El súper fuerte sexo débil

GUADALAJARA, JALISCO (24/AGO/2014).- Muchos de estos bellos especímenes del homo sapiens, también han sido célebres en las aventuras y viajes de exploración; y ni por un instante debemos olvidarlas o subestimarlas.

No ¡Qué esperanzas…! ¡Ni por un instante…! ya que han sido tan importantes como el más insigne aventurero que registre nuestra historia.

Para quien no esté muy ducho en el tema (de las exploraciones, no de los especímenes) quizás no sean  fácilmente identificables; posiblemente porque el machismo imperante en nuestro mundo no les haya dado el crédito que merecen, desvaneciendo sus imágenes en el tiempo.

Sin embargo, varias figuras me vienen a la mente. Una de ellas es Jane Goodall, que pasó sus mejores años en el centro de África estudiando los chimpancés tan parecidos a nosotros. Otra es Dian Fossey (Gorilas en la Niebla) que remontada y solitaria en las montañas de Ruanda murió asesinada luchando por sus amados gorilas a punto de extinción. Silvia Earle investigadora de los océanos. Edurne Pasabán, primera mujer en escalar las 14 montañas de más de 8 mil metros. Gerlinde Kaltenbrunner que acaba de escalar las mismas montañas, pero sin oxígeno ni ayuda de porteadores; habiendo además salvado a varios de sus compañeros que habían sucumbido cerca de la cumbre.

En esta ocasión platicaremos de Amelia Earhart quien —aparte de su belleza— tuvo el valor de demostrar que su arrojo y valentía era tan grande como el de los más atrevidos pilotos de su tiempo.
Amelia fue una niña mimada que —aunque muy bella— siempre dio muestras de sus inquietudes por las aventuras y el espíritu libre. Trepaba árboles; era buena en bicicleta; tenía puntería con el rifle y —curiosamente— recortaba artículos que hablaban de mujeres famosas que habían logrado cosas que solo eran del dominio de los hombres.

Fascinada por los aviones y en contra de quienes le rodeaban, se inscribió en un curso de aviación en    el que los fracasos y accidentes menudearon. Sin embargo en 1922 su insistencia la llevó —ante el azoro de parientes y maestros— a romper el record de altura volando hasta los casi 5 mil metros entre las nubes.

Al ver los sorprendentes dotes de piloto de la bella Amelia, el capitán Railey le propuso la arriesgada aventura de sobrevolar el océano Atlántico en compañía de un par de pilotos, habiendo sido la primera mujer en lograr tan singular hazaña.

Mas tarde, promovida por George Putman con quien se había casado, cruzó en solitario el Océano Atlántico (de Terranova a Irlanda) en su Lockheed Vega. Y más tarde, en un tramo que siempre había sido accidentado, voló desde Honolulu hasta California. Éxito que pronto fue superado por su vuelo, igualmente en solitario, de Los Ángeles a la Ciudad de México.

La vuelta al mundo por el Ecuador se perfilaba como su próximo reto. Invitó a Fred Noonan, experto piloto, como su acompañante en la travesía. Salieron de Miami rumbo a Puerto Rico el día 1º de junio de 1937; para de ahí seguir a Venezuela y luego hasta África, el Mar Rojo, Pakistán, Calcuta, Bangkok e Indonesia donde tuvieron problemas mecánicos y Amelia enfermó de disentería. Débil y agotada siguió hasta Papúa Nueva Guinea en  donde, teniendo tan solo 11 mil kilómetros para completar su periplo, el 2 de julio dirigiéndose a las islas Howland en el Océano Pacífico, se perdió todo contacto con el entonces ya famoso Electra en que volaban. 

Su misterioso final, hasta la fecha es desconocido. Solo sabemos que fue el final de una estupenda mujer que murió con la gloria de haber seguido su propio camino en busca de sus ideales.

Amelia Earhart… un bello ejemplar del sorprendentemente fuerte sexo débil.  
 
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SABER MÁS

Amelia Earhart

Amelia Mary Earhart fue una aviadora estadounidense, célebre por sus marcas de vuelo y por intentar el primer viaje aéreo alrededor del mundo sobre la línea ecuatorial.