GUADALAJARA, JALISCO (25/MAR/2017).- En la actualidad, muchas marcas acuden a los turbocargadores o supercargadores para ganar caballaje. Pero ese parece no ser el estilo de la Casa de Stuttgart, al menos no para el renovado 911 GT3, que además, complementa todo con reducción de peso.En materia de diseño, este deportivo presume de ser favorecido en este aspecto. El automóvil cuenta con un capó semi plano, con apenas un par de líneas fuertes, para imprimir fortaleza; los faros, como suele ser en la marca, son ovales, siempre montados en la parte delantera de los salpicaderos laterales, que dicho sea de paso asemejan a músculos; la defensa parece ser una sola pieza con toda la parte delantera, en ella se incrusta una tripleta de aperturas de aire, con luces diurnas lineales y un lip aerodinámico. Los laterales dejan en evidencia una silueta sofisticada, contrastada con los extremos, que imprimen cierto volumen. La parte trasera da lugar a calaveras de corte afilado y a una marcada bajante que tiene su origen en el techo del deportivo alemán, pero lo más destacable es el spoiler fijo de fibra de carbono, que mejora la adherencia al piso de este bólido.Por dentro, este GT3 combina la elegancia, con la vocación deportiva inherente de la armadora germana. Los asientos serán siempre forrados en cuero y Alcantara, con el nombre del vehículo en cuestión en ellos, además, tendrán una estructura ergonómica. Otros detalles distintivos tendrán lugar en la cabina, como costuras aparentes en volante o los cinturones de seguridad, ambos en tono rojo.El “corazón” de este alemán latirá con una potencia de 500 caballos de fuerza, poder transmitido siempre al eje trasero. Esto logrado gracias a su bloque bóxer de seis cilindros y 4.0 litros de desplazamiento. A dicho motor, irá ligada una caja manual de seis marchas o una de doble embrague (PDK) de siete relaciones. Esta última ofrecerá al conductor hacer los cambios con paletas deportivas, colocadas por detrás del volante.Familiar por excelencia Tal vez las vagonetas no gozan de la preferencia de los compradores, al menos en el Continente Americano. Pero la historia es totalmente distinta en Europa, donde se comercializan miles de estos vehículos al año. Por ello, Kia no quería quedar fuera de la “fiesta”, así que renovó a su Optima Sportswagon, la versión “guayín” del conocido automóvil surcoreano.Por fuera, este coche no dista mucho del automotor que toma de base, sólo un par de modificaciones al frente y el evidente crecimiento de la parte trasera delatan a este vehículo. Las principales diferencias se encuentran en los faros de niebla, que tienen un marco circular, pero se dividen en tres partes; también se tiene una entrada central inferior más discreta. El resto se conserva, con una amplia parrilla; faros largos de doble proyector y cofre con un par de líneas marcadas cerca del centro del mismo. Los flancos exhiben el exceso de dimensiones, que se traduce en mejor espacio del maletero, el cual crece en 42 litros. Por detrás, todo es resuelto con un pequeño spoiler; una abultada puerta trasera y calaveras afiladas.Por dentro, no sólo la cajuela tiene mejor capacidad volumétrica, también la segunda fila de asientos, pues la distancia entre ejes da un par de centímetros extra a los pasajeros de la banca posterior.Al tener un enfoque familiar, la armadora de Corea del Sur ofrece un amplio surtido de seguridad. El listado se compone por: monitor de punto ciego; alerta de abandono de carril; programador activo de velocidad; cambio de luces automático; anclajes para sillas de infante; cámaras con visión de 360 grados, y un gran número de elementos dan forma a esta lista.Solo dos motorizaciones son ofrecidas en el Viejo Continente, una a gasolina de 245 caballos de fuerza, y otra más a diésel con potencia de 141 equinos. En ambos casos se puede elegir una caja manual de seis relaciones o una automática de doble embrague con el mismo número de marchas.El precio de este automotor familiar arranca cerca de los 27 mil euros, hasta alcanzar rangos cercanos a los 40 mil euros.
