Sierra de Quila, a la espera de más visitantes

GUADALAJARA, JALISCO.- Bosques de pinos y robles y matorrales de selva chaparra. Miradores propicios para apreciar la serranía. Cabañas para momentos de relajamiento. Recorridos nocturnos con un cielo estrellado. Montes y mesetas a más de dos mil metros sobre el nivel del mar. Poblados y ranchos pintorescos. Saborear un mole dulce impregnado de piloncillo y  unas panelas o quesos con sabor a leche auténtica. Cascadas y riachuelos de aguas cristalinas y frescas todo el año. Un santuario dedicado a San José María Robles. Estos son algunos de los atractivos de la Sierra de Quila, una de las áreas naturales protegidas que tiene Jalisco y que gradualmente se espera proyectar a la población para que se valore su identidad.

El nuevo presidente del Comité de la Sierra de Quila, Francisco Guerrero Núñez, comenta que las nuevas obras que se han abierto al público en la cumbre de esta serranía, como son un museo, un auditorio y un módulo de servicios sanitarios, habrán de facilitar más la afluencia de visitantes a este ecosistema, que comprende seis municipios jaliscienses de las regiones Valles y de la Sierra de Amula.

Tales municipios son: Ameca, Cocula y San Martín Hidalgo, de la región Valles; además de  Tecolotlán, Atengo y Tenamaxtlán, en la región Sierra de Amula.

El también alcalde de San Martín Hidalgo refiere que los días vacacionales son testigos de que la serranía es un magnífico sitio para los campamentos y el ecoturismo, así como el encuentro respetuoso y tranquilo con la naturaleza de esta zona protegida desde 1982 con un decreto presidencial en favor  de 15 mil hectáreas.

Este edil señala que si se compara con la proyección turística que tienen las serranías de Tapalpa y del Tigre, la Sierra de Quila está en estado casi virgen, lo que amerita de acciones públicas y privadas que la doten de diversos aspectos de infraestructura, como más caminos, albergues, hoteles  y todo tipo de obras encaminadas al turismo, pero de una manera sustentable.

Recuerda que el periodista jalisciense Gabriel Agraz García de Alba fue en 1950 el pionero en promover la protección de esta reserva forestal, a pesar de que esto le ocasionara exiliarse por las amenazas de muerte de un cacique militar que desforestaba la serranía.   

El ecoturismo

La responsable de Turismo de San Martín Hidalgo, Ana Cristina Rosas Zárate, resalta que su municipio tiene muchas esperanzas de beneficiarse con el flujo turístico en la medida que se promueva la Sierra de Quila, debido a que la entrada por la cabecera sanmartinense trae un acceso más reducido en distancia para la gente que viaja desde Guadalajara.

La funcionaria señala que como ha ocurrido con otras rutas turísticas jaliscienses, las comunidades enclavadas en la serranía pueden beneficiarse con el movimiento de turistas, si se propicia que se involucren adecuadamente. En este punto, afirma que hay un potencial de negocios  interesante para  productores de miel y lácteos, así como  para los artesanales de cuero y de objetos de ochochal (hojas de los pinos) y para quienes inviertan en instalar cabañas turísticas, como de hecho ya ha iniciado en pequeña escala.   

En el caso de su municipio, dice que se ubican dentro de la reserva, los poblados de  Lagunillas,  La Lobera, El Cobres y Mesa del Cobre, además de otros cercanos, como Río Grande. También puntualiza que en su municipio figuran varios de los principales miradores, como el del cerro del Huehuentón (a dos mil 560 metros de altura) y el de Piedras Blancas.

Asimismo, considera que debe avanzarse más en la señalización y los caminos protegidos con  zampeado (empedrado encementado) para mejorar la comunicación, para dar continuidad a los avances de años recientes.   

La prevención rinde frutos

El guardia forestal Ángel Jiménez Guijarro, comenta con satisfacción que esta reserva forestal ha registrado indicadores muy bajos en los incidentes de incendios, lo que ha sido resultado del trabajo permanente y de la coordinación entre las partes involucradas. Aduce que el puesto de vigilancia que se tiene en la parte más alta de la sierra, el cerro del Huehuentón, ha sido un factor estratégico para la detección oportuna de los inicios de siniestros y su posterior combate.

Jiménez Guijarro también comenta que la cacería clandestina y el riesgo de aprovechamientos forestales al margen de la autoridad, son siempre temas obligados en sus tareas cotidianas de vigilancia. Alude a que recientemente se han dado más permisos de explotación forestal, sin que se tengan al momento señales de sobreexplotación. Asimismo, arguye que vigilar a los motociclistas es otro asunto de la rutina cotidiana, para prevenir accidentes o desmanes.

El Árbol de la Lira; símbolo de la sierra

Cerca de la localidad de La Ciénega, en el municipio de Tecolotlán, se encuentra el símbolo más original de esta serranía: un pino con su tronco en forma de lira, por eso se le conoce como el Árbol de  La Lira. Ángel Jiménez argumenta que es un Pinus douglasiana con una edad aproximada de 80 años, según testimonios de agrónomos conocedores.  El ejidatario Samuel Díaz Núñez, informa que este árbol “se ha enfermado, porque los visitantes se le trepan y le tallan su cáscara”. Jiménez Guijarro confirma que en verdad esta conífera sí tiene problemas de sanidad, lo que incluso ha sido motivo de una fertilización especial y de remoción de su tierra, para que ésta se oxigene.

Educación ambiental

La responsable de Educación Ambiental del Comité de la Sierra de Quila, Ana María Flores, expresa que ahora que se tienen terminadas nuevos espacios en la localidad de La Ciénega se tienen como apoyos un auditorio, un museo sobre los recursos naturales de la serranía y un área de servicios sanitarios.

Explica que la intención es concientizar a los visitantes sobre los valores ambientales de esta área natural, como sus bosques de pinos y robles; su papel como nacimiento de dos ríos de gran importancia como fuentes de agua: los ríos Ayuquila  y San Martín (un afluente del río Ameca), además otros aspectos de su flora y fauna, como sus aves y sus mamíferos, como algunos animales de monte (como el lince),  murciélagos frugívoros e insectívoros.

Turismo religioso

En el poblado de Quila El Grande hace cuatro años se construyó un santuario dedicado a San José María Robles, un sacerdote jalisciense originario de Mascota, reconocido como santo y canonizado en el año 2000. Su recinto de culto se construyó justamente en el lugar donde fue fusilado en 1927, dentro de los sucesos de la Cristiada. Los días 26 de cada mes se realizan celebraciones religiosas que son motivo de concurrencia de fieles de municipios de la región y de otras localidades jaliscienses, así como de parte de los paisanos radicados en Estados Unidos.

Textos y fotos: Salvador Maldonado.

Ficha técnica

La Sierra de Quila desde 1982 tiene reconocimiento oficial como Área Natural Protegida, por sus características como ecosistema.

Abarca seis municipios: Ameca, Cocula, San Martín Hidalgo, Tecolotlán, Atengo y Tenamaxtlán.

Los lugares más cercanos de acceso desde Guadalajara se ubican en San Martín Hidalgo, Ameca y Tecolotlán.

Las carreteras para acceder son la de Ameca y la de Barra de Navidad, si se viaja por San Martín o Tecolotlán.

Sitios de interés: bosques de pinos y robles, comunidades con cabañas de hospedaje, miradores escénicos, cascadas y riachuelos de aguas cristalinas, sitios para campamentos. Hotelería en municipios involucrados.

Para saber
Para solicitar mayores informes sobre la Sierra de Quila, se puede llamar a los teléfonos 01-349 776 16 54, en Tecolotlán, o al 01 385 7550002 ext. 108 y 109, en San Martín Hidalgo.    

1.- La Sierra de Quila comprende una superficie total de 15 mil hectáreas de bosque de pino y roble, en donde los visitantes pueden experimentar el contacto con la naturaleza.

2.- El Árbol de La Lira, que actualmente recibe cuidados especiales, es uno de los atractivos de la zona.

3.- La Sierra de Quila fue declarada Área Natural Protegida en 1982.

4.- Los objetivos para incrementar la afluencia de visitantes también están enfocados al turismo religioso.