La PFP detiene al cerebro de la masacre de San Fernando

CIUDAD DE MÉXICO (18/JUN/2011).- La policía federal detuvo a un ex militar y  jefe de “Los Zetas” al que vincula con la matanza de 72 inmigrantes de Centro y  Sudamérica el año pasado en San Fernando, Tamaulipas, y con las  decenas de fosas con cadáveres descubiertas en abril en el mismo pueblo, dijo  el viernes el Gobierno.

Édgar Huerta, alias “El Wache”, admitió que en agosto de 2010 “encabezó personalmente el secuestro de dos camiones de carga en cuyo interior viajaban  escondidos más de 70 indocumentados centroamericanos” que fueron asesinados, dijo a medios el jefe de la división antidrogas de la secretaría de Seguridad Pública, Ramón Pequeño.

Estos raptados a los que se refiere Pequeño serían parte de los 72  inmigrantes de El Salvador, Honduras, Guatemala, Ecuador y Brasil que fueron  secuestrados cuando intentaban llegar a Estados Unidos y fusilados en una  hacienda de San Fernando, según detalló un funcionario de prensa de la  secretaría.

Pequeño también relacionó a Huerta, de 22 años, con el hallazgo en abril de 183 cadáveres en una cuarentena de fosas clandestinas en San Fernando.

El detenido indicó haber ordenado el secuestro de al menos seis autobuses cuyos pasajeros fueron torturados para verificar si eran miembros del cártel  rival del Golfo. Una parte de ellos, dijo, fueron asesinados y enterrados en fosas clandestinas. Según el testimonio del detenido, existen más de 600 cuerpos enterrados en distintas fosas clandestinas en el municipio de San Fernando.

Unas 55 personas presuntamente vinculadas con las fosas habían sido detenidas anteriormente, entre ellas 16 policías de San Fernando acusados de colaborar con “Los Zetas” en los plagios de migrantes, y Martín Omar Estrada Luna, apodado “El Kilo”.

Édgar Huerta, detenido el jueves en Zacatecas junto a  una mujer, sostuvo haber sido jefe de “El Kilo” y haber asesinado personalmente a 10 personas, dijo Pequeño sin ofrecer más detalles.

TELÓN DE FONDO
Nula protección a migrantes

El 24 de agosto de 2010 un hombre herido llega a un puesto de control carretero atendido por la Secretaría de Marina (Semar), y denuncia que sufrió una agresión por parte de miembros de un grupo delictivo en un rancho cercano.

Por tal motivo, integrantes de la Marina fueron a inspeccionar, y cuando los sicarios notaron su presencia abrieron fuego e iniciaron la huida del lugar. En el enfrentamiento murió un elemento de la Armada de México y tres presuntos delincuentes.

Ahí, en el rancho ubicado en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, los marinos encontraron 72 cuerpos sin vida.

Al día siguiente del hallazgo, un funcionario federal declaró que un testigo mencionó a las autoridades que las personas eran migrantes. En la información subsecuente se supo que los afectados eran originarios de Guatemala, Ecuador, Honduras, El Salvador y Brasil, y que su pretensión era llegar a Estados Unidos.

Los países que resultaron afectados por la matanza exigieron al Gobierno mexicano el esclarecimiento de los hechos.

Para el 14 de septiembre, la Secretaría de Gobernación (Segob) anunció que Cecilia Romero, hasta entonces titular del Instituto Nacional de Migración (INM), presentó su renuncia al cargo.