Tras incendio, Gobierno federal refuerza estancias de Sedesol

CIUDAD DE MÉXICO (05/JUN/2012).- Las estancias infantiles para madres trabajadoras y padres solos, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), carecían de garantías de seguridad para los menores usuarios hace tres años: el reglamento de entonces era ambiguo al requerir que las instalaciones debían operar “sin riesgos”.

El incendio que consumió la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, del Instituto Mexicano del Seguro Social en 2009 encendió los focos rojos incluso en las estancias de Sedesol, y para evitar una segunda tragedia el Gobierno federal giró nuevas disposiciones.

A finales de 2010, los secretarios Salud y Desarrollo Social en turno, José Ángel Córdova y Jesús Heriberto Félix Guerra, publicaron en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo de modificaciones para la ejecución del Programa.

Se implementó un seguro de accidentes para los menores usuarios ocurrido dentro de las instalaciones de la estancia o durante actividades externas de ésta; capacitación para el personal sobre cuidado de niños; y se incentivó con seis mil pesos al administrador que aplicara en su guardería un programa interno de Protección Civil, justificando los gastos que ello le implicó.

Aplican cambios en el Estado

Las disposiciones se acataron en las 563 estancias de Sedesol en Jalisco, indica la secretaria de Planeación y Enlace de la delegación estatal, Luz María Rodríguez.

El siniestro que cobró la vida a 49 niños en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, marcó cambios en la supervisión, medidas de seguridad y prevención que se aplican en los Centros de Asistencia para el Desarrollo Infantil (CADI) y los Centros de Asistencia Infantil Comunitaria (CAIC) que atienden en el Estado a más de 10 mil niños.

Sin embargo, hay aspectos de la nueva normatividad que están en proceso de cumplimiento en algunos, sin precisar en cuántos, la directora de los Centros de Atención Infantil del DIF Jalisco, María Guadalupe Peña Sahagún, garantizó que pese a ello, son seguros los 133 CADI y CAIC que operan, algunos de los cuales están a cargo del organismo estatal y la mayoría en manos de los municipios donde se ubican.

“Podemos decir que están seguras aun cuando no se cumpla 100% con la norma, pero todo lo que es posible humanamente se ha hecho y estamos ciertos de que están seguros los centros”.


CRÓNICA

“Sale con mucha pila”

¡Papá, papá! ¡Mamá, mamá! Son los gritos que resuenan en la recepción del Centro de Asistencia para el Desarrollo Infantil (CADI). Es mediodía, los padres llegan a recoger a sus pequeños, para quienes este lunes terminó su estancia en el lugar.

Un niño de tres años sonríe y se lanza hacia su padre, luego comienza a saltar y a correr hasta donde se lo permite el área de recepción y entrega de los niños del CADI seis, a cargo del DIF estatal.

Humberto Aguilar vigila a su pequeño, un niño muy inquieto. “Sale con mucha pila, no se cansa”, refiere. El menor caminó a los nueve meses y desde entonces no para, comenta el orgulloso padre al esbozar una sonrisa.

Humberto menciona que desde que llevaron a su hijo, a los alrededor de siete meses, a este centro de asistencia para niños, las instalaciones le parecieron adecuadas a él y a su esposa, y las sigue considerando óptimas. “No nos genera incertidumbre, estamos tranquilos y contentos con la atención que les dan a los niños”.

Dice que son frecuentes los simulacros de sismos e incendios que se efectúan en el CADI, sobre los cuales son enterados los padres. La guardería tiene servicio de prescolar, es otro de los atractivos.

El señor Guillermo Luna tiene tres hijos en este centro, están en primero de preescolar, tercero y lactante, explica mientras le entregan a su pequeño de brazos y espera a los otros dos, quienes avanzan hacia su padre ataviados con sus uniformes blancos. Sobre las instalaciones, manifiesta, “son excelentes”, al igual que los maestros.

Al recorrer las instalaciones del CADI se identifican extintores en algunos puntos, alarma de sismos y fuego.