Lydia Cacho desconfía en que la justicia castigue a sus agresores

México.- La periodista Lydia Cacho expresó hoy su desconfianza en que la Fiscalía vaya a fondo en el proceso contra sus agresores cuando fue detenida en diciembre de 2005 en Cancún, en el Caribe y trasladada al estado central de Puebla.

El subrprocurador de la Procuraduría General de la República (PGR), Juan de Dios Castro Lozano, dijo ayer a los medios que ya solicitaron las órdenes de arresto en el caso de Lydia Cacho, aunque no precisó en contra de quiénes son esas órdenes.

"Lo que me queda claro es que esta es una farsa completa de la PGR pues no hay delitos que perseguir contra los judiciales en el estado de Quintana Roo, pues los delitos son federales y se cometieron en las carreteras", explicó Cacho.

En su primer libro "Los demonios del Edén", Cacho puso al descubierto una red de pederastas encabezada por el empresario Jean Succar Kuri en Cancún por el que fue acusada de difamación por el empresario Kamel Nacif, amigo del gobernador de Puebla, Mario Marín.

En su segundo libro "Memorias de una infamia", Cacho relata los hechos de su detención y traslado durante 24 horas en auto desde Cancún a la ciudad de Puebla, donde sufrió vejaciones y amenazas de muerte durante el viaje, así como los planes de las autoridades para ser violada en la cárcel.

En su denuncia, Cacho acusó al gobernador de Puebla, Mario Marín, a la ex procuradora de Justicia Blanca Laura Villeda, y al empresario Kamel Nacif, entre otros, de organizar una persecución política en su contra.

Cacho explicó que la fiscalía especial para periodistas recibió el expediente que había preparado la fiscalía sobre delitos contra mujeres, la cual ya tenía "lista la consignación por delitos federales para arrestar a Nacif, y la Procuradora y a la juez de Puebla que participaron en esta maniobra.

Señaló que la PGR quitó del expediente todas las pruebas sobre delitos federales y los expedientes de la juez y la procuradora para protegerlos, y que este expediente se envío a Quintana Roo, en donde solo pueden ordenar el arresto de dos de los policías que la arrestaron.

"Lo hicieron para deshacerse del caso y proteger a Kamel Nacif e incluso a Marín pues estamos seguras de que los agentes judiciales, propiamente juzgados hablarían de quién les dio las órdenes" explicó la periodista, quien se encuentra en Mozambique para recibir el Premio de la UNESCO-Guillermo Cano de la Libertad de Prensa.

EFE 01-05-08 IJALH