasiones.

La formación profesional de Koons incluye dos prestigiosas escuelas de arte en los Estados Unidos: el Instituto de Arte de Chicago y el Colegio de Arte de Maryland. Antes de ganarse la vida vendiendo sus obras, Jeff trabajó vendiendo acciones y fondos de inversión. Con una obra vendida en más de 58 millones de dólares, Koons es el artista vivo mejor pagado de la historia.

La galerista Adriana Valdés comenta: “Con esos precios altos no olvidemos que el arte es un producto, y como tal entra en el mercado de la oferta y la demanda. Si el producto tiene una demanda, su valor y su costo se va elevando”.

 La representante de artistas emitió su juicio personal sobre las creaciones de Koons: “A mí me gusta. Más que las esculturas, me gusta su pintura: está muy bien armada, los íconos que mete pueden gustar o no, depende si los identificas, pero son buenos. La pondría con mucho gusto en mi casa”.


Mercado y museos

Para Gonzalo Ortega, la calidad de la obra de Koons es evidente en la ejecución técnica y en su argumentación. Además, el artista “Ha estado presente en los mejores museos del mundo, en las mejores colecciones”.

Ortega señala dos campos distintos en el mundo del arte: el mercado de venta de obras y los espacios de exposición, dos terrenos que en opinión de Ortega el público en general a veces confunde: “Hay artistas como Damien Hirst, de los Young British Artist, que ahora son considerados más en el mercado y menos en la exposición, cuando antes sí fueron considerados en los museos. En el caso de Jeff Koons, el artista sí continúa en exposiciones constantes, y además en el mercado”.


Arte y diversión

De manera similar en la que existe una dicotomía entre el mercado del arte y los museos, Ortega señaló también la diferencia entre arte y entretenimiento: “Cuando nos acercamos en los temas del arte contemporáneo hay que estar conscientes de que no es entretenimiento. Como si vas a ver una película de un director de cine importante, o la última de Hollywood: unos están hechos como espectáculo, otros son enunciados artísticos. Es muy fácil confundir esto y que se crea que el arte es sólo una cuestión de disfrute y goce”.

A propósito del pop art y del kitsch, la gente que se acerca al arte por primera vez se cuestiona si “eso” puede considerarse arte. Sobre ese tema, Adriana Valdes agregó: “Es una pregunta muy problemática, nadie estamos calificados para decir qué es arte y qué no. No sabemos si una obra va a trascender o no. Nada permanece, todo está en constante evolución, incluso el arte. El tiempo lo dirá, ahora se pelean, juzgan, pero el tiempo decide quién se queda. Actualmente tenemos en la historia del arte obras bellísimas, con una calidad asombrosa: pero que en su momento fueron cuestionadas, agredidas y atacadas por malhechos. Lo del arte si vale o no vale es muy relativo, demasiado subjetivo”.


Acusaciones de plagio

A lo largo de su carrera, Jeff Koons ha sido acusado de plagio en más de una ocasión. El caso más sonado es el de una fotografía que muestra a una pareja sosteniendo a una camada de cachorros. Koons utilizó la fotografía para crear una serie de esculturas. La Corte le dio la razón a Art Rogers, el fotógrafo; una gran cantidad de dinero y una copia de la escultura resolvieron el caso.

El artista ha perdido otro par de juicios, pero también la Corte le ha dado la razón al argumentar la parodia y cambios sustanciales en la recreación. En defensa del artista, Gonzalo Ortega comentó: “No creo que plagio sea la palabra adecuada. Todos los artistas de hoy están refiriendo al momento actual”.


SABER MÁS

La obra

Clasificada a veces como minimalista y Neo-pop, la obra de Jeff Koons consistía inicialmente en escultura conceptual que fue adquiriendo monumentalidad (Puppy). A la fecha, el artista ha incursionado en la escultura de instalación, la pintura, y la fotografía.

Jeff Koons aparece como creador en la década de los 80, en plena época consumista, donde la exaltación de lo superfluo es evidente. Hay que recordar que no carece de grandes polémicas a lo largo de su vida. De todo el gran ámbito consumista surge su obra, la cual pretende conmover y criticar esto de forma perturbadora y a la vez con un toque de humor un tanto malévolo.