Sábado, 18 de Mayo 2024
México | Señalan que es falso que el Papa lo encubriera porque era su amigo

Juan Pablo II fue engañado por Maciel: Arquidiócesis

Señalan que es falso que el Papa lo encubriera en el caso de pederastia porque era su amigo

Por: EL INFORMADOR

La Arquidiócesis señala que Maciel le juró a Juan Pablo II que era inocente y el Papa le creyó. ARCHIVO /

La Arquidiócesis señala que Maciel le juró a Juan Pablo II que era inocente y el Papa le creyó. ARCHIVO /

CIUDAD DE MÉXICO (27/ABR/2014).- La Arquidiócesis de México afirmó que el Papa Juan Pablo II, canonizado este día en el Vaticano, fue engañado por el fundador de Los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, sobre las diversas acusaciones en contra del prelado mexicano, que después fueron demostradas, de abuso sexual a seminaristas.

En el artículo “Esa foto de Juan Pablo II y Maciel…“, publicado este día en el seminario “Desde la Fe”, dice:

Desde luego no cabe pensar que el Papa avalara la conducta inmoral de Maciel, no es cierto que sabiendo que éste era pederasta lo encubriera porque era su amigo. Sucedió tristemente que Maciel lo engañó. Según consta por diversos testimonios, le juró que era inocente y el Papa le creyó.

“Juan Pablo II no pecó de ‘contubernio’ con un ‘monstruo’. Fue engañado, lamentablemente, por un enfermo mental”, agrega la publicación.

El pasado 25 de abril, el ex portavoz papal, Joaquín Navarro-Valls, dijo que Karol Wojtyla sí fue informado de las pesquisas hechas por la Congregación para la Doctrina de la Fe en contra el fundador de los Legionarios de Cristo, sin embargo, comentó que nunca conoció los resultados de las pesquisas.

Navarro-Valls se refirió también a la reacción de Wojtyla ante los primeros casos de abusos sexuales contra menores que comenzaron a llegar al Vaticano a finales de los años 90 del siglo pasado. Aunque reconoció que el Papa no se dio cuenta inmediatamente de la magnitud del flagelo, porque “nadie lo había comprendido en ese momento”.

Al respecto, la Iglesia Mexicana dice que “Wojtyla padeció en carne propia la persecución, el acoso de las autoridades comunistas, supo lo que se siente ser víctima inocente de enemigos que buscaban destruirlo. Incluso ya como Papa sobrevivió a un intento de asesinarlo”

Y agrega: “Así que cuando surgieron las acusaciones contra Maciel, (un sacerdote aparentemente ejemplar, que había logrado una obra colosal con seminarios, universidades y escuelas en muchos países, numerosos sacerdotes e incontables laicos con una notable espiritualidad de oración diaria, participación en obras de caridad, apostolados, conocimiento de la fe, gran amor y respeto por la Iglesia), y él personalmente le aseguró que las acusaciones eran falsas, le creyó”.

Comentó que décadas antes Maciel había sido acusado e investigado y se había sometido “mansamente a todo el proceso (lo cual dio muy buena impresión), y había sido exonerado, así que parecía que ahora de nuevo estaba siendo falsamente acusado”.


El Vaticano habría sido informado sobre Maciel desde 1948

También la semana pasada, el pasado 21 de abril, se dieron a conocer documentos en los que se dio cuenta de que el Vaticano fue informado desde 1948 que Marcial Maciel abusaba de niños y era adicto a la heroína.

“[Para 1948] siete años después de que Maciel fundó la orden, la Santa Sede tuvo documentos de enviados vaticanos y obispos en México y España que cuestionaban la legitimidad de la orden de Maciel, subrayando la cuestionable fundación legal de su orden y alertando sobre su comportamiento ‘totalitario’ y las violaciones espirituales a sus jóvenes seminaristas”, revelaron estos documentos.

Aunque la Iglesia reconoce que “el error del Papa fue haber creído, de buena fe, en quien no lo merecía”. Señala: “Y ¿quién no ha sido engañado alguna vez por alguien por quien hubiera metido las manos al fuego y que resultó no ser lo que parecía? El que nunca se haya equivocado, que arroje la primera piedra”.

Insistió que nunca hubo complicidad “ni oscuro acuerdo” entre él y Juan Pablo II, a quien reconoció como “un hombre íntegro, honesto, que amaba a los niños y de ninguna manera se hubiera prestado para solapar los horrores cometidos contra éstos”.

“Los que querían sangre y esperaban ver al octogenario Maciel colgado del obelisco de la Plaza de san Pedro, no quedaron satisfechos, pero la realidad es que el castigo impuesto fue el más duro golpe que podía recibir, no sólo porque como sacerdote no hay nada peor que no poder celebrar los Sacramentos, sino porque se le ponía punto final a su pretensión de ser tenido por santo. Quedó devastado y al poco tiempo murió”, dice el semanario religioso.

Sinembargo.mx

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