Suplementos | El sentido de las leyes y los reglamentos es que la convivencia no quede abandonada Banquetas El sentido de las leyes y los reglamentos es que la convivencia no quede abandonada a la ley del más fuerte (o el mejor apalancado) Por: EL INFORMADOR 25 de octubre de 2015 - 04:12 hs Durante años, esta ciudad ha aplicado la política de que cada quien puede hacer lo que se le pegue la real gana. EL INFORMADOR / ARCHIVO GUADALAJARA, JALISCO (25/OCT/2015).- Tengo un nuevo vecino. Es un tipo muy serio. No hace ruido (lo que lo diferencia de los otros, que son como chicharras andantes equipadas con poderosas bocinas) y hasta el momento no ha ocasionado demasiados trastornos en la vida de la calle. Sin embargo, ha cometido un error fatal: como su casa no tiene cochera, el sujeto decidió, sepa el destino por qué, estacionar su automóvil de manera que dos de las llantas se trepen a la banqueta. Su hijo, que tiene otro vehículo, hace lo propio. Así, al pasar por esa parte de la acera uno debe pegarse al muro, porque al menos 30 centímetros o más han sido invadidos por sus autos. Muchas veces me he preguntado por los motivos de la irrupción. ¿Le parece al vecino que, como la calle es estrecha, estacionar su auto con las cuatro llantas en la vía es arriesgarlo a que se lo choquen? ¿Cree que el coche pasa frío por las noches y quiere cobijarlo un poquito pegándolo a la pared? ¿Está loco, de plano? Son preguntas que no han tenido respuesta. El otro día, un inspector del Ayuntamiento le pegó a los autos del vecino los nuevos apercibimientos que se comenzaron a colocar a quienes obstruyen las banquetas. Me enteré porque el berrinche fue sonoro y notable. “¡Ora resulta que estos jijos me van a multar si me sigo poniendo aquí!”, vociferaba el hombre, mientras hacía bolita el papel que se lo informaba. Sus gestos eran rabiosos y sus tupidos bigotes se le contorsionaban como si fueran un pequeño mico indignado. Al menos, la mañana en que escribo esto, ambos automóviles han sido, al fin, aparcados en donde se supone que es su lugar: en la calle. Claro: la banqueta ya quedó carcomida y quebrada. No parece importarles demasiado a los culpables, aunque no estaba así antes de su llegada, hace algunas semanas. Durante años, esta ciudad ha aplicado la política de que cada quien puede hacer lo que se le pegue la real gana mientras no lo pesquen o mientras suelte una mordida si es que lo descubren. Los ciudadanos se han pasado cínicamente de las medidas de construcción reglamentarias y han ignorado todas las normas de seguridad posibles. Otros han usurpado banquetas, calles, parques, terrenos públicos para agrandar o construir sus fincas. Algunos más operan locales fuera de toda reglamentación de horarios, giros y permisos. Los planes parciales de desarrollo han sido más ignorados que un profesor de secundaria a la hora que suena el timbre de salida. Los reglamentos de patrimonio, igual. A nadie le preocupa que un negocio acuchille los reglamentos de decibeles permitidos. Mis vecinos de enfrente venden alcohol sin licencia hace años y nadie los clausura porque tienen venia sindical… En fin. El resultado es que nos hemos cargado buena parte de nuestra historia urbana y que Guadalajara se ha vuelto poco menos que invivible. El sentido de las leyes y los reglamentos es que la convivencia no quede abandonada a la ley del más fuerte (o el mejor apalancado). Si, como sucede, los ignoramos y hasta nos parece jocoso que existan, no podemos esperar más que lo que tenemos: el caos. Las multas para aquellos que cotidianamente invaden banquetas (impidiendo o complicando el paso de todos, y convirtiéndose en obstáculo formidable para discapacitados o ancianos, por ejemplo) son, apenas, una primera medida indispensable para que recordemos que no es posible violentar todas las normas porque nos conviene o se nos antoja. Celebro que las multas sean, comparativamente, elevadas. Y espero que no acabemos enterándonos de que se arreglan con doscientos pesos. Temas Tapatío Antonio Ortuño Lee También KIVA Inversión inmobiliaria integral presenta Atriva, esencia viva Sociales: Nice de México celebra su 29 aniversario El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Sociales: Torneo de golf “Por más sonrisas” Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones