El busto ideal

GUADALAJARA, JALISCO (17/SEP/2010).- Los estándares de moda cambian rápidamente y con ello las proporciones del cuerpo. Las actrices y cantantes –principalmente- se convierten en verdaderos camaleones de las tendencias que dictan los diseñadores más importantes del modelaje. Por ende son un ejemplo a seguir entre la sociedad. Vestidos ajustados, tacones que estilizan la silueta femenina, maquillaje que corrige las imperfecciones de la piel y un sinnúmero de accesorios que resaltan las facciones y el volumen del cuerpo. Todo en conjunto para destacar la belleza de una mujer a la moda.

Una de las partes que más da de qué hablar, es el busto. Ese par de órganos glandulosos que sobresalen de la parte superior en la anatomía femenina, y que cada día se perfilan como un estereotipo de belleza y sensualidad en la mujer. Existen muchas formas de llamarlos: senos, pechos, busto, mamas y hasta boobies  en un concepto estadounidense.

La principal función de estos miembros es producir leche para alimentar a un recién nacido durante el período de lactancia en los primeros meses de vida. Actualmente, esta situación pasa a segundo término entre la juventud, que guiada por los patrones de imagen a nivel mundial, desean poseer los pechos al tamaño “ideal”, que generalmente es considerado por el sector masculino. Todo depende de la cultura y el desarrollo  social en que nos encontremos. En los países europeos y asiáticos, el tamaño “ideal” es proporcionalmente chico pues figura el tamaño de una pelota de tennis, en tanto que en el continente americano esta zona tiende a compararse con la dimensión de un par de naranjas o toronjas.  El avance tecnológico y médico permite, mediante diversas acciones, aumentar o reducir el busto en un dos por tres; sin embargo los aspectos más importantes como la salud, son puestos de lado con tal de estar a la moda y ser del agrado de  los hombres.

Hay quienes no le dan mayor relevancia a estas cuestiones del tamaño, pero aún así es importante tomar en cuenta algunos consejos para mantener en un estado óptimo de saludlos senos que de no ser cuidados y revisados oportunamente pueden  presentar diversas enfermedades entre las más reconocidas está el cáncer de mama.

Los primeros cambios

Entre los 10 y 14 años de edad, los senos se desarrollan a la proporción que se mantendrán de por vida. A esta edad, el corpiño –prenda que cubre y ajusta el torso- se deja de usar para dar paso al brassier. Antes de elegir el sostén que cubra tus necesidades, hay que saber las características del seno; tamaño, firmeza, maduración y partes específicas.

La zona del pecho se constituye de ocho puntos básicos para su crecimiento: la caja torácica, que protege a los órganos internos como el corazón y pulmones; músculo pectoral en la parte anterosuperior cercano a las axilas; lóbulos, células que producen la leche; pezones; aureola; ducto; tejido adiposo o grasa y piel.

Un compañero para toda la vida

El sostén o brassier es indiscutiblemente la prenda más fiel a la mujer. Su funcionalidad es símbolo de protección y bienestar. Más allá de ser un artículo erótico y sensual para la mayoría, el sostén determina la calidad de vida del busto, pues diversos estudios de la Sociedad Española de Senología aseguran que muchas enfermedades e infecciones en las mamas y piel cercana a éstas, se originan por no usar el brassier adecuado. El cansancio de hombros, el dolor de espalda y desviaciones en la columna vertebral son las principales causas de consulta entre las mueres.
El también llamado sujetador, tiene dos copas que cubren casi en su totalidad el par de pechos. Cada corte está diseñado para definir y proteger  su forma.

Copa: sostiene el busto; no debe ejercer presión ni dividir en dos al pecho con el borde superior.
Espalda: debe ser acorde con la medida exacta de la angostura del tórax. Hay que procurar que no quede demasiado ligero ni apretado, ya que corta la circulación y la presión es mandada hacia los costados del busto.
Tirantes: deben estar colocados en el hueso sobresaliente de los hombros y ser ajustados para que levanten los senos sin mayor esfuerzo.
Varilla: da firmeza y seguridad al contorno de cada pecho; ésta no debe de aplastar ni dejar espacio  debajo de los senos. Procura que cada orilla se adapte a la proporción y no se claven en la piel.
Broches: determinan la presión en la espalda y mantienen firme, en su conjunto, todo el brassier.

La talla adecuada

Al comprar esta prenda interior femenina  asegúrate de conocer tu talla y el tamaño de la copa. Para determinar el contorno de la espalda, coloca una cinta de medir alrededor del pecho, debajo de la zona del busto. A la cantidad obtenida en pulgadas, suma cinco y ese será la medida del contorno de tu espalda. Si ese resultado es un número impar, suma uno más. En tanto que para calcular la talla, coloca la cinta alrededor del pecho a la altura de los pezones; al resultado resta la medida del contorno de la espalda, y la cantidad final será el tamaño de tu busto.

Poco pecho: necesitas realzarlo con un brassier que  redondeé la forma. Las prendas con relleno lateral llevarán el pecho al centro para aumentar el volumen.

Mucho pecho: si deseas disimular el tamaño, utiliza varillas medianas, éstos te ayudarán a recoger y centralizar el volumen; los tirantes gruesos te darán más estabilidad y menor movimiento.

Pecho caído: los tejidos suaves como el algodón, licra y encaje se adaptan a la forma del busto y ajustan el volumen sin tanta presión.
Pecho separado: el modelo idóneo es el cruzado de tirantes; reduce el pecho desde la zona lateral cercana a la axila hasta el centro.

Ejercicios

Para tonificar y mantener firme el pecho, realiza las siguientes rutinas:
1.- De espalda al suelo, con las rodillas flexionadas. Separa las piernas y coloca los pies en el suelo para mantenerte estable; toma una mancuerna en cada mano y sostenla en el aire por encima de la cabeza, mientras comienzas a extender los brazos hacia afuera. Regrésalos al centro y repite la operación por 15 minutos.
2.- Con la espalda y pies al suelo, rodillas flexionadas y piernas separadas, coloca las manos detrás de la cabeza, contrae el abdomen y haz que el codo derecho toque la rodilla izquierda. Regresa a la posición inicial y repite la operación con ambas partes, de 15 a 20 minutos.

Cuidados

El paso de los años, los constantes cambios de peso y la maternidad son los principales factores para que las estrías aparezcan en el contorno del busto. Con una mascarilla hidratante puedes evitarlas o disminuir su apariencia. Tritura la piel de medio limón y mézclalo con huevo, hasta crear una pasta. Aplica por las noches durante 20 minutos y retira con abundante agua fría. Después da pequeños masajes circulares con crema hidratante.