El ritmo del Pacto por México provoca atorón legislativo

GUADALAJARA, JALISCO (05/AGO/2013).- De la parálisis legislativa el Congreso de la Unión pasó a la sobrecarga.

Como dicen los diputados, y haciendo una referencia al transporte, pasamos del lento tránsito de los años de la alternancia al tráfico que impone la agenda del Pacto por México y las reformas pendientes.

En estos momentos, en los bordes de un periodo extraordinario, la agenda legislativa está cargada con al menos ocho grandes temas que no facilitarán los consensos.

Por un lado, se acumulan iniciativas provenientes del Pacto por México como es el caso de la ley para regular el endeudamiento de estados y municipios; así como las reformas en materia de transparencia y acceso a la información, en conjunto con las modificaciones al Instituto Federación de Acceso a la Información y Protección de Datos. Sin olvidar, por supuesto, la ya presentada reforma financiera, que entró en un impasse a la espera de las elecciones.  

Asimismo, también como efectos colaterales del Pacto, se debe legislar en los reglamentos secundarios en materia de telecomunicaciones y educación.

Y aunque se puede pensar que son reformas secundarias, la eficacia o inmovilidad de las reformas aprobadas dependerán en gran medida de los jaloneos precisamente a este nivel.

A todo ello hay que agregar tres temas polémicos, en los que los partidos ya trabajan en varios frentes para sacar su mejor parte, pues se trata de las reformas político-electoral, que interesa bastante amarrar al PAN y al PRD antes que avanzar en las otras dos; la reforma energética, que el PRI quiere y que el blanquiazul secunda, ante la férrea oposición de la izquierda a cualquier asomo de privatización de Pemex y, la reforma fiscal, que también enfrenta a las fuerzas partidistas, sobre todo por lo que toca al IVA en los alimentos.