Deportivo a la moda coreana

GUADALAJARA, JALISCO (01/FEB/2014).- Parece que la crisis económica está terminando y es hora de dejar atrás la modestia para dar paso a los reyes de la pista: los automóviles deportivos. Algunas firmas comienzan a mandar esa señal, como la coreana Kia, que sorprendió en Detroit con un auto concepto denominado GT4 Stinger.

Este largo coupé de configuración 2+2 (dos personas enfrente con dos asientos pequeños atrás), motor delantero y tracción trasera es producto del equipo de Kia California, el hogar de su predecesor de 2012, el concepto Track’ster. Y como el Track’ster, el atractivo del GT4 Stinger está más allá de su colorida piel en tono amarillo anaranjado: en su interior resguarda un motor de dos litros turbocargado de cuatro cilindros con la capacidad de alcanzar 311 caballos de fuerza (hp).

“Nuestro coche de carreras, el Optima, produce más de 400 hp. Entonces, ¿por qué no dotar a nuestro auto concepto de una energía de ese calibre?”, cuestionó Tom Kearns, diseñador en jefe del Centro de Diseño de Kia en Norteamérica, en la presentación del carro en el North American Auto Show.

El diseñador garantizó que, a diferencia de sus competidores más cercanos, el GT4 tendrá un costo reducido para un auto deportivo.

El más ambicioso

Con una transmisión manual de seis velocidades, este concepto es el más audaz lanzado por la empresa coreana hasta ahora. Aunque a primera vista no parece un Kia, la parrilla en forma de “nariz de tigre” lo delata, con un marco blanco y un borde en negro satinado, en contraste con el amarillo ignición del chasis. El largo caparazón da pistas al Nissan 240Z, y también tiene un ligero parecido al Scion FR-S y al Subaru BRZ, ambos de Toyota.

Los ojos son un par de faros LED verticales que le dan una apariencia aún más felina. Sin embargo, probablemente resulten inoperantes para un modelo de producción, al igual que los pilares transparentes, los cuales proveen de una visión de 270 grados, según el fabricante.

“Queríamos hacer algo muy simple y puro, pero que se viera novedoso”, aseguró Tom Kearns. En su interior, la intención se revela: priorizar la funcionalidad y aligerar el peso despejando todos los accesorios que distraen al conductor. Ni siquiera tiene radio o equipo de sonido. “El sistema de audio se inicia bajo el capó y los altavoces son los tubos de escape”.

En comparación con sus similares, la distancia entre ejes es más corta y la anchura es mayor, lo que favorece la distribución del peso y la operatividad del vehículo. El splitter de fibra de carbono montado debajo de la defensa proporciona mayor fuerza para mantener los neumáticos plantados a la pista al circular a alta velocidad.

El interior resulta congruente con la idea de sencillez: asientos de piel, piso de goma sin alfombra, pedales de aluminio, un discreto panel con los detalles de navegación y correas en lugar de manijas interiores en las puertas.

Aunque aún es un concepto, la empresa no descarta que este auto inspire la creación del primer deportivo de Kia que pise las calles.