Suplementos | Confesiones de un tapatío que fue tomado como de cualquier otra ciudad El nativo azorado Confesiones de un tapatío que fue tomado como de cualquier otra ciudad, excepto Guadalajara Por: EL INFORMADOR 29 de marzo de 2015 - 01:55 hs Torta ahogada, platillo típico de la Zona Metropolitana de Guadalajara. EL INFORMADOR / ARCHIVO GUADALAJARA, JALISCO (29/MAR/2015).- Una de las mayores sorpresas que he recibido en la vida fue que un amigo, argentino trasplantado al DF, me dijera alguna vez que hablaba yo con un acento “inconfundiblemente tapatío”. Luego de una larga vida de haber sido tomado por chilango, guanajuatense o regiomontano, aquello fue una suerte de mínimo premio de consolación. Llevo 38 años en la ciudad y si no son más es porque no nací antes. Sin embargo, si exceptuamos mi afición por las Chivas, parece ser que carezco de varias de las principales señas de identidad que debe manifestar un tapatío “de los de antes”. Al menos, a decir de una serie de personas que sí pertenecen a tan noble estirpe y que ha estado compuesta, según la época, por compañeros de escuela, profesores, vecinos, parientes políticos y hasta por un destacado notario público. Lo acepto: mi familia nunca se caracterizó por observar las tradiciones de esta noble y leal ciudad, que la alberga desde 1949. El resultado de esto es que haya yo crecido sin comer capirotada en Cuaresma ni empanadas en Semana Santa y que sea básicamente incapaz de orientarme (o de guiar a nadie) con referencias de templos, como hacen los nativos de pura cepa (“Mira, agarras la calle de Garibaldi, das vuelta a la derecha en San Diego de Alcalá y te sigues hasta que se vea refulgir en el horizonte la torre del Refugio en el camellón de Federalismo”, me dijeron una vez y terminé en el Edificio Federal de avenida Alcalde). Nomás conozco la Catedral y el Expiatorio y esto porque es probable que de otro modo tuviera que devolver mi credencial del INE y largarme de la ciudad. Otra de mis incapacidades es la de recordar los viejos nombres de las calles. He intentado mimetizarme con mis mayores y decir “Tolsá” (eso sí: no he tenido valor para pronunciar “Tolsa” sin acento y contar además la historia de las huertas del señor Tolsa y su confusión con el apellido del gran don Manuel) a Enrique Díaz de León y “Tepic” a Francisco Javier Gamboa/Luis Pérez Verdía para ver si los taxistas me hacen un guiño de complicidad. Pero he sido vencido: ya ni ellos se acuerdan de tales antecedentes, de tan egregios y rancios como son, y acaba uno metido en explicaciones: “Ah, es que fíjese que así se llamaba antes”. Tampoco, debo reconocer, suelo consumir uno de las grandes ases en la manga de la gastronomía local: las tortas ahogadas. No entiendo a los fuereños, ya sean capitalinos o extranjeros, que al hablar con un tapatío se refieren a ellas con reverencia y tacto, como si estuvieran mencionando a la querida tía Conchita. Quizá porque nací en Zapopan, pero la primera vez que probé una ahogada “completa” estuve a un paso de terminar en Urgencias del Hospital Civil. A esta sarta de confesiones debo agregar una, terrible y final: carezco totalmente de antecesores del Sur del Estado (o del Estado en general, ya que estamos en esas), y que con ello violo el primer y único mandamiento de un profesor de literatura, ya fallecido, que decía que escribir se trataba de “recordar las historias de nuestras abuelitas de Talpa y de Sayula”. Como mi abuelita no sólo no nació, sino que jamás puso un pie en tan renombrados lugares, el tipo se ponía colorado al leer mis intentos de cuento y los retachaba todos con una anotación: “¿Y la abuela?”. Un día, de plano le respondí con otra anotación: “¿Y su madre?”. Creo que por mi mano hablaron todos aquellos con familia de otra parte, aquellos que no tenemos parientes con nombre de calle ni nos guiamos por templos. Creo que somos un par de millones de personas. Temas Tapatío Antonio Ortuño Lee También KIVA Inversión inmobiliaria integral presenta Atriva, esencia viva Sociales: Nice de México celebra su 29 aniversario El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Sociales: Torneo de golf “Por más sonrisas” Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones