El lado sensato de la emoción

GUADALAJARA, JALISCO.-Desde que llegó a México, la Mazda CX-7 entró directo en el corazón de los nacionales. Su forma juvenil y atrevida, su espacioso interior, los buenos terminados y su manejo cerca de lo deportivo, casi nos hacía sentirnos culpables de comprar una. Una culpa que, por supuesto, asumíamos con más gusto que pena. Ahora, empero, llega una versión mucho más sensata a nuestro mercado. Enhorabuena.

Con la pérdida de fuerza del peso mexicano, autos importados como los Mazda quedaron cada vez más lejos del alcance de nuestras bolsas. Por esto, Mazda pensó con mucho acierto, en poner una versión distinta de la querida por todos CX-7, que ahora cuenta con un motor aspirado, de 2.5 litros y 161 caballos de fuerza. Con esto, el precio se mantiene más contenido. Lo mejor de todo, es que se gana más que se pierde con el cambio.

Para empezar, las líneas de la CX-7 son algo distintas en el modelo 2010. La fascia delantera fue lo que más mudó, pero mantiene esas formas sensuales que tanto agradaron a la mayoría, desde que fue lanzada en 2006. Es más moderna y se ve todavía más juvenil, pero no pide sacrificios visuales como lo hizo en su momento, el Mazda 3.

El buen paquete continúa por dentro. La CX-7 recibió una completa renovación interior y ahora es también una de esas raras bellezas que es igualmente agradable por dentro que por fuera, como quisiéramos que fueran todas las mujeres (¿No queremos nada, verdad?). Los materiales son más finos, el diseño más sobrio y elegante y el cuidado en el ensamble, más perceptible. Esto hace que el interior de la camioneta sea un lugar más agradable donde estar, incluso en esta versión, considerada básica por el fabricante.

Pero obviamente, la gran diferencia es el motor. Con la máquina aspirada de 161 caballos y caja automática de cinco velocidades, la CX-7 sigue siendo una camioneta agradable de conducir, con buena desenvoltura y agilidad, principalmente urbana, que es dónde la inmensa mayoría (nos atreveríamos a apostar que 99%) de sus dueños la va a utilizar. Claro que en salidas a la carretera, con cuatro ocupantes y mucho equipaje, se puede extrañar al motor turbo de 2.3 litros y 244 caballos. Pero cuando esto ocurra, recuerde que para llevarla a casa, usted pagó 30 mil pesos menos que la versión más asequible de la CX-7 turbo. No es sólo esto. En la hora de ponerle gasolina, a cada semana, usted va agradecer la economía de cerca de 10% que ésta tiene con relación a su “hermana”, la rapidita.

El trabajo hecho en el ajuste del motor es elogiable. La CX-7 aspirada arranque con una determinación tan fuerte, que es difícil imaginarse un motor relativamente chico bajo su cofre. Como decíamos, sólo en el momento de exigirle más, se percibe la distancia entre esa máquina y la que usa turbinas para ganar más fuerza.

La sensación general de vehículo listo para la acción, se mantiene. La dirección precisa y rápida; la caja con buena respuesta (pero que podría contar con una velocidad más, por lo menos); los frenos de buen tacto y rendimiento, hacen de ésta una muy digna representante de una marca que nos ha acostumbrado a pensar en ella cada vez que consideramos un vehículo de buen manejo.

Que no se piense, sin embargo, que por hacerse de la menos costosa de las CX-/, va usted comprar un vehículo austero, que implicará en sacrificios de comodidad a la familia. Claro, no hay asientos forrados de cuero, ni quemacocos, pero sigue habiendo un excelente sistema de sonido; aire acondicionado; seguros, espejos y cristales con accionamiento eléctrico y esas comodidades que nos hacen sentirnos consentidos por el vehículo.

Si algo hace falta, me parece que es una cubierta para el área de carga, lo que seguramente Mazda vende como opción. Altamente recomendable en un lugar donde los “amantes de lo ajeno” no son precisamente escasos.

Por otro lado, siempre es interesante saber que todo el equipo de seguridad es idéntico en todas las versiones. Así que, en este renglón, usted y su familia estarán igualmente bien atendidos por esta que por  otra CX-7.

La CX-7 aspirada deja muy poco a deber comparada a sus hermanas más enjundiosas. Es más, de estar en el segmento, nos inclinaríamos por esta como la mejor opción entre todas., porque para el uso que le daríamos durante 99 por ciento del tiempo, lo que tiene es más que suficiente para complacernos. Al menos hasta que Mazda de México decida poner una versión con todo el equipo y con este motor aspirado. Mientras esto no ocurre, ésta pasa a ser, oficialmente, nuestra CX-7 favorita.

Sergio Oliveira

Ficha técnica

Mazda CX-7

Motor: Frontal transversal; cinco cilindros en línea; 2.5 litros de desplazamiento; DOHC; 16 válvulas; con inyección de combustible secuencial multipunto y apertura variable de válvulas. Potencia: 161 CV @ 6,000 rpm / Torque: 161 libras-pie @ 3,500 rpm.

Tracción: Delantera.

Transmisión: Automática de cinco velocidades (5+R), con modo manual

Suspensión: Delantera – Independiente, de tipo McPherson, con resortes helicoidales y barra estabilizadora. Trasera – Independiente, de tipo Multilink, con barra estabilizadora.

Frenos: De discos ventilados en las cuatro ruedas, con sistema antibloqueo (ABS), distribución electrónica de frenado (EBD) y control de frenado de motor (EBC).

Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.

Dimensiones y capacidades:

Largo / Ancho / Alto (mm)

4,682 / 1,872 / 1,645

Distancia entre ejes: 2,750 mm

Peso: 1,586 kilogramos.

Tanque- 62 litros.

Cajuela- De 455 a 1,348 litros.

Precio: 289,990 pesos

Resultados de la prueba realizada en el Autódromo Hermanos Gallo:

Aceleración de 0 a 100 km/h: en  10.66 segundos

Frenado de 100 km/h a cero: en 42 metros

Cuarto de milla en 17.84 segundos a 127.4 km/h

Velocidad máxima observada: 180 km/h.