Dos nuevos yacimientos compensarían baja de Cantarell

CIUDAD DE MÉXICO.- Dos yacimientos mexicanos descubiertos en años recientes producirían 300 mil barriles por día (bpd) de crudo cuando inicien su actividad, dijo Petróleos Mexicanos (Pemex).

Pemex estima que el yacimiento de crudo pesado Ayatsil descubierto en 2006 y el de Tsimin de petróleo ligero hallado en 2008 podrían rendir 150 mil bpd cada uno, dijo un funcionario de Pemex que pidió anonimato.

La fuente no dio detalles de los planes de Pemex para estos yacimientos ubicados en el Golfo de México.

La compañía ha dicho que espera producir al menos 2.5 millones de barriles por día por año de aquí al final de 2012 pues considera que el ritmo de declive de su gigantesco yacimiento Cantarell se ha reducido y que nuevos campos podrían compensar la capacidad de producción perdida.

Pemex ha divulgado planes para licitar la construcción de una plataforma en Tsimin a mediados de 2010 con proyectos para iniciar la producción a mediados de 2012.

Una fuente de Pemex dijo en junio que la compañía esperaba iniciar la producción de crudo en Ayatsil en 2011 para lograr una capacidad final de 65 mil barriles de petróleo diario.

Pemex reportó 90.4 millones de barriles de reservas probadas en Ayatsil en 2008, y estimó entonces que las reservas posibles podrían ser de hasta 406.7 millones de barriles.

Pero el crudo de Ayatsil es muy pesado, de alrededor de 11 grados API, y probablemente requeriría mezclarse con crudo más ligero para facilitar su procesamiento en las refinerías.

Pemex registró 117.7 millones de barriles de reservas probadas en 2008 para Tsimin, y estimó reservas posibles de 306.7 millones de barriles de crudo equivalente.

Pemex estimaba que Ayatsil podría contener unos 590 millones de barriles de petróleo.

Pemex, que sigue lineamientos de la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) para reportar sus reservas, tradicionalmente divulga las adiciones anuales a sus reservas a mediados de marzo.

Bajo las normas de la SEC, las firmas petroleras sólo pueden reconocer como reservas probadas el crudo que razonablemente puede esperarse que sea producido en el futuro bajo las
actuales condiciones económicas y tecnológicas.