Saldo de ocho detenidos por conducir alcoholizados

GUADALAJARA, JALISCO (12/SEP/2010).- La noche de diversión terminó para ocho conductores que no consumieron bebidas embriagantes con moderación, en una amarga experiencia. Conforme marca la ley, fueron esposados y enviados a las instalaciones de la Procuraduría de Justicia del Estado, al arrojar positivo en la prueba de alcoholemia.

La noche del viernes y la madrugada del sábado, el anunciado operativo radar-alcoholímetro arrojó como resultado la sanción para 16 automovilistas: ocho recibieron folio y otro tanto, además de la multa, fueron remitidos al Ministerio Público, como parte de las volantas implementadas por la Secretaría de Vialidad y Transporte.

Aunque en su mayoría los infractores mencionaron conocer la entrada en vigor de las nuevas disposiciones, que elevan las multas y reducen la tolerancia de alcohol sancionable, no midieron su consumo.

En una de las cuatro volantas, ubicada en Patria y Naciones Unidas, casi ninguna de las personas que arrojaron positivo en la prueba de alcoholemia, admitió encontrarse en estado de ebriedad. “Sólo tome una cerveza”, decían algunos. Otros, como un policía de Zapopan, argumentaron que habían consumido dos y media cervezas. Pero el alcoholímetro los desmintió.

Fue notoria la molestia de muchos automovilistas detenidos por exceder la velocidad. Algunos intentaron esquivar el operativo, el cual es previo a la aplicación de la prueba de alcoholemia. Por cierto, no faltó quien intentará negarse a este examen.

Los excesos en la ingesta de bebidas embriagantes quedaron evidenciados en los operativos. Hubo conductores que arrojaron 450 miligramos de alcohol por 100 mililitros de sangre, cuando el límite máximo que establece la ley son 130 miligramos.

El precio por no respetar los nuevos lineamientos en materia de Vialidad es elevado. La multa económica va de los ocho mil y hasta más de 13 mil pesos, pero se incluye la detención ante el Ministerio Público en caso de rebasar los 130 miligramos de alcohol por 100 mililitros de sangre (es una falta considerada delito simple).  

La falta puede ser más grave, en caso de existir un accidente en el que resulten personas con lesiones graves o muertos. El responsable no tendría derecho a fianza y aplicaría cárcel hasta por 10 años.

Queda en susto

Las consecuencias de las detenciones, sobre todo en el caso de conductores jóvenes, las padecen no sólo los infractores. La madrugada del sábado se dio el caso de un joven de 18 años, quien fue puesto a disposición del Ministerio Público al arrojar 222 miligramos de alcohol por 100 mililitros de sangre. Luego del examen, el joven fue revisado, esposado y dirigido a una patrulla para trasladarlo a la Procuraduría.

El muchacho estaba acompañado de su novia, quien se quedó sola y sin transporte porque el vehículo en el que viajaban sería enviado al corralón. Ante esta situación, la pareja llamó a su madre para que pasara a recogerla en Avenida Patria, en su cruce con Naciones Unidas. La señora Sara acudió con prontitud al auxilio de su hija: “Pensé que había ocurrido lo peor. Fue una hora de angustia”. Tras el alivio al encontrar a su hija ilesa, la mujer estalló en llanto, un temblor la invadió y sufrió un desmayo.

Ya recuperada, felicitó a las autoridades viales por el operativo.