México | Pacto por México y caso Elba Esther Gordillo revelan la fuerza con la que opera el PRI El Gobierno, mucha política y poca transparencia El Pacto por México y la detención de Elba Esther Gordillo revelan la fuerza con la que opera el tricolor Por: EL INFORMADOR 3 de junio de 2013 - 00:41 hs El Pacto por México creado por el tricolor sólo empoderó a los dirigentes del PRD y del PAN. Cristina Díaz, por el PRI, también firmó. NTX / CIUDAD DE MÉXICO (03/JUN/2013).- El estreno de un spot en favor de la Reforma Educativa y la caída de la que llegó a ser la líder sindical más poderosa de América Latina ocurrieron con diferencia de minutos. La noche del pasado 26 de febrero, poco después de que el procurador Jesús Murillo Karam informara que en el aeropuerto de Toluca había sido detenida Elba Esther Gordillo, un anuncio mostró ante millones de televidentes a un profesor que, luego de atreverse a caminar sobre el pizarrón, saca a los niños del salón de clase y los conduce a un prado mientras una voz en off advierte: “El Gobierno de la República está decidido a dar todos los pasos que sean necesarios para mover la política educativa y llevar a nuestros niños y a nuestro país a un mejor futuro”. “El arresto de Gordillo, que dirigió al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) desde 1989 y que se había opuesto públicamente a la Reforma Educativa, fue una demostración de la fuerza con la que está dispuesto a gobernar el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en su retorno a la Presidencia de la República”, considera Reynaldo Ortega, investigador social del Colegio de México (Colmex) y experto en transición política y elecciones presidenciales. “Una demostración de fuerza enviada al resto de los actores políticos que pudieran retar al poder, de la capacidad de la Presidencia para enfrentar a aquellos que se opongan a sus políticas, para que vean que hay una ruta que es ésta, la de las sanciones”. Y la Reforma Educativa que entró en vigor ese mismo 26 de febrero, agrega el entrevistado, es parte de las modificaciones “estructurales” pendientes en México desde 1997 y cuya velocidad de avance en el actual sexenio, coincide con otros análisis, es el rasgo más relevante de los primeros seis meses de la Presidencia de Enrique Peña Nieto. Dichas reformas —como la laboral, la educativa y sobre todo la energética y la fiscal— habían estado detenidas en México desde que, a mitad de la Presidencia de Ernesto Zedillo, el PRI perdió por primera vez la mayoría en el Poder Legislativo y ninguno de los dos presidentes panistas siguientes tuvo fuerza para negociar su aprobación en el Congreso. Peña Nieto, en cambio, se dedicó desde el primer día de su gobierno a “amarrar” dichos consensos y, para el 2 de diciembre, había ya reunido a los dirigentes de los dos principales partidos de oposición para firmar el Pacto por México, un documento de 95 compromisos y cinco grandes acuerdos, entre los que se encuentran la aprobación de reformas, como la educativa, la energética y la fiscal. Para mayo se firmó un adéndum, para “blindar” los programas sociales en tiempos electorales. “Se ve una diferencia relevante en la forma de hacer política, una agenda clara de que la prioridad es tener con quién sacar adelante esas reformas que se le han exigido a México desde los organismos internacionales y que son puntal de la hegemonía neoliberal”, dice Daniel Vázquez Valencia, coordinador de doctorado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). “Porque mientras ni Vicente Fox ni Felipe Calderón e incluso ni Ernesto Zedillo lograron establecer coaliciones, eso es lo que hizo, y muy rápido, el gobierno de Enrique Peña Nieto”, agrega el también experto en temas de la relación democracia-mercado. El avance para la aprobación de las reformas estructurales en el presente sexenio han sido también destacadas por medios internacionales como ''The Washington Post'', que el pasado marzo publicó un editorial indicando que “por más de una década, el Congreso mexicano estuvo estancado en las miras de su periodo de tres años, imposibilitando la aprobación de reformas desesperadamente necesarias”. Pero con Peña Nieto, agregó el rotativo, “los legisladores están aprobando reformas innovadoras”. Un mes después, la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, dijo también estar impresionada “por la manera en la que (Peña Nieto) ha logrado reunir apoyo alrededor de su programa de reformas”. El camino equivocado Pese a que en su regreso a la Presidencia, el PRI ha mostrado mayor experiencia para ejercer el control político que las dos administraciones panistas anteriores, el problema es que las decisiones gubernamentales, dicen los analistas entrevistados, siguen llevando a México por la ruta equivocada en materia política, económica, social, de seguridad, de justicia, transparencia, rendición de cuentas y en casi todos los aspectos de la vida pública. Las reformas estructurales a las que se les ha dedicado el primer semestre, coinciden Ortega y Vázquez, son las exigidas por los organismos internacionales, pero llegan a México 15 años después de que en otros países se probó que no mejoran la calidad de vida de la población. “Lo peor es que las reformas en México se quedaron en 1994 y el resto de América Latina ya pasó por lo que estamos aprobando nosotros apenas ahora, y ya saben que no son el camino”, dice Vázquez Valencia. “En materia laboral, por ejemplo, la reforma (de noviembre pasado, cuando se aprobó la contratación por horas y el ‘outsoursing’) no sólo no aumentan los empleos, sino que precariza los que hay, y esto lo muestran cifras de la Comisión Económica Para América Latina desde hace 15 años”. La Reforma Educativa, agrega por su parte Reynaldo Ortega, no ha tocado problemas de fondo como la falta de un servicio profesional de carrera no sometido al sindicato ni ha mejorado la inversión en la infraestructura educativa, medular para mejorar el aprendizaje. “La reforma es sólo una evaluación cuantitativa de los maestros hecha a partir del desempeño de los niños, pero la evaluación es una cuestión más complicada; la educación de los niños depende de las condiciones en las que van a las escuelas, y si éstas no tienen pisos ni pizarrón ni presupuesto, evidentemente el desempeño no es el óptimo”. “Entonces, establecer criterios estandarizados para situaciones no estandarizadas lo que hace es generar enormes injusticias: primero, se tendrían que haber mejorado las condiciones de las escuelas, y no sólo físicas, sino de capacitación del personal, antes de irse a la evaluación, pero aquí se hizo al revés: primero revisamos a los niños y vemos que todos están bajo los estándares internacionales, pero ni las escuelas ni los salarios están al nivel de los estándares internacionales”, agrega el investigador social del Colmex. La reforma energética, explica por separado Vázquez, aunque se insiste en que no “privatizará los hidrocarburos”, sí permitirá que las “tasas de ganancia” derivadas de la extracción se trasladen del Estado a entidades privadas. “Y entidades privadas que ni siquiera forman parte de un mercado competitivo, sino que pertenece a unas tres compañías en el mundo”. Otras deficiencias en el desempeño gubernamental identificadas por los entrevistados son la pobreza del criterio de democracia que evidencia, por ejemplo, el propio Pacto por México, un acuerdo para el que no hubo consensos más que con los dirigentes de los dos principales partidos de oposición al PRI. Por otro lado, dice Ortega, “en materia económica se esperaba que se pasara de la estabilidad al crecimiento económico, y eso no ha ocurrido: hay una tasa inferior a 3.5%, cuando las expectativas eran de un crecimiento más rápido”. “La transparencia, la rendición de cuentas y el combate a la corrupción siguen siendo también pendientes. Se habla de desaparecer la Secretaría de la Función Pública (SFP) y no hay un órgano institucional que vaya a tomar ese papel”, agrega Ortega. Y en ese contexto, agrega Vázquez Valencia, carecen de sentido incluso golpes mediáticos como la salida del Procurador Federal del Consumidor, Humberto Benítez Treviño, destituido por la presión de las redes sociales luego de que su hija usó a la dependencia para cerrar un restaurante. “No tiene relevancia, porque en el fondo no ha habido un proceso de justicia transicional de verdad, que cambie de raíz a las instituciones del Estado y su lógica autoritaria”. La celeridad por aprobar reformas neoliberales o el uso electoral de los programas contra la pobreza como el denunciado en Veracruz son algunos rasgos, subraya Vázquez Valencia, que hacen sucumbir los intentos del PRI por mostrarse como un partido “renovado” o mejor que el que gobernó México durante 70 años. En suma, estos seis meses han sido de muchas palabras, y pocos hechos. SinEmbargo.mx FRASE ''La pregunta es qué entiende la clase política mexicana por democracia. El Pacto por México es un acuerdo entre la élite política, pero sin nadie más''. Daniel Vázquez Valencia, coordinador de doctorado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. > COLABORACIÓN CON ESTADOS UNIDOS El fin de los golpes tácticosCIUDAD DE MÉXICO.- Otro hecho del primer semestre de Enrique Peña Nieto al frente de la Presidencia es la eliminación de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la caída en la difusión del Gobierno y de los medios de comunicación sobre los temas de seguridad y de presunto combate al narcotráfico que en el sexenio pasado dominaron la agenda. En el balance en la materia destaca también el cambio en la estrategia de la presidencia que, como difundió el periódico The Washington Post, puso fin al trabajo “táctico” de agentes norteamericanos en el suelo mexicano. Andrew Selee, vicepresidente del Instituto México del Centro Woodrow Wilson —con sede en Washington— explica que esta modificación deja en la incertidumbre el intercambio de información que en el sexenio pasado condujo a decenas de arrestos. “Antes la DEA y el FBI compartían la información y rápidamente y se hacían los arrestos. Así se hizo en ciudades como Juárez o como Monterrey, donde hubo mucho intercambio de datos. Se decía, por ejemplo, ‘tenemos un celular interceptado o un soplón’ y las reacciones se hacían en caliente; había personas trabajando hombro con hombro”, argumenta Selee. “Pero ahora tengo la impresión de que, a corto plazo, habrá dificultades en compartir esta información; ahora no sabemos a través de qué canales se dará”. Sobre el delito de homicidio, la Segob recientemente difundió que, en el primer cuatrimestre de 2013, se presentó una disminución de un 14% con respecto al mismo periodo de 2012. Pero quedan miles de delitos impunes, explica Reynaldo Ortega, como los casos de más de 25 mil personas reportadas como “desaparecidas” y sobre los cuales, dice el investigador del Colmex, no hay soluciones ni seguimiento. SinEmbargo.mx > ESCRITOR A LA SOMBRA DE LOS PINOS Ilhuicamina Díaz Méndez, el hombre detrás de los discursos del PresidenteCIUDAD DE MÉXICO.- Más que con la política, la economía o la diplomacia, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, se ha tropezado con las palabras. Con sus palabras. Las que cada mediodía salen de su boca en los eventos públicos y a veces, convertidas en gazapos, han logrado atizar el temor de la sociedad a su incapacidad. Colocado en un atril de alta tecnología, cada discurso frente a los ojos del Presidente mexicano representa un trabajo de días. De horas y horas de búsqueda de las palabras precisas. Se trata del esfuerzo de un equipo especializado en un despacho de la residencia oficial de Los Pinos —la Dirección General del Discurso— que cuida con detalle las formas gramaticales y selecciona las frases presidenciales sin importar el tema o el ámbito. Nada extraordinario. “En México, detrás de cada funcionario, hay un escritor negro; es decir, sin notoriedad y absolutamente anónimo. En este país, la cultura política está apegada a los papeles escritos por seres cuya identidad es un misterio”, dice Hugo José Suárez, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), experto en Análisis del Discurso. En el caso peñista, si la palabra ha sido la piedra con la que su imagen se tropieza, el punto crítico de la estabilidad de su ser político, ¿quién es el hombre que le escribe los discursos? ¿Por qué ese hombre se queda con el largo y eficaz velo del anonimato y sin el menor reconocimiento? Su nombre no le dice nada a los analistas: Ilhuicamina Díaz Méndez. Él no participa en los eventos públicos, ni su rostro ni su cargo están publicados en la página cibernética de la Presidencia y ni por asomo se toma fotografías al lado de Peña Nieto; pero no hay funcionario que haya permanecido tanto en el equipo que ahora ostenta el poder presidencial, como él. Desde que Enrique Peña Nieto asumió como gobernador del Estado de México —en 2005—, Díaz Méndez ha sido su escritor. En un binomio que parece irrompible, ambos vivieron el mandato estatal, la campaña y ahora, la Presidencia de la República. Díaz Méndez ocupa la Dirección General del Discurso del Presidente. Según su currículum vitae en los archivos de la Presidencia de la República, es licenciado en Derecho y tiene estudios de maestría en Ciencia Jurídica. Ha sido ponente, conferencista y maestro de cursos, talleres y seminarios sobre temas históricos, políticos, jurídicos y administrativos. Además, formó generaciones de oradores en el Estado de México. Es coautor del libro “La Rotonda de los hombres ilustres del Estado de México”. La cédula profesional de la Secretaría de Educación Pública (SEP) —la 1894165— con el nombre de Ilhuicamina Díaz Méndez, indica que la licenciatura la concluyó en 1994, en la Escuela de Derecho de Atlacomulco, en el Estado de México, la tierra de Peña Nieto y del grupo político que le tendió las redes. Según la respuesta de la Presidencia de la República a Sin Embargo, a través del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), “los mensajes del señor Presidente los prepara un equipo multidisciplinario que trabaja de manera conjunta, por lo que no hay una autoría única en los documentos aludidos”. A cargo de Ilhuicamina Díaz Méndez están cinco personas. En realidad, sus sueldos base no superan los 20 mil pesos. Con una compensación, se elevan hasta los 100 mil pesos, en promedio. Por ejemplo, Ilhuicamina Díaz, el director, gana 17 mil 629.88 pesos, pero un bono de 154 mil 271.47 pesos le da un monto de percepciones brutas de 171 mil 901 (en el portal de Obligaciones aparece ese sueldo en 171 mil 978.35 pesos). Para el investigador de la UNAM, Hugo José Suárez –uno de los pocos analistas del discurso político en México en la academia– es posible imaginar que este equipo tiene a la alta calidad como exigencia diaria. “A sabiendas que la posibilidad de improvisación del Presidente es lamentable y que por lo tanto tiene muchos problemas en términos de resolver lo que no estaba en una agenda, debe tener un equipo estable del manejo del discurso. Se ve que así es. Se ve que lo trabajan con bastante cuidado”. SinEmbargo.mx Temas Gobierno de México Enrique Peña Nieto Pacto por México Lee También Clima en Ciudad de México hoy: el pronóstico para el lunes 13 de octubre de 2025 Detienen en Tabasco a menor vinculado con grupo delictivo Hoy No Circula lunes 13 de octubre 2025: Autos que descansan en CDMX y Edomex Clara Brugada rinde su Primer Informe de Gobierno Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones