Con espíritu deportivo

GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2015).- Todos quieren un crossover en estos días. Y mientras menor, mejor. Como nadie puede darse el lujo de no estar en ese segmento, Mazda pone este diciembre el CX-3 en el mercado mexicano, un vehículo que seguramente va a complacer a muchos.

Lo primero que se percibe es el diseño y Mazda vive un momento particularmente fuerte en este sentido.
 
La CX-3 —y le decimos así, en femenino, como le van a decir todos los mexicanos— se percibe elegante, esbelta, atlética. El ala cromada que surge de la parte baja central de su parrilla y penetra a los faros, enmarcan el frente y le dan el aire de la casa nipona además de una levedad visual que la llena de gracia.

Los costados exhiben paneles cóncavos y convexos, creando sombras y reflejos que aumentan cuando se encuentra en movimiento. Las calaveras apuntan del centro hacia arriba y complementan esa sensación dinámica del cuerpo del auto. Parada, la CX-3 aún parece moverse.

El interior está de acuerdo con la simplicidad externa de líneas. La parte superior del tablero es de una sola pieza. Los materiales son bien cuidados y los instrumentos analógicos se leen fácilmente delante del chofer. Al centro, una gran pantalla táctil rompe la monotonía. A algunos les parecerá algo sobrepuesto, como si fuera comprada en una tienda de accesorios. A nosotros nos parece simplemente un toque actual, aunque no innovador. Se puede usar como pantalla táctil cuando el vehículo está detenido. Una vez que se mueve es necesario usar el mando único central.  No nos parece muy lógico el raciocinio, puesto que usar ese mando —que queda en la consola— implica desviar la atención por más tiempo del que sería necesario para tocar directamente la pantalla. Pero así es como lo hace Mazda en todos sus autos, la CX-3 no es excepción.

Al usar la plataforma del Mazda2, el espacio interior es un poco menos generoso que el de un Mazda3, pero sí mejor que el de un Mazda2.

Adelante todos estarán a sus anchas. Atrás, dos pasajeros también viajarán cómodamente. Tres ya sacrificarán el confort general. Todas tienen ABS y doble bolsa de aire. La más equipada, justo la que llega ahora en diciembre, tiene seis bolsas de aire, como debe de ser.

Una de las cosas que va a percibir el piloto de una Mazda CX-3 es la poca altura. No se siente uno en un crossover, más bien es como estar al mando de un hatchback. Si para moverse en el tráfico la camioneta no nos da el beneficio de ver a los demás desde arriba, en las curvas su centro de gravedad más bajo hace que ponga a todas sus rivales en el bolsillo. La CX-3 es ágil, rápida y ligera, pero con una firmeza que difícilmente se encuentra fuera de los grandes, lejos de los Premium.

El motor es relativamente pequeño. Se trata del 2.0 litros con 148 caballos de fuerza. La tracción llega a las ruedas delanteras y la fuerza es transmitida por una caja automática de seis velocidades. Por supuesto que toda la camioneta está diseñada bajo la tecnología SkyActiv, que busca hacer más eficiente a los vehículos que usan gasolina como combustible.

Entren a una carretera sinuosa al mando de una CX-3 y verán que la respuesta es excelente. Es casi como si el piloto fuera parte del auto, como si estuviera arriba de una motocicleta e inclinara su cuerpo para entrar mejor a las curvas. Pero esto es pura sensación. Como no es una motocicleta, esta pequeña Mazda tiene una mínima inclinación de la carrocería y una respuesta precisa de sus sistemas como la dirección, la suspensión y los frenos.

Sí, claro, hay lujos. Más en esta versión iGT. Los asientos están forrados de piel y alcántara; quemacocos; los rines tienen 18 pulgadas de diámetro; botón de encendido; aire acondicionado; control de crucero; dos entradas USB y cámara de reversa.

Mucho más que lujo, sin embargo, lo que tiene esa pequeña nipona es un gran manejo. Ese “zoom-zoom” que sí es parte de la publicidad, de la estrategia de mercadotecnia de la marca, pero también está en la mente de los diseñadores e ingenieros de la casa de Hiroshima. Eso, probablemente más que cualquier otra cosa, es lo que hace de esta camioneta, en esta versión, la mejor de su segmento. Principalmente para los que disfrutan conducir un buen auto. Como nosotros… comprenderemos.