Sábado, 11 de Octubre 2025
Suplementos | Este es el otro Mundial de futbol, uno donde se coleccionan imágenes de los jugadores

Estampitas

Este es el otro Mundial de futbol, uno donde se coleccionan imágenes de los jugadores y se lucha por conseguir 'el más difícil'

Por: EL INFORMADOR

Para los aficionados al futbol, ya llegó el momento de hacerse con los nombres y imágenes de sus ídolos.  /

Para los aficionados al futbol, ya llegó el momento de hacerse con los nombres y imágenes de sus ídolos. /

GUADALAJARA, JALISCO (08/JUN/2014).- Leo en la prensa que el primer álbum de estampitas Panini de un mundial de futbol se lanzó a tiempo para México 70, aunque sus alcances sólo llegaron a ser realmente internacionales a partir de Argentina 78. Aunque han existido diversos competidores (recuerdo que en algún momento se podía armar una selección mexicana con cabezas de corcholata, por ejemplo), el Panini es el rito futbolero por excelencia y se hereda de padre a hijo (o, ya de perdida, a sobrino o ahijado). Se considera una tradición masculina y, sin embargo, hay numerosas mujeres que lo coleccionan (nota para prejuiciosos: la persona que he conocido que más alineaciones completas podía recitar de memoria, sin error y agregando, además, una explicación veloz y apropiada del sistema de juego de cada equipo era una compañera de la secundaria).

El mundial de mi infancia fue el de México 86 y recuerdo los frecuentes sinsabores que se llevaron mis compañeros entregados a reunir los cromos con las caras de los jugadores de las entonces veinticuatro selecciones que disputaban el campeonato: la circulación de estampitas era mucho más limitada que la de hoy y completar el Panini era, estadísticamente, imposible. Todos los álbumes tenían espacios en blanco y, con cierta mala suerte, terminaba uno con un defensa coreano o el portero de Irak repetido tres veces pero sin Zico, Sócrates, Rummenigge o Platini, que eran las cartitas más ambicionadas de aquella época.

El fervor mundialista en mi salón era inmenso pero tenía pocas armas para manifestarse. Un par de amigos tuvieron playeras verdes con el chile “Pique” en vez del escudo de la selección mexicana. Otro compañero, que le iba a Brasil, consiguió que un señor con apariencia de aficionado carioca se tomara una foto con él. Minucias, como se ve. Yo tuve una fortuna inusual y formidable. Mi padre, que era un hombre al que se podía acusar de muchas cosas pero nunca de ser práctico, tuvo por una vez la iluminación (o la fortuna) de comprarme una revista que, a todo color, reproducía la totalidad del Panini. Como segundo golpe de suerte, resultó que mi tía había sido compañera de escuela del preparador físico de la selección española, que además estaba concentrada en un hotel a cuatro calles de mi casa. No sólo las figuras de aquel equipo (Míchel, Butragueño, Zubizarreta) sino hasta los de la banca me autografiaron la página correspondiente, al pie de su retrato. Nunca en mi vida he sido tan envidiado: no sólo podía ver las caras de todos los seleccionados (incluso aquellas que nunca habíamos visto y no volveríamos a ver, como las de argelinos o irlandeses del norte) sino que tenía autógrafos originales y un banderín.

La verdad es que el único Panini que intenté reunir fue el de Italia 90 y fracasé. Hoy en día pueden solicitarse las estampitas faltantes por email y que le lleguen a uno por paquetería pero entonces había que amolarse con las que se pudieran conseguir en los puestos de revistas y, a fuerza de canjes de repetidas, entre los amigos. Terminé, claro, con cinco porteros coreanos pero sin Van Basten o Maradona. Luego he optado por los competidores fáciles: revistas que, más o menos, reproducen los seleccionados, a veces completos, a veces en partes y nunca con la exactitud que es, finalmente, la mejor virtud de los Panini.

Para Sudáfrica 2006 coleccioné un Panini virtual, online, que permitía intercambiar cromos animados faltantes con gente de todo el mundo. Lo terminé en una semana (y, con ello, alcancé un altísimo lugar en la tabla, algo así como el 150 mil en el planeta) pero no fue lo mismo. La incertidumbre y la esperanza convierten el acto de comprar y abrir un sobrecito de estampas en un placer insustituible. Mi hija mayor, cuando le propuse juntar el de Brasil 2014, me miró con cierta compasión y volvió a su libro. En venganza, le heredaré el seudo Panini de 1986 a su hermana.

PARA SABER

Álbum Panini


Los álbumes Panini se fundaron en 1961 con el lanzamiento de la primera colección sobre el campeonato italiano de futbol. En 1988 la empresa pasó al Grupo Maxwell y fue en 1999 cuando volvieron a manos de empresarios italianos. Con sede en Módena, Italia, es el actual líder mundial en su segmento.

Tapatío

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones