Jueves, 09 de Octubre 2025
Jalisco | La instalación de ductos fue concencida en la administración de Juan Sánchez Aldana

Tras fuga, Zapopan clausura la empresa MaxiGas

El municipio aprobó la instalación de ductos subterráneos durante la administración de Juan Sánchez Aldana

Por: EL INFORMADOR

Patria y Cruz del Sur. Personal de Protección Civil monitorea una de las alcantarillas ubicada en la zona de riesgo.  /

Patria y Cruz del Sur. Personal de Protección Civil monitorea una de las alcantarillas ubicada en la zona de riesgo. /

GUADALAJARA, JALISCO (18/OCT/2013).- En tanto MaxiGas no garantice que la infraestructura subterránea que atraviesa el municipio de Zapopan sea segura, y que ésta de ninguna manera pone en riesgo a la ciudadanía, la localidad mantendrá clausuradas las instalaciones de la empresa.

Ya la autoridad municipal impide la operación de la empresa en la zona que el pasado miércoles fue escenario de una alerta que devino en la evacuación de seis mil personas. De igual forma, lo hará en un ducto de dimensiones industriales que corre sobre la Avenida Aviación.

El alcalde, Héctor Robles Peiro, detalla que el municipio no tuvo responsabilidad en la aprobación del paso de gas subterráneo, toda vez que esos permisos los concede la Federación a través de la Comisión Reguladora de Energía (dependiente de la Secretaría de Energía, Sener), pero sí ve por la apertura de calles.

Los permisos para que eso ocurriera, agrega, se entregaron durante la administración de Juan Sánchez Aldana, en el periodo 2007-2009. Asegura que se investigará a detalle si los términos en los que se concretó la permisividad de paso tuvieron orden, o hubo inconsistencias en su transcurso.

Entretanto, en Zapopan no se instalará infraestructura adicional de gas subterráneo. El alcalde anuncia que ha decidido rechazar cualquier solicitud para perforar pavimento, e impedir que crezcan las instalaciones del tipo en territorio zapopano.

Sanciones rigurosas

Héctor Robles reconoce que la clausura que ordenó, con base en un dictamen de Protección Civil y no en los peritajes de la eventualidad del miércoles (que estarán listos en 15 días o antes), afectará. Pero el malestar, puntualiza, se resentirá únicamente en algunas empresas, toda vez que el ducto dañado de la zona de Cruz del Sur no abastece a domicilios particulares.

Sin embargo, el primer edil considera que las firmas sin abasto de gas harán lo propio para asegurarse. Ya han atravesado una jornada entera sin gas, y se les ha advertido que habrá ausencia algunos días más, por lo que confía que tomarán medidas emergentes.

Acota que el Ayuntamiento aplicará una multa por la falla de seguridad en las instalaciones de MaxiGas, pero dependiendo del resultado de los peritajes (el tramo afectado del ducto de Avenida Cruz del Sur está en manos del Ministerio Público), esta sanción podría crecer; asegura que de corroborarse una omisión, buscará sanciones “rigurosas”.

Pide reconsiderar concesión al Gobierno federal


Ayer, el Ayuntamiento de Zapopan envió un oficio a la Comisión Reguladora de Energía, en el cual se les entera de todo lo que ocurrió en la zona de Cruz del Sur, incluidos los seis mil desalojos y el riesgo de explosividad.

Esto con el fin de que la comisión dependiente de la Sener “revise la concesión” otorgada a la empresa que el pasado miércoles rehusó explicar qué exactamente ocurrió, y “valoren” si es prudente que, dados los hechos, continúe en manos de MaxiGas, o  incluso que el permiso les sea retirado de forma definitiva.

Y sobre los señalamientos de que el olor a gas era percibido desde hace días en la zona, confirma que al menos el Ayuntamiento nunca registró un solo reporte de olor a gas.  

SABER MÁS
Más rigidez en permisos


Tras la fuga de gas natural registrada el miércoles pasado, el director de la Unidad Estatal de Protección Civil, Trinidad López Rivas, dijo que pedirán a los municipios mayor rigidez en el otorgamiento de licencias para las empresas gaseras, además de exigir a los responsables de las mismas ser más cuidadosos en sus trabajos y el reforzamiento de los sistemas de seguridad para evitar riesgos a la población.

CRÓNICA
Resguardo en el hogar


La clase transcurre con normalidad. El cronograma dicta que la semana entrante es de exámenes y los alumnos deben instruirse en el español. Pero una patrulla pasa y el sonar de su sirena desvía la atención.

Ocho de la mañana. La atención ya no es fija. Ahora los ojos apuntan al pintarrón, pero el oído queda atrapado en los sonidos del exterior. Una. Dos. Tres. Muchas patrullas con un sonar “raro” después, y el punto medio de concentración quiebra por completo.

“Algo anda mal”, piensa. Pero reacciona y continúa en su rol de profesora. Los alumnos ya han sucumbido a la tentación e intentan observar hacia el exterior.

Llama a la tranquilidad. Llama a reservarse la inquietud que a ella también carcome. Pero la puerta del salón se abre y su presencia es requerida. “Maestra Georgina, ¿puede venir un momento?”.

Fuera del aula, la primera advertencia llega al oído: hay altas probabilidades de requerir una evacuación de emergencia. ¿Por qué? “Regrese a su salón; aún no es un hecho”.

La clase continúa, pero ya no hay seriedad en ella. El agobio es evidente y el alumnado nota una ineludible expresión de pesar en la mirada de la maestra Gina Corona. Finalmente, una valiente se adelanta al resto: “¿Qué pasó?”.

Segunda llamada de alerta

“Maestra Gina, ¿me acompaña otra vez?”. Todos los profesores en el patio central y el nudo en el estómago llega al fin: piensa que la movilización de afuera sí está relacionada con la escuela. Y los compañeros que ya cruzaron diálogo con Protección Civil confirman el temor. “Hay que desalojar de inmediato, aparentemente tres alcantarillas explotaron allá por (la Avenida) Patria”.

La UTEG ubicada sobre la Avenida Cruz del Sur, entre las calles Litoral y Cabo, no está en el perímetro inicial de afectación, pero la autoridad determina que la concentración de alumnos también debe ser diluida. Y así ocurre... en minutos.

Al fin, el plantel está vacío. Y las calles ya están abarrotadas de vehículos que en el sonar del claxon hacen notar su desesperación por avanzar. Gina aborda un auto para dirigirse a su hogar, ubicado en el primer cerco de resguardo, pero es inútil.

“Hay una alcantarilla bajo el carro”


El vehículo avanza torpemente. Clutch, freno, acelerador, freno, freno. La alerta ya es de conocimiento público, pues en el radio se le confirma la amenaza de explosión que ya auguraba por lo poco que en su escuela se le comentó.

Los espacios sin movimiento son en extremo preocupantes. Recuerda un auto enfrente que desconfía en “metérseles” a los demás, y el sudor frío recorriéndola porque sabe que justo bajo el chasis está una tapa de alcantarilla. “Y yo pensaba: ¡avanza ya!”.

La línea recta de avance que comúnmente sigue para acercarse a su residencia se convierte en un incómodo zigzag, donde el temor de todos se comparte al presenciar que una y otra calle comienzan a ser cerradas a la circulación. Y los agentes viales, o de policía, o de rescate, alzan su mano derecha para indicar la restricción de paso mientras una camioneta se estaciona cruzando la rúa.

Resguardo y omisión a la regla

Pero encuentra un camino, y el ingreso a su domicilio. Logra colocar la llave en la perilla y entrar. Ahí se piensa a salvo, aunque en el fondo reconoce no estarlo. “Yo agarré mis papeles y dije: pues si exploto, que sea aquí”.

Gina es una excepción a la regla. Mientras afuera se defiende ante cámaras y grabadoras que la evacuación por la fuga de gas subterránea es total, la profesora de preparatoria enciende el televisor de su hogar mientras observa que las autoridades han cerrado finalmente la calle donde está su domicilio.

Y ahí transcurre la jornada en compañía de su inquietud. Suspendiendo la comida porque acercarse a la estufa no es opción; con un teléfono en la mano y las llamadas sin enlazar a sus familiares, y con el pensamiento latente de que “uno aquí puede explotar”.

Pero a las cuatro de la tarde Arturo Zamora sale en vivo en las noticias, y confirma que el riesgo ha reducido a cero. Y la tensión comienza a salir. Y el sueño de esa noche resulta, extrañamente, plácido y completo.

CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DEL SIAPA
Licitarán nuevas estaciones de monitoreo


La próxima semana se licitarán 10 estaciones de la Red Automática de Monitoreo, por las que es posible detectar niveles de explosividad y resultados en otros parámetros como oxígeno y monóxido de carbono, informó el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA).

La decena de estaciones se sumará a 17 que entraron en operación a partir de julio. La totalidad cubrirá los principales colectores de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), como lo son San Juan de Dios, Intermedio del Oriente, Zona Industrial, Paraíso, Belenes Norte y Arroyo Seco.

Al hablar de la fuga de gas registrada el miércoles en la zona de Cruz del Sur, el presidente del Consejo de Administración del SIAPA, Francisco Ayón López, recordó la existencia de la Red Automática de Monitoreo del organismo para medir la explosividad en drenajes, “en tiempo real”.

No obstante, dijo que no hubo “alertas” en el punto a través de la Red, por ser una zona “muy restringida”, por lo que revisaron alcantarilla por alcantarilla. “Esta es una primera etapa (la incorporación de estaciones) con cruceros muy determinados, que es donde confluyen los drenajes más grandes de la ciudad, donde podríamos tener un problema mayor. Conforme avancen los años estaremos expandiendo la red de monitoreo automatizado”.

Fue en 2002 cuando surgió el Sistema de Monitoreo Automatizado de Colectores, pero la red dejó de funcionar y no fue hasta 2012 que se revisaron las estaciones. La autoridad concluyó  que se requería una rehabilitación total y en 2013 el nuevo proyecto ejecutivo contempló las 27 estaciones referidas, según explica el SIAPA.

La primera etapa constó de 17 estaciones, con una inversión de nueve millones 250 mil pesos, y la decena por licitarse costará seis millones 400 mil pesos.

Escuelas registran ausentismo

En las escuelas de la zona de Cruz del Sur se trabajó con normalidad ayer, aunque se registró ausentismo de 1.5 de cada 100 alumnos, según información del secretario de Educación en Jalisco (SEJ), Francisco Ayón López.  

“Tenemos el reporte de que todas las escuelas ya tienen clases; hubo algunas inasistencias”.    

El miércoles pasado, ante la contingencia, 15 escuelas fueron evacuadas, aunque hasta ayer la autoridad educativa no había informado cuántos alumnos en total salieron de los planteles. Fueron 11 primarias, dos secundarias, un preescolar y un colegio.

La Secretaría de Educación Jalisco indicó que cada escuela cuenta con manuales para atención de emergencias y que se suelen realizar simulacros. Sin embargo, un director de primaria de la zona metropolitana afirmó que en su plantel no tienen y que, hasta donde sabe, las decisiones ante emergencias son tomadas por los directores, aunque, por ejemplo, él ha acudido a cursos del Programa de Seguridad y Emergencia Escolar de la SEJ.

Previo al inicio de clases en la escuela primaria “José López Portillo”, la directora encargada, Soledad Torres Oceguera, aplaudió el desempeño de los profesores durante los momentos álgidos de la jornada de evacuación, pues ninguno cayó en pánico y eso facilitó que los niños se mantuvieran en calma.

El único jardín de niños de la zona que el miércoles fue desalojado, llamado “Rosario Castellanos”, también lució vacío. Dos madres de familia que estaban en el ingreso así lo confirmaron.

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