GUADALAJARA, JALISCO (05/NOV/2016).- El mundo puede estar enamorado de las adolescentes o de las modelos de poco más de 20 años, pero sólo quien conoció una mujer de 30 sabe realmente lo que es el amor en su plenitud. Pasa lo mismo con algunos vehículos y la Lincoln Navigator, sin duda, es uno de ellos.La frescura de lo nuevo es absolutamente seductora. Todos quieren el vehículo de forma más reciente, que al pasar robe miradas y transforme al conductor en una mini celebridad, aunque sea por algunas semanas, mientras los demás se acostumbran a verlo en la calle. Ese orgullo de ser admirado, aunque sea a través de un producto y no de sí mismo, genera alegrías pero también muchos sacrificios. De la misma manera que lo hace una mujer en sus 20.Cuando hablamos de camionetas de tamaño completo, aún más en el segmento de lujo, la Navigator es nuestra hermosa treintañera. Aún se ve bien pese a sus años y la convivencia con ella es tan más agradable, tan libre de dramas y sacrificios, que después de estar con ella un rato, como acabamos de hacer durante casi tres semanas, no necesitamos ni queremos ninguna otra.Si el diseño exterior de la Navigator delata las escasas modificaciones que ha recibido desde su lanzamiento, su interior sigue siendo imbatible como el mejor lugar donde estar en su clase. Las tres filas de asientos permiten andar con espacio y confort. En las dos posteriores, es posible poner los pies debajo del asiento de adelante, lo que ayuda mucho en el bienestar de los pasajeros.El equipo es naturalmente abundante y cuenta con detalles como el estribo plegable que ayuda a entrar y salir de un vehículo tan alto como la Navigator. Los asientos forrados de piel son cómodos, de buena forma y acojinamiento perfecto. El SYNC 3 es de fácil operación y la pantalla de buena definición. El sistema de sonido certificado por THX, complace a los “audiófilos” en cualquier volumen que quieran escuchar su música favorita. Y en la segunda fila se puede ver películas o jugar video juegos con las pantallas detrás de las cabeceras.Como era la versión larga, incluso usando la tercera fila, hay buen espacio para equipaje. Pero si vas al aeropuerto para recoger a tres mujeres que fueron de compras a Estados Unidos, te va mejor si usas dos filas para personas y todo lo demás para equipaje. Lo decimos por experiencia. Precisión y confortSi en espacio es líder de su categoría, en manejo la Navigator también levanta la mano para ponerse en primer lugar. Una de sus ventajas viene desde adelante y otra vez lo que parece ser más atractivo en otras, resulta mucho menos agradable en práctica. Nos referimos, por supuesto, al motor. Muchos de los que piensan que no hay nada como un V8 para propulsar un vehículo tan grande como la Navigator, se sorprenderán al ver que el V6 bi-turbo de esta camioneta tiene el mismo torque que el V8 de 6.2 litros de su mayor rival, la Escalade, pero con menos de la mitad de su tamaño y un consumo mucho más contenido.El rodar de la Navigator, gracias a la suspensión trasera independiente, es también más preciso y suave, además de mucho más adecuado y estable en las curvas. Si fuera necesario hacer una maniobra brusca, estar al mando de una Navigator aumentará mucho las posibilidades de salir de ella sin mayores consecuencias.El francés Honoré de Balzac describió como pocos la belleza de la mujer de 30 años. Mostró que la madurez aún impregnada de juventud resulta una mezcla muchas veces más interesante que la simple frescura de lo nuevo. Así es la Navigator. El que tenga la inteligencia para ver más allá de la apariencia, para comprender el placer y la seguridad que dan algo mejor pensado, que ya pasó por la prueba del tiempo y se mostró resistente a ella, evolucionando en los detalles que son realmente importantes, comprenderán que es la mejor elección. Los demás, que disfruten su adicción a las novedades estéticas y los sacrificios a que los obliga el convivir con ellas.