Miércoles, 12 de Febrero 2025
México | Informe EU-México, Estudio Binacional de Bienes Ilícitos

Cárteles ‘‘lavan’’ por año hasta 29 mil MDD

Este dinero se encarga de sostener a las organizaciones que se dedican al tráfico de drogas

Por: SUN

CIUDAD DE MÉXICO (03/JUN/2010).- Una cantidad que se estima entre los 19 mil y 29 mil millones de dólares en efectivo pasa cada año de los Estados Unidos hacia México, para sostener las operaciones de las organizaciones criminales involucradas en el tráfico de drogas

Dichas cifras surgen del Estudio Binacional de Bienes Ilícitos, producto de la cooperación entre ambos países, presentado en un hotel de la Ciudad de México por el secretario Adjunto para Investigación de Migración y Aduanas, John T. Morton. 

Dicho documento es un análisis sobre el proceso de “lavado” de dinero proveniente de actividades ilícitas de la delincuencia organizada internacional. 

Estos datos explican el compromiso contraído en mayo entre Barack Obama y Felipe Calderón para combatir las finanzas del narco.

Los mandatarios acordaron cuatro ejes para desmantelar la estructura financiera de las organizaciones criminales, debilitando sus capacidades operativas, logísticas y financieras.

El documento evidencia la urgencia de implementar medidas que frenen el “lavado” de dinero, que los delincuentes logran introducir al sistema financiero mexicano de diversas formas, como por ejemplo comprando bienes inmuebles en efectivo, o grandes depósitos bancarios, los cuales en México ya han comenzado a restringir.

Dinero de cárteles llega al sistema financiero


Los cárteles de la droga mexicanos realizan operaciones de lavado de dinero de entre 19 mil millones y 29 mil millones de dólares (MMD) anuales, 90% de estos recursos ingresan en efectivo desde Estados Unidos a México y casi 50% llega al sistema financiero, de acuerdo con un estudio elaborado por ambos países sobre la forma en que operan las redes financieras del crimen.

John T. Morton, subsecretario del Departamento de Seguridad Interna norteamericano del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), luego de reunirse con funcionarios mexicanos, dio a conocer el documento, que calificó como un gran paso para diseñar una estrategia conjunta para minar el poder financiero de las organizaciones que operan en ambos lados de la frontera, pues la debilidad de ambos países era desconocer sus dimensiones.

Al presentar el informe Estados Unidos-México, Estudio Binacional de Bienes Ilícitos, el funcionario sostuvo que mejorar el intercambio de información de inteligencia y tomar medidas para frenar el flujo de efectivo, el tráfico de armas, drogas y personas, es parte de la estrategia pues “cerrar la frontera no es la respuesta” ante las operaciones del crimen y el narco.

En el documento destaca que entre 19 mil millones y 29 mil millones de dólares “pasan de EU a México anualmente, para sostener las operaciones de las cada vez más violentas y atrevidas empresas criminales involucradas en el tráfico de drogas”.

Morton explicó que en Estados Unidos las organizaciones criminales cuentan con puntos de recolección “en los que se consolidan las ganancias que obtienen por la venta de droga al menudeo”, para después trasladarlos a la frontera.

Recolecta y tráfico


De acuerdo con este esquema Chicago, Nueva York, Charlotte, Atlanta y Los Ángeles son áreas en las que se recolectan las ganancias que obtienen los cárteles mexicanos; se identificó que ciudades como Phoenix, Tucson, El Paso, Dallas y Houston, forman parte de esta ruta del dinero, donde los recursos recolectados son reducidos para facilitar su tráfico hacia México.

Culiacán, Monterrey y Guadalajara son ciudades de destino de estas remesas ilegales en territorio mexicano, aunque también en la ruta del lavado de dinero se ha identificado que los aeropuertos internacionales de Guadalajara, DF y Cancún, son utilizados para enviar recursos a Panamá, Colombia y Venezuela.

Métodos de traslado

El documento detalla que para traficar estas remesas, se contrata a personas para que pasen cantidades menores por la frontera, aunque los cárteles “también contratan a personas para transportar las ganancias ilícitas a través de compañías de envío de dinero, como Western Union”, otro método es la utilización de tarjetas de débito que permiten obtener efectivo de cajeros automáticos en cualquier lugar del mundo y sin cambios de divisas.

Carlos Pascual, embajador de Estados Unidos en México, detalló que 90% de estos recursos ilícitos ingresan a territorio mexicano en efectivo. “75% de las transacciones económicas que se realizan en México son con pago en efectivo, por lo que una de las estrategias que podrían aplicarse, es que cuando se adquieran bienes por montos elevados, se certifique ante notario la licitud del mismo”.

Análisis

Golpear al dinero sucio, el desafío

José Antonio Cázares


La relación entre los mexicanos y los dólares es histórica y amplia, por diversos motivos. Llevamos cerca de 70 años volteando hacia Estados Unidos, en donde casi todos tenemos parientes. La entrada de la Unión Americana en la Segunda Guerra Mundial generó una atracción sustancial y permanente de personas que hasta ahora no ha terminado.

El primer apodo, de “braceros”, es elocuente: el vecino ha necesitado brazos para el trabajo de sus campos, que paulatinamente también sirven para construir casas, instalar alfombras, cuidar jardines, lavar vajillas, cocinar platillos—desde burritos y nachos hasta platillos gourmet—o acomodar cuartos de hotel.

Con el paso del tiempo, los “braceros” se convirtieron en “espaldas mojadas”, por aquello de que cruzan ilegalmente el Río Bravo para buscar un empleo, y en términos más ofensivos. A cambio, el país ha obtenido una válvula que libera la presión demográfica ante la falta de empleo suficiente en nuestro territorio. Ahora casi cualquier pueblo, de Baja California a Oaxaca, o de Nuevo León a Puebla, tiene su agente de cambio, que convierte los billetes verdes en los útiles pesos.

Es tan importante este fenómeno que las remesas de nuestros migrantes compiten en volumen con la explotación del petróleo y las actividades turísticas como generadoras de divisas.

Ahora el Gobierno ha señalado que en este flujo está integrada la delincuencia organizada, cuyas actividades reciben una enorme cantidad de dólares, alrededor de 29 mil millones por año, como fruto de sus actividades. Son divisas que se incorporan al sistema financiero nacional a través de la compra de costosos bienes o de enormes depósitos en efectivo.

Hoy se quiere bloquear este flujo, con la intención de golpear a las bandas en donde más duele: el bolsillo. La dificultad está en bloquear el flujo de dinero sucio sin lastimar los indispensables envíos para uno de cada ocho hogares en México.

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