MÉXICO.- El cardenal Norberto Rivera Carrera convocó a los sacerdotes de esta capital a renovar sus votos este Jueves Santo, pues el sacerdocio se ha transformado "y ya no es cuestión de descendencia sino de encontrarse en el misterio de Jesucristo". Exhortó a los hombres de la Iglesia a reflexionar nuevamente en los signos mediante los cuales se les donó el sacramento, pues afirmó que "el señor les impuso sus manos y ahora quiere nuestras manos para que en el mundo se transformen en las suyas". El Arzobispo Primado de México señaló que los sacerdotes no deben ser instrumentos para tomar las cosas, sino que transmitan el toque divino de Dios. "Quiere que sean intrumentos para servir y, por tanto, expresión de la misión de toda la persona que se hace garante de él y los lleva a los hombres", puntualizó. En la ceremonia religiosa, efectuada en la catedral metropolitana, donde también se bendicen los santos óleos que posteriormente se llevarán a todas las iglesias del Distrito Federal, Rivera Carrera destacó: "Si las manos del hombre representan simbólicamente sus facultades y por lo general, la técnica de cómo poder disponer del mundo, entonces las manos ungidas deben ser un signo de su capacidad de donar, de la creatividad para modelar el mundo con amor y para eso, sin duda, tenemos la necesidad del Espíritu Santo". Recordó que en el Antiguo Testamento la unción es signo de asumir un servicio, el rey, el profeta, el sacerdote, hace y dona más de lo que deriva de él mismo. En cierto modo, está expropiado de sí mismo en función de un servicio en el que se pone a disposición de alguien que es mayor que él. Este jueves, considerado como el del sacerdote, el cardenal Rivera expresó que "Jesús dona al mundo una nueva realeza, un nuevo sacerdocio, un nuevo modo de ser profeta, que no se busca asimismo sino se vive por aquel, con vistas al cual el mundo ha sido creado". A aquellos sacerdotes que en algún momento duda de su vocación les pidió que "dejen que la mano de Dios se aferre a ellos para que puedan ponerse al servicio de la vida, que es más fuerte que la muerte y al servicio del amor, que es más fuerte que el odio". NTX 20-03-08 IJALH
