Suplementos | Por: Vanesa Robles El espejo brillante del hospital de los pobres Hace tres semanas, el antiguo Hospital Civil de Guadalajara estrenó piso de mármol, en un pasillo de casi 200 metros. Un suelo hermoso, brillante… y resbaladizo Por: EL INFORMADOR 22 de julio de 2012 - 03:10 hs / GUADALAJARA, JALISCO (22/JUL/2012).- Acá la enfermedad no da tiempo para nada. Porque con un poco de paciencia, los enfermos y sus familiares y los médicos del antiguo Hospital Civil de Guadalajara podrían ver el reflejo de su silueta en el brillante piso de mármol del pasillo que conduce del área vieja a la Torre de Especialidades. El piso es nuevo en un sitio donde todo falta. Todo es todo y, principalmente, todo es dinero. Si uno se sienta a mirar el suelo cerca de las rampas que bajan del área vieja a la nueva, o suben de la nueva a la vieja, según desde donde cada cuál venga —las bajadas o las subidas son importantes en este relato—, el suelo color arena con jaspes oscuros, bellísimo, deslumbrante, revela en toda la extensión a la humanidad doliente. Primero los pies, luego las rodillas, la cadera y al final la cabeza, el reflejo arroja a los más pobres y lo más enfermos. Unos circulan en camillas con un rictus de dolor y el pensamiento puesto en tiempos mejores, otros en sillas de ruedas, con bata azul y una mueca de desamparo y unos pocos, los menos peores, se deslizan a duras penas, apoyados sobre un bastón, un pariente o la soledad. Afuera otros centenares de la humanidad doliente, con las ropas húmedas por la llovizna que recién cedió, esperan turno para la consulta externa, que se organiza en la explanada de la calle Coronel Calderón, bajo toldos provisionales. Es un hecho. Excepto la amabilidad asombrosa de los médicos y las enfermeras, acá falta todo. Todo, menos un piso de mármol, que hace tres semanas se extiende sobre unos 220 metros de un pasillo, en el cual hay dos rampas lustrosas y deslizantes. Aquí es donde viene a cuento el hecho de que unos suben y otros bajan. “Parece que la bajada está cruel” Los que bajan la llevan peor, se nota enseguida en un momento en el que el pasillo del Hospital Civil se parece mucho a un andén de metro del Distrito Federal en hora pico. Sobre todo, si el descenso lleva carga: por ejemplo una silla de ruedas con pasajero a bordo, una camilla con paciente grave o una góndola con kilos y kilos de medicamentos. La técnica, se ve, es frenar con los talones y el estómago. “Ay con permisooo”. Grita el conductor de una góndola que con todo y técnica se ha derrapado a lo largo de los dos últimos metros de la rampa, esquivando a cuando mortal, para quedar a unos centímetros de una camilla, cuyo conductor tuvo el tino de pegarse a la pared. —Parece que la bajada está cruel —le digo al gondolero. —Ni tanto. Nomás hay que traer suelas con canal profundo —responde él, mientras, jadeante, muestra sus tenis. Lo malo es que decenas pacientes vienen al civil en chancletas plásticas —los pobres tienen esa costumbre—, y muchos médicos aprecian los mocasines como símbolo de elegancia —costumbre de viejos—. —¿Y la subida? —pregunto. —La subida es sesgadita, con mucho abdominal, con mucha decisión —muestra su barriga flácida bajo un traje tinto de trabajo- El director del antiguo Hospital Civil, Rigoberto Navarro, admite que en los últimos días dos de los últimos vieron de cerca el mármol del pasillo. Otros empleados aseguran que uno de los caídos era de naturaleza freudiana, un psiquiatra añoso y respetadísimo del nosocomio. “Dígame usted, ¿qué pensará el paciente de un psiquiatra cuando ve caer al hombre que le ha dado estabilidad?”, cuestiona una enfermera, entre consternada y burlona. Olvido sin importancia ¿Y qué pensarían las autoridades del hospital antes de poner, donde todo falta, un hermoso y deslizante piso? “Este piso existe en otros hospitales… Nosotros siempre preguntamos a los expertos”, se deslinda Rigoberto Navarro, cuya oficina tiene un recubrimiento peor: vitropiso. El chiste es que los expertos contestaron que el mármol es el material más resistente ante el tráfico de gente y de carga pesada que hay en el hospital. Lo malo es que durante los primeros días a los expertos se les olvidó aplicar un ácido que hace el suelo menos resbaladizo en las rampas. Quizá los expertos tampoco saben que la Norma Oficial Mexicana 197-SSA1-2000, sobre los requisitos mínimos de infraestructura en los hospitales dice que los pisos deben ser lisos como el mármol, lavables como el mármol y antiderrapantes, como el pavimento viejo de Guadalajara. ¿Entonces, el espejo que tiene por suelo el Civil es un lujo? Nada de eso. “Es comercial”, justifica su director y observa que el mismo material se usa en las plazas comerciales. No es un lujo, pero pretende darle, “aparte de presencia, un estatus diferente a este hospital y que la gente más necesitada y la más pobre se sienta en otro ambiente”. ¿Cuánto costará ese ambiente? El director del Civil no sabe, pero aprovecha para anunciar que al hospital no le han aumentado el presupuesto y con todo, se decidió una remodelación, porque antes las camillas de los recién nacidos se deslizaban, como canicas, sobre empedrado. ¿Y los toldos que hacen de área de consulta externa? ¿No se podrían cambiar por un ambiente como el del suelo del pasillo? Ese gasto le toca al gobierno federal, responde el director. ¿Para cuándo? El gobierno federal tiene sus tiempos. Mientras los tiempos llegan, el Hospital Civil de Guadalajara celebra, con presupuesto propio, los 218 años de atención a la humanidad doliente con un suelo rechinante, por el cual diario se deslizan muchos de sus cuatro mil 241 empleados, y cientos de pacientes que carecen de todo, pero en cambio pueden ver sus pies, caderas y cabezas en un mármol exquisito. Lástima que la enfermedad siempre anda con prisas. Pretende darle, “aparte de presencia, un estatus diferente a este hospital y que la gente más necesitada y la más pobre, se sienta en otro ambiente” PARA SABERUn día común 162 egresos hospitalarios 10 nacimientos 1,745 consultas diarias 135 atenciones en urgencias 8,900 estudios de laboratorio 441 estudios de radiología Equipo: 964 camas 40 quirófanos 115 consultorios 1 Banco de sangre 85 incubadoras 4,241 empleados (El Informador, mayo 2012). Temas Tapatío Hospital Civil Lee También Muere conductor tras choque entre camioneta y camión en Arandas Temporal de lluvias deja 20 muertos en Jalisco Abre centro de acopio del DIF para afectados por lluvias en Puerto Vallarta Hay más de mil viviendas afectadas por lluvias en Puerto Vallarta: Protección Civil Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones