Se busca conservar Área Natural Protegida Piedras Bola en Ahualulco

AHUALULCO DE MERCADO, JALISCO (20/DIC/2010).- El Ejido Santa Cruz de Bárcenas protege 310 hectáreas del paraje Alpizahuetl o Cerro Bola, ubicado dentro del Area Natural Protegida Piedras Bola, gracias al Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos que desde 2006 le otorga Conafor, por 490 mil pesos, en beneficio de 49 ejidatarios.  

La Comisión Nacional Forestal (Conafor) indicó que el lugar que conserva el ejido con una cobertura vegetal de encino-pino mayor a 50%, se encuentra en la cuenca del Río Ameca y dentro de su territorio está el cerro Ameca a dos mil 100 metros sobre el nivel del mar y el Picacho a mil 900 metros.  

Señaló que en Cerro Bola existen varios arroyos temporales, que vierten sus aguas hacia los arroyos Piedras Bolas y estos a la vez al Río Ameca o filtran sus aguas hacia los manantiales de la región.

Detalló que el agua corre por los arroyos temporales en lapsos de tiempo muy cortos, después de cada lluvia, ya que se infiltra con gran facilidad por el tipo de material geológico.

Indicó que en el Ejido Santa Cruz de Bárcenas se pueden encontrar especies faunísticas amenazadas o con protección especial que están incluidas en la norma NOM-059 como la codorniz pinta, aguililla gris, gavilán pechirrojo, carpintero arlequín y tejón.  

Así como ejemplares que poseen importancia económica como jilguero, paloma huilota, coyote, armadillo y venado cola blanca, entre otros.

Con los recursos otorgados por la Conafor durante cinco años (2006-2010), los ejidatarios se comprometieron a capturar la mayor cantidad de agua de lluvia para alimentar los mantos freáticos y que los escurrimientos de las aguas de lluvia se condujeran limpios de sólidos a los arroyos, para lo cual realizan acciones de reforestación, obras de conservación de suelo y brechas cortafuego.

En el paraje Cerro Bola, durante estos cinco años se realizaron 15 kilómetros de brechas cortafuego, 125 obras se suelo como presas filtrantes, acomodo de residuos y plantación de pasto para lograr el incremento en la captación e infiltración de agua, así como protección contra deslaves e inundaciones.  

Además se realizó la reforestación de 135 hectáreas con árboles nativos para aumentar la cobertura de la vegetación y mayor protección del suelo, el cercado perimetral de ocho kilómetros y se colocaron 330 letreros alusivos.