Sábado, 18 de Octubre 2025
México | Especialistas advierten de graves daños

El ruido en las ciudades, enemigo que merece atención

El bullicio de las metrópolis está asociado con el incremento en la violencia y accidentes de tráfico

Por: SUN

CIUDAD DE MÉXICO (17/MAY/2010).- La contaminación auditiva no es nada nuevo: ya el Gobierno en la antigua Roma restringía la circulación nocturna de carrozas a través de los caminos empedrados para no perturbar a los residentes. Hoy, el ruido en las modernas urbes es mucho mayor, pero no se le atribuye tanta importancia como a la polución ambiental, pese a que puede ocasionar severos problemas sociales y de salud, advierten científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Investigadores expertos en acústica de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) Zacatenco señalan que el ruido citadino no sólo está asociado con pérdida de audición, cuadros de ansiedad y estrés entre la población; también influye mucho en el aumento de los niveles de violencia, accidentes de tráfico o laborales e incluso puede mermar el rendimiento académico y la productividad en escuelas y empresas.

“Los altos niveles de decibeles generados por los vehículos, las fábricas, los aparatos electrónicos, ambulancias y el propio bullicio de la gran cantidad de personas que habitan la Ciudad de México influyen directamente en el sistema nervioso y generan procesos de estrés, nerviosismo y agresividad que afectan las relaciones humanas”, comenta Pablo Roberto Lizana Paulín, presidente de la Academia de Acústica de la ESIME.

El especialista describe el caso de la capital porque es considerada la ciudad más ruidosa del país, pero fenómenos similares ocurren en otras urbes con menor densidad de población.

Añade que en diversos estudios realizados en el IPN han encontrado entre alumnos que atienden clases en zonas ubicadas en ambientes ruidosos —como grandes avenidas o zonas industriales— reducciones importantes en sus niveles de concentración y en la adecuada asimilación de conocimientos.

Por su parte, el maestro Sergio Beristáin, de esa misma entidad politécnica, explica que hay una gran variedad de daños auditivos, los cuales dependen de la intensidad (medida en decibeles) de los ruidos percibidos: van desde la simple presencia de una señal molesta o que no deja dormir hasta la que genera trastornos psicológicos o daños fisiológicos al oído humano. “Todo depende del número de decibeles”.

Ficha Técnica

Sonidos altos reiterados, más peligrosos que los ocasionales

En la Ciudad de México no es posible generalizar, ya que en ciertas zonas donde existen industrias, aeropuertos o en las avenidas muy transitadas es mucho mayor ese problema en comparación con parques u hospitales.

La exposición reiterada a un sonido de alta intensidad es más riesgosa que su audición ocasional.

Hay ciertos cruces en avenidas muy transitadas que superan los 70 u 80 decibeles que pueden generar molestias severas a los transeúntes e incluso causar daños a la gente que reside en las cercanías.

En un concierto de rock (el nivel de ruido) puede alcanzar fácilmente los 105 o 110 decibeles, que con una exposición frecuente a lo largo del tiempo resultan altamente dañinos.

No es lo mismo soportarlos durante un breve periodo, como al escuchar la detonación de un balazo, que hacerlo de manera reiterada y constante.

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