Para algunas personas, la meta consiste en bajar de peso, seguir una disciplina deportiva, dejar de beber o de fumar o tener un empleo mejor remunerado; mientras que para otras hay propósitos más personales, como tener una pareja estable o un hijo.En la ciudad de México, algunos de los sitios turísticos tradicionales como Chapultepec, Xochimilco o la Basílica de Guadalupe registraron las primeras aglomeraciones del año, pues muchas personas pensaron que por ser día de asueto no hallarían mucho movimiento de gente, pero no fue así.En la pista de corredores "El Sope", en la segunda sección del Bosque de Chapultepec, Hugo González Vergara camina al lado de su esposa, y se da una pausa para comentar que este 2015 buscará recuperar la condición física que tenía hace un par de años.Con 48 años de edad, Hugo renueva el optimismo al recordar que en sus mejores tiempos llegó a correr medio maratón, pero una serie de problemas familiares y de trabajo le provocaron indiferencia por mantener su condición física, lo que hizo que a la fecha no aguante cinco kilómetros."Ni modo, no se puede retroceder el tiempo para cambiar las cosas, ahora sólo queda ver para adelante, y este año tiene que ser el de la recuperación de todo lo que dejé a un lado", dijo optimista, y reveló que a partir del lunes próximo retomará su disciplina deportiva.En Xochimilco se dieron cita familias que acudieron a pasear en trajineras, a comer mole, tacos con tortillas hechas a mano, a beber una cerveza o hasta un vaso de pulque, y a hacer votos por mantener las condiciones familiares y laborales con que terminaron 2014.A la Basílica de Guadalupe acudieron personas en busca de consuelo porque en 2014 perdieron a algún familiar, fueron diagnosticados con alguna enfermedad o para dar gracias por vivir un año más.A un costado de la iglesia de "El Pocito", fue patente la larga fila de personas que acuden para "jurar" que no consumirán bebidas alcohólicas por un tiempo determinado por ellas mismas, porque aseguran que en 2014 se hicieron mucho daño y también a sus familias por tener ese hábito."A ver si aguanto", comentó con cierta desconfianza Antonio Gutiérrez, quien juró no beber alcohol durante un año, para evitar correr la suerte de su hermano "Poncho", quien un día del año que acaba de terminar amaneció sin vida en una calle, por complicaciones de salud debidas a su adicción.
